jueves, 4 de mayo de 2017

Olvidos tóxicos



Si contaminas tu memoria para esquivar el sentimiento éste te esperará en cualquier rincón de tus emociones, en el filo de tu pensamiento o en la esquina de tu cama.  
 
Si dejas que la frustración ensucie el nombre que silencias, el silencio moverá tus emociones y tu almohada  las lágrimas. 

Si buscas la calma en otros ojos, otra boca y otro cuerpo, la calma no será calma  sino desasosiego.
Cierra los ojos y respira hondo y llora hasta que sientas que tienes alma. 

Ahora toca secarse las lágrimas y vivir el aquí y ahora. Mira tus manos, tu cara y tu cuerpo y hasta lo que llevas puesto. 

Mira y reconoce dónde estás y lo que hay a tu alrededor y no bloquees a tu sentimiento, simplemente déjale que pase por tu pensamiento y se vaya, sin más. 

No llenes tu memoria de recuerdos manchados, estos ensuciarán tus días y tus noches, y el miedo estará siempre a tu lado. 

El olvido necesita tiempo, pero nunca contaminado. 

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

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