La solución de las disfunciones sexuales, pasa por el conocimiento de la respuesta sexual.
La excitación sexual, es sin duda una fase altamente placentera en las relaciones sexuales. Toda percepción sensorial puede ocasionar una respuesta erótica. Nuestro cuerpo está preparado para responder ante la estimulación visual, auditiva, táctil, gustativa, olfativa. A pesar de que el sistema nervioso humano reaccione a estímulos fundamentalmente táctiles y visuales, dependiendo dónde, quién y cómo, otros estímulos pueden provocar una intensa excitación sexual.
La fase de la excitación, para algunas mujeres pasa desapercibida, o es inexistente: dura poco en el tiempo, o que transcurre contemplando el techo, pensando que le hace falta una mano de pintura, o qué pondrá mañana de comida; sin embargo, esta fase es fundamental para disfrutar de las relaciones sexuales, y dar paso a la respuesta fisiológica. Hay dos cambios fundamentales en la respuesta sexual en la mujer:
La vasocongestión: se enrojecen las paredes vaginales. Hay cambios en los órganos sexuales externos, con hinchazón de los labios menores y separación de los labios mayores. La temperatura del cuerpo se siente más caliente al tacto. Se produce la lubricación vaginal.
La miotonía, o tensión neuromuscular: se produce una acumulación de energía en las terminaciones nerviosas y los músculos de todo el cuerpo.
-Lubricación Vaginal.: Al principio la lubricación puede ser escasa, sin embargo, a medida que aumenta la excitación se humedecen cada vez más los labios y la obertura de la vagina (lo que normalmente se dice “estar mojadita”). La cantidad de flujo, no está relacionada con el nivel de placer que puede estar experimentando la mujer, sin embargo el flujo, facilita la entrada del peneen la vagina, es por esto que la sequedad vaginal dificulta y hace doloroso el coito. La lubricación se efectúa en un periodo de 10 a 30 segundos tras el comienzo de la estimulación.
- Aumento de los labios mayores y menores (zona de la vulva).
-Elevación del útero.
-El clítoris: el glande clitoridiano se hincha, aumentando el diámetro de la protuberancia, probablemente debido también a la vasocongestión. Esto puede producirse en respuesta a la estimulación en otra zona del cuerpo, como los pechos, o a una cadena de pensamientos eróticos, fantasías, ect.
-Aceleración del ritmo respiratorio y cardiaco.
-Rubor sexual: enrojecimiento de la piel.
-Contracción muscular. Con la contracción de los músculos, se produce también un aumento de la presión arterial.
- Aumento de las mamas. Algunas mujeres experimentan ya en esta fase un endurecimiento de los pezones.
Durante la fase de excitación pueden aparecer retrocesos, unas veces debidas a distracciones externas: que suene el teléfono, llamen a la puerta, ect; o internas: miedo a sentir dolor en la penetración, sentimientos de culpa, preocupación por temor a no alcanzar las expectativas de la pareja, ect.
Es importante no prestarle atención a estas distracciones, pues posibilitará el abandono al placer de forma natural, consiguiendo la mujer excitarse o mantener la excitación.
Pero cómo se desencadena la excitación sexual en la mujer?
La excitación puede desencadenarse, por un estímulo o deseo. Tanto la duración, como la intensidad de esta fase, puede variar dependiendo de cada mujer y del estímulo. No se trata de que las mujeres precisen más preliminares, o que sean más lentas en su excitación. Existe un error de partida, tanto en los hombres como en las propias mujeres en este tema.
Forma parte de los mitos y creencias, y de los modelos de educación sexual recibidos, aquello de que las mujeres sean más lentas en la excitación, en llegar al orgasmo, pero comparadas con quién, con los hombres?. Hablaremos más detenidamente de este tema cuando abordemos la fase del orgasmo en la mujer.
La fase de la excitación es una parte esencial en las relaciones sexuales, pues si la mujer no está excitada, no lubricará, y si no lubrica le dolerá, y si le duele no tendrá deseos de volver a repetir la experiencia, ya que como todos sabemos, lo que nos gusta intentamos que vuelva a ocurrir, lo que no, lo evitamos, esto es de Perogrullo, pero parece que algunos todavía no se han dado cuenta.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas.
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