Sexualidad positiva: Harley

El martes, 19 tuve que dejar de irse a mi perra Harley. Ayer la besé y la arropé con mis brazos antes de incinerarla.

Harley no estaba enferma, al menos yo lamentablemente no lo he sabido.

Harley me ha enseñado a valorarme y a quererme tal cual soy. Ella salió conmigo el primer día a la calle a decirle al mundo que mis ojos eran “más ciegos que los del resto”. Mi perra me enseñó a caminar con la mirada siempre al frente, y a sentirme orgullosa de las cosas que había conseguido.

Harley me ha regalado paz, seguridad y sobre todo mucho amor.

Siento demasiado dolor, demasiada pena, pero también siento que todo el amor y afecto que habéis mostrado a ella quienes la conocisteis, merecéis saber de ella y a ella también donde quiera que esté le gustará sentir vuestra caricia.

Mis dos niñas... Jenny te ha querido tanto como tú a ella...

De manera que es por ella por quien hoy nuevamente me muestro aquí para que le digáis lo que queráis o simplemente la recordéis como una perra especial.

Con Rosa María Artal. UIMP 2012

Harley ha sido una perra fuerte, nunca se ha quejado, lástima. Pero sobre todo mi perra ha sido feliz. Ha ido a la playa, al campo, al cine, al teatro, ha visitado museos, ha viajado…

Más de lo que la he querido y la quiero creo que no se puede querer.

A Harley le gustaban las personas, casi más que los perros. Quizá por eso a las personas les gustaba tanto Harley. Quererla era fácil…

Harley era una perra inteligente y muy cultivada. Fue a la universidad y se licenció en Psicología. Hizo diferentes másteres con excelentes resultados. Asistió a muchos cursos y congresos donde conoció a mucha gente interesante y donde sedujo con su mirada y andares a otros tantos.