Me erotiza mirar a los hombres cuando nadan. Hacerlo
me relaja, me excita y no me permite pensar.
Me erotizan los hombres que nadan, los que nadan bien.
A Crol, a braza, mariposa o espalda, todos me vienen bien.
Me erotizan los fondistas y los velocistas lo hacen
igual.
Me erotiza los hombres con gorro, gafas, aletas y
con bañador también, si es de natación más.
Me erotizan en la piscina, en el río y de igual
manera en el mar.
Me erotiza el
rolado de su espalda a pecho, si
es previo a la vuelta de campana un poco más.
Me erotiza la presión de sus piernas y la voltereta que
dan para girar.
Me erotiza cuando dan la vuelta de campana, tanto como
la abierta.
Me erotiza sus brazos, sus hombros, su abdomen, sus
piernas y el impulso de su cuerpo al
salir aún más.
Me erotiza su cuerpo mojado y el dibujo que hace el
agua sobre su piel al nadar y sin nadar
también.
Me erotiza los altos, los bajos, los más fuertes y
los menos también, siempre que naden bien.
Me erotiza la negación acelerada de su cabeza al bracear, y al salir aún más.
Me erotiza los cuerpos tatuados y los no también.
Los que llevan
piercing y los que no.
piercing y los que no.
Me erotizan los hombres con bello y los depilados también,
siempre que sepan nadar bien.
Me erotiza su cuerpo bajo la ducha antes y después
de nadar más.
¿Me erotizan todos los hombres que nadan? No que va
solo los que nadan bien.
Fdo.: Raquel
Díaz Illescas
No hay comentarios:
Publicar un comentario