Desde que no vives en mi fumo tabaco
de liar, bebo Gin tonic y conduzco una Harley-Davidson y veo las estrellas y leo en la biblioteca
libros de bolsillo y veo películas subtituladas y hago crucigramas y corro maratones. Hago puenting
y juego al pádel, al tenis y al pin pon.
Hago encaje de bolillos y también punto de cruz. He dejado de nadar y de escribir de sexo, de
amor y desamor. Ahora escribo artículos de trigonometría.
Desde que no vives en mi llevo pirsin en la
nariz, tatuajes en la espalda, el pelo como la pantera rosa y escucho a Iron Maiden para dormir.
Desde que no vives en mi no maquillo mis labios ni me pongo
medias ni tacones, me ha crecido bello en las piernas y mi pelo ha dejado de
ser especial….Desde que no vives en mi he dejado de ser sexy y gustar a los
hombres y a las mujeres también.
Desde que no vives en mi soy creyente, tengo sentimientos de
culpa, rezo cada noche y practico la
meditación.
Desde que no vives en mi he tenido tres hijos y a los tres
les llamé como tú. En tu honor, cada onomástica cumplo 30 años, o quizá sean
treintaitrés o treintaicuatro, dímelo tú.
Desde que no vives en mi no me masturbo ni lubrico ni tengo
fantasías ni miro a otros hombres ni salgo a la calle ni como chocolate ni
tostadas con mantequilla y mermelada de
melocotón.
Desde que no vives en mi he conocido a tus amigos y a tus
padres y tú y yo somos amigos en Facebook.
Desde que no vives en mi todo ha dejado de estar en su
sitio, también yo.
Desde que no vives en mí
yo dejé de vivir en ti.
Desde que no vives en mi he dejado de pensarte, de desearte,
de mirarte, de recordarte y de echarte de menos y también de más.
Desde que no vives en mi he dejado de quererte.
Fdo.: Raquel Diaz
Illescas.
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