Si tu pene duerme cuando tú lo
necesitas despierto.
Si te abandona en el mejor o
peor momento.
Si le haces el protagonista de
todos tus encuentros.
Si no le permites algún despiste
o descanso.
Si esperas que sea solo él quien
resuelva tus deseos y los ajenos.
Si huyes, abandonas,
comparas y le llenas de inseguridades
todos los momentos, los amorosos, los sexuales e incluso los sueños.
Si te evalúas y dejas que te
valoren en función de su rendimiento.
Si permites que le humillen y tú
te conviertes en quien más le juzga.
Quizá, es que necesita que estés
contento y tranquilo para quedarse contigo.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas
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