En mis
silencios hay esquinas y rincones. Hay espacios donde las palabras se hacen
mudas y los sonidos se transforman en silencios.
En mis
silencios hay habitaciones con ventanas soleadas, con paredes vacías, con
estanterías asimétricas.
En mis
silencios nunca hay silencios. Gritan cuando estoy sola. Gritan aún cuando tapo
su boca.
En mis
silencios hay puntos y comas. Hay puntos y seguidos y también muchos puntos y
aparte. En mis silencios hay adverbios y preposiciones y conjunciones sin
conjugar.
En mi
silencio reinan los interrogantes y se encarcelan las respuestas.
En mis
silencios viven las palabras mudas. Las que esperas, las que demandas y las
que deseas.
En mis
silencios viven todos los tiempos verbales, también los presentes.
En mis
silencios se esconden las emociones y se protegen los deseos.
En mis
silencios me buscas, pero no me encuentras.
En mis
silencios caben todos los mundos vividos y los que desearía vivir.
En mis
silencios me quedo cuando siento vacío. Cuando me alejo. Cuando quiero huir. Cuando estoy cansada.
Cuando te siento demasiado cerca, demasiado lejos, cuando dejo de sentirte.
En mis
silencios te espero para que dialoguen nuestros besos.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas
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