Un alto porcentaje del bajo deseo o ausencia de deseo sexual de las mujeres tiene un origen psíquico o social, llamado Deseo sexual inhibido (DSI). Conocido comúnmente por la “apatía sexual” o “falta de deseo sexual. Se da en aquellas personas que no tienen apetito sexual, o no se sienten atraídas por el sexo o cualquier conducta relacionada con el mismo.
La falta de deseo sexual de las mujeres no sólo tiene que ver con la carencia subjetiva de interés por realizar el coito. Como hemos indicado, incluye el desinterés por toda conducta sexual, como el masturbarse, pensar en el sexo, tener fantasías sexuales, leer o visionar material erótico, percibir en clave erótica el atractivo de las personas y menos aún el de su compañero/a sexual y por supuesto, la ausencia de sensación de frustración si no se puede dar rienda suelta a la sexualidad. Esto, por el contrario, muchas mujeres lo viven como una liberación.
Social y culturalmente a las mujeres se nos ha atribuido aquello de “nunca tener ganas”, de que el sexo nos gusta o apetece menos que a los hombres, e incluso que lo necesitamos menos que ellos.. Es verdad que en el pensamiento de muchos hombres se encuentra instalada esta creencia, e incluso la han llegado a interiorizar como algo natural de las diferencias de los sexos, sin duda motivada por las reiteradas negativas de su pareja a mantener relaciones sexuales. Pero esto no podemos darlo como algo real, aunque sí lo sea la manifestación que algunas mujeres muestran a los intentos frustrados de sus parejas por mantener encuentros eróticos…
Y es que la manifestación o expresión de la sexualidad puede ser muy diferente de una persona a otra, y por supuesto de una mujer a otra, y de hecho lo es, como lo es la vivencia que cada persona tiene o ha tenido de la sexualidad. Otra cosa es entender las causas que motivan este aparente desinterés por todo lo que tenga que ver con el sexo y que iremos viendo.
Hay mucha bibliografía y manuales de consulta para saber y conocer algo más de la sexualidad de las mujeres, pero no vas a encontrar uno que te diga las causas concretas que hacen que tu pareja (la tuya y no la de otros hombres) rehúya cualquier acercamiento que lleve consigo una relación sexual. Esto quiere decir que, como ya he indicado, movernos en las generalidades no suele ser aconsejable y en la sexualidad menos. Es importante saber y conocer los gustos y preferencias de tu compañera sexual: si es más de deleitarse con las caricias y los besos por todo el cuerpo o por el contrario es más genital; si prefiere algo rápido o le gusta tomarse tiempo; si prefiere la ternura en las aproximaciones o por el contrario es más lanzada y le gusta decirte y que le digas cosas “guarras”.
Muchas mujeres activan su deseo sexual desde la ternura, y si este recurso no se pone en funcionamiento convenientemente, no habrá sexo y la afectividad se irá ausentando en silencio pero dejando huellas de dolor. Es verdad que a muchos hombres les cuesta entender esto y más aún ponerlo en práctica, pero esto es así. De manera que si no permites que tu pareja permanezca abrazada a ti el tiempo que quiera o necesite cada vez tendréis menos relaciones sexuales, más distanciamiento y menos intimidad. Tú eliges.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas
Las mujeres quieren ser sexual. Las mujeres quieren ser sexy y las mujeres quieren vivir locas fantasías sexuales,
ResponderEliminarHola! enhorabuena por tu blog, está genial!! El deseo, el apetito sexual... la libido es muy caprichosa. Todos sabemos que el deporte mejora nuestra calidad de vida de forma exponencial, pues bien, el otro día leí que practicar deporte diariamente, unos 40 minutos al día, hace que tengas el doble de deseo sexual, ayuda a subir tu testosterona.
ResponderEliminarUn saludo ;-)
Gracias. Espero que sigas disfrtutándolo. Y tú, eres de los que prácticas exporte o de los que no?. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Ana. La próxima semana seguiremos. Gracias.
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