Llevo varios días escribiendo esta carta, ninguna me gusta, todas me resultan frías, clónicas, típicas y muy alejadas de mis intenciones.
La navidad no es mi fuerte, ya lo sabéis, pero siento debilidad por vosotros, quizá porque es el día en que las personas que quiero las veo un poco más feliz, más contenta.
Con vosotros sueño, fantaseo y me ilusiono, y eso es estupendo.
Con vosotros sueño, fantaseo y me ilusiono, y eso es estupendo.
Ha sido un año complicado en muchos aspectos y quizá en estos días intentamos maquillar las preocupaciones, las carencias, los afectos, el día a día… y entonces escribimos cartas, cartas con esperanza, con deseos, con ilusiones, cartas que nos hagan sentir que los sueños pueden algún día formar parte de nuestra cotidianidad. Yo así lo creo y quizá por eso os escribo. Desearía que las personas que quiero y que necesito, se ilusionen, aunque solo lo hagan en estos días, que sean capaces de luchar por cambiar las cosas que no les gustan, e intentar vivir en paz con el resto.
Aquí os dejo mi carta, una carta un tanto especial, como también lo son las personas a quien quiero que no olvidéis, las necesito a todas en mi vida, y las necesito activas, ilusionadas, con proyectos…
A Carmen, ilusiones que la hagan seguir sintiéndose una mujer hermosa y en paz consigo misma.
A Beatriz y Patricia, viajes inolvidables.
A Javier, aprender a olvidar.
A Javier, aprender a olvidar.
A Paula, toda la vida por delante.
A Begoña, tiempos regalados.
A Chanín la estabilidad renovada.
A Liza y Miguel, sueños compartidos.
A Lourdes, todo lo que se le escapa entre sus emociones.
A Luciano, sentirse querido, valorado, especial…
Para Oliver, buena “Magia”!!
Para Andrés, buenos ingredientes para una buena paella.
Para Alex, amor, respeto, comprensión e ilusiones para compartir con su chica.
A Pani, cuidad de sus sueños y proyectos, esos que silencia pero que le hacen disfrutar de las cosas que hace con el deseo de verlos hechos realidad.
A Uchi, sueños y proyectos hechos realidad.
A Yobana, su oposición.
A Carlos, paz, sosiego, encuentros, citas, palabras soñadas…
A Juan y María, la mirada de Juan Diego.
A Tita, un amor de los de antes, un amor romántico, de respeto, de confianza. de libertades, ese amor que ella sueña.
Para María, todo lo que no dice con palabras, aquello que piensa en silencio… sentir y disfrutar la placidez de las emociones positivas...
Para Pipi, los deseos contenidos, la mirada segura, el corazón tranquilo.
A Edu, lo que un día no pudo ser...
A Edu, lo que un día no pudo ser...
A Bárbara trabajo para su hijo, felicidad para su nieto.
A Tito, abrazos cálidos con los que poner en práctica lo aprendido.
A mí querida amiga Prados, a quien tanto echo de menos, que allí donde esté, podamos tener esa conversación y comida que se nos quedó pendiente, aunque solo sea en nuestros sueños. Decidle que la quiero.
A Tere, a Fernando y a Juani, el recuerdo templado de su hermana.
A Jenny que no pierda nunca la confianza en si misma, que se quiera más que a nadie, que tome decisiones, que arriesgue, que viva!.
A quien escribe…, lo de siempre. No es necesario recordároslo.
Y por supuesto, para todas ellas que sean capaces de vivir una sexualidad integral, una sexualidad placentera, sin miedos ni prejuicios que les impidan disfrutar de lo que ellos y ellas quieran.
Y por supuesto, para todas ellas que sean capaces de vivir una sexualidad integral, una sexualidad placentera, sin miedos ni prejuicios que les impidan disfrutar de lo que ellos y ellas quieran.
Mis queridos Gaspar, Melchor y Baltasar, solo me queda deciros que cada una de estas líneas, está escrita desde la esperanza, pero sobre todo desde el cariño, afecto y amor que siento por todas y cada una de las personas mencionadas, como ya os he dicho más arriba, las necesito a todas en mi vida.
Besos.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas.
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