…En la
cama, en el coche, en el tren o en el avión, en la mesa de tu despacho o en la
de la cocina, en el baño o en el salón,
en la arena de la playa o en el mar, en el campo, en la calle, en un
restaurante o en un mini bar. ..
Gritando,
hablando, susurrando o en silencio.
Vestido,
y mejor desnudo.
Déjame
que te folle cada uno de tus sentidos.
Déjame
que te folle sin importarte si tengo
orgasmos o no, si has estado mucho o poco tiempo con tu pene erecto o eyaculas
antes de que yo haya llegado al principio y al final de la “O”·.
Déjame
que te folle dentro o fuera de las sabanas.
Déjame
que masturbe tu mente mientras tú te
comes todas mis palabras.
Déjame
que te mire mientras entras y sales de mi, déjame que vaya y venga con mi
fantasía y cree mundos contigo y sin ti.
Déjame
que te lleve al precipicio y acaricie todos tus límites, y que sientas que en un
instante puedo hacer que todo lo que se mueve dentro de ti se quede en mí.
Déjame
que folle tu mente y todos tus pensamientos vacíos, todos los que invaden tus laberintos.
Déjame
que te folle mientras mi nombre se va tatuando en tu piel.
Déjame
que me folle todos tus silencios y
encuentre todas tus palabras.
Déjame
que provoque y seduzca a todos los hombres que hay en ti.
Déjame
que te susurre al oído con palabras
desordenadas, provocadoras y trasgresoras.
Déjame
que te chupe el alma y te adentre en los infiernos.
Déjame
que entre tus dedos, en tu lengua y en tu boca, sea todas las mujeres que hay
en mí.
Déjame que te folle y me folles con tus dedos, con
tu lengua, deja que tu boca me cuente todos tus deseos.
Y
aunque tú no me dejes, te seguiré follando aún cuando te hayas ido.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas
Grandes palabras, con gran enfoque sexual. Mencanta!!
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