El gusto por los traseros no es patrimonio del genero masculino, también a las mujeres les resulta erótico, excitante y sensual contemplar los glúteos de los hombres y también a estas les pone “jugar” con la puerta de atrás en la que algunos tienen vetada su entrada.
De manera que ha muchas mujeres les
gusta que entren en juego sus nalgas, lo disfrutan y lo gozan con esta
práctica, pero también les gusta y les pone mucho jugar con las de su compañero
sexual.
En la práctica del sexo anal la mujer no
tiene porqué mantener una actitud pasiva. El sexo anal puede ser
bidireccional...
Aún siendo el orificio anal una zona muy
placentera para los hombres, no todos permiten el acceso a lo que para ellos es
un “territorio restringido”, pues muchos ven en este gusto, placer o deseo una
amenaza de la que se deben proteger “por si acaso...” por si acaso les gusta
demasiado...
Pero la realidad es que los hombres que
se abandonan y se dan permiso para disfrutar de una manera integral de su
cuerpo gozan mucho de las caricias y masajes anales. Y es que este placer nada
tiene que ver con la opción sexual de cada cual. En el sexo hay que dejarse
llevar y disfrutar de cada rincón de nuestro cuerpo, llámese este como se
llame.
Hay algo fundamental
cuando practicamos sexo anal, en una u otra dirección... Éste debe ser suave y lento al inicio.
Es en esta parte donde es muy probable que se sienta un poco de dolor o
molestia, sin embargo, cuando el esfínter se dilata, al cabo de unos segundos,
el dolor desaparece para dar lugar al placer y a las nuevas sensaciones.
Y es que a muchas mujeres les encanta y
disfrutan experimentando con diferentes zonas de su cuerpo y con las de su
pareja...
Cómo jugar con las nalgas de tu chico o chica:
1. Tus dedos: no todos los chicos mantienen una actitud relajada cuando
su chica está dispuesta y preparada para entrar en su “zona restringida”, de
manera que debes hacerlo con mucho cuidado, despacio, sin prisas y siempre con suficiente
lubricante y con él comienza a tocar la zona para que el esfínter muscular no ofrezca
resistencia y se relaje (en las sex shops venden muchos que son especiales para el sexo griego: más
espesos y de mayor duración) de lo contrario tu chico sellará la puerta de atrás y
no deseará volver a poner en juego esta parte de su anatomía.
2. Dedal de látex: si no
te hace lo de introducir tus dedos, los dedales de látex están muy bien.
Pruébalo, pero no olvides el uso abundante del lubricante.
3. Juguetes (dildos,
vibradores, etc.): antes de poner en práctica el uso de estos juguetes con tu chico, es conveniente que
este se haya familiarizado y gustado, el contacto con su ano, de lo contrario,
no tengas prisa para usarlos. Cuando llegue el momento empieza por los de un
tamaño inferior y siempre lubricando
antes la zona. Recuerda, no sirve
cualquier juguete pues el ano es
orificio de salida. ..
4. Arnés “cambio de roles”: Para los más
atrevidos y atrevidas... ¿Qué mujer no ha fantaseado con penetrar en vez de ser
penetrada? A muchas parejas les encanta y les pone mucho que sea su chica quien
le penetre. Esto se puede conseguir
poniéndose ella un arnés. Hay diferentes tipos y diferentes formas de ser
usados. La imaginación es un excelente recurso... Recordar que al igual que en cualquier
práctica, esto debe ser consensuado con
la pareja pues se trata de que ambos disfrutéis.
5. Otros: una vez que la imaginación a entrado
en juego, solo queda gozar de los recursos que os hagan disfrutar a ambos.
El sexo anal o griego puede ser una
experiencia deliciosa, excitante y altamente placentera para ambos miembros de
la pareja.
Desprenderos de prejuicios y tabúes que
os impidan o dificulten vivir nuevas experiencias. Disponemos de un cuerpo
estupendo para gozar y ser gozado y una mente dispuesta a caminar al ritmo que
tú le marques ¿cuál es tu ritmo?
Si quieres leer el post de la semana
pasada:
Fdo.: Raquel Díaz Illesca
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