martes, 23 de diciembre de 2014

Los asientos están numerados, busca el tuyo.... (mi particular viaje en tren...)


Viajar en silencio puede ser extraordinario, pero si coincides conmigo en “algún tren” déjame escucharte y luego si quieres, compartimos silencios..
 
La vida es como un viaje en tren, con sus vías y estaciones...
Con asientos numerados, vacíos, con maletas y equipajes de mano...
Con pasajeros que van y vienen de una estación a otra, sin equipaje...
Con pasajeros de largo recorrido,
Con viajeros que se encuentran siempre en el andén buscando o esperando su tren...
Con personas que esperan el abrazo junto a las vías la llegada del tren

En el gran tren de la vida, algunos comienzan el viaje junto a nosotros, otros pasan  tan desapercibidos que ni nos daremos cuenta que desocuparon sus asientos; otros se montan a la mitad del camino, muchos se bajan antes de que llegues al final de tu destino, y algunos de estos, dejaran un vacío permanente.. y muy pocos permanecen junto a ti hasta el final; pero sin duda, cada una de estas personas dejarán algo en nosotros, que recordaremos con mayor o menor intensidad a lo largo de nuestro viaje.

Un viaje donde las emociones están presentes, emociones que no siempre sabremos manejar, pero que cuando las hemos vivido lo hemos hecho como mejor hemos sabido o podido en cada momento. Un viaje de esperas, despedidas, reconciliaciones, encuentros, desencuentros, miradas, abrazos y muchos besos.

La clave de este maravilloso viaje, consiste en tener una buena relación con todos nuestros compañeros de viaje, dando  lo mejor de nosotros y en haber disfrutado del corto o largo trayecto  realizado juntos.

El gran misterio para todos, es que no sabemos en qué estación nos bajaremos, ni quien ocupará el asiento de al lado, por eso, debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar y ofrecer lo mejor de nosotros... Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejaremos gratos recuerdos a los que continúan viajando en ese tren de la vida.

Te deseo que disfrutes de tu viaje, que sepas ver los paisajes, que dediques tiempo a pensar, sentir,  a estar en silencio, a escuchar a tu compañero de ese momento, que le mires a los ojos, que de vez en cuando cojas su mano y que sepas regalarle una sonrisa si decide bajarse en la próxima estación.

Y si algún día fuiste compañero de viaje, GRACIAS, porque seguro que algo en mi dejaste.

Si no lo has sido, y algún día coincidimos en ese tren, quiero que sepas que  mi vagón es amplio, que podrás moverte cómodamente, que nunca te pediré que te quedes, porque espero que si tú lo deseas así lo harás, pero si no me siento cómoda a tu lado dejaré libre mi asiento...

Si te sientes tranquilo a mi lado, si sientes que soy buena compañera de viaje y deseas viajar cerca de mí, cuídame.

Sube al tren, hay un asiento reservado para ti.

¡Feliz Navidad y Feliz viaje!
"Tú siempre viajarás conmigo".


Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

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