viernes, 28 de octubre de 2011

Masturbación femenina: Masturbando a tu pareja (2 de 2)

Y con tus dedos, o lengua, seguimos en el pubis de tu pareja…

 
• Algunas mujeres disfrutan más con una presión directa del clítoris, mientras que otras prefieren que se les acaricie y estimule los laterales. Investiga qué le gusta a tu chica, o mejor pregúntaselo.

• Lubricación: no puedes iniciar y menos aún continuar la masturbación si tu chica no está bien lubricada. Esto puede conseguirse de diferentes formas:

Humedeciendo tus dedos con tu saliva o con la de ella. A veces esto puede resultar cansado y puede desconcentrar a tu pareja.

 

 Ir lubricando y humedeciendo el clítoris con la propia lubricación vaginal (introduces un poquito el dedo en la vagina y lo vas deslizando por toda la zona) esto resulta muy placentero, pero hay que tener experiencia para no perder el ritmo. El dedo de una mano lo puedes tener sobre o cerca del clítoris y el de la otra proporcionar la lubricación.

 

 Con un lubricante: esto acaba siendo lo más cómodo, práctico y gratificante, ya que su textura suele ser muy agradable y una dosis puede ser suficiente para la masturbación.

 

• Suaves “golpecitos”: Utiliza una mano para echar los labios vaginales hacia atrás para que el clítoris quede lo suficientemente expuesto (esto hazlo con suavidad) y con un dedo de la otra mano puedes darle ligeros y suaves golpecitos. Esto le gusta a muchas mujeres, pero no a todas. Prueba. Si no le gusta, pasa de este punto.

• Pon tu dedo pulgar e índice alrededor del clítoris. Haz movimientos giratorios haciéndole deslizarse suavemente entre tus dedos. Dale un masaje circular y presiónalo con ellos. También puedes mover tus dedos de arriba a abajo. Puedes acompañar estos movimientos de caricias con la otra mano en los pechos, los pezones o el cuello.

• Otra de las cosas que resultan muy placenteras es introducir uno o dos dedos en la vagina, mientras con la otra mano sigues acariciando el clítoris de tu pareja. Mover ligeramente el dedo índice en el interior de la vagina, en un movimiento de acercamiento ayuda a localizar y estimular lo que han dado en llamar “punto G”, ya que resulta muy excitante para la mujer. Recomendación: no introducir demasiado el dedo, es más estimulante en la entrada de la vagina.

 

• En la vagina, prueba a rastrear los pliegues y el área que la rodean. Presta atención a las rugosidades internas sensibles, llamados labios menores.

• Estimulación anal: hay a mujeres que les resulta muy placentero y excitante que a la vez que se les está estimulando el clítoris se les introduzca un dedo en el ano.

Recuerda tres cosas:

1. Es importante y necesario, cuidar nuestra higiene en cualquier práctica sexual, pero lo es aún más en la que nos referimos, debiendo recordar que en el ano hay muchas bacterias, por lo que es aconsejable que utilices un guante o dedo de látex, que por supuesto no introducirás seguidamente en su vagina, sino que te lo deberás quitar o cambiar por otro sin usar.

2. Asegúrate de que la zona esté bien lubricada, de lo contrario le harás daño y sentirá rechazo en los futuros intentos.

3. No a todas las mujeres les resulta gratificante esta práctica, o simplemente algunas no desean llevarla a cabo, por lo que es importante que lo hables con tu pareja, o estés atento en sus reacciones a tus intentos.

Lo cierto es que no hay una técnica que nos garantice el éxito, pero la clave está en ir probando, atendiendo siempre a la respuesta de nuestra pareja.

La clave está en
:

Escuchar las indicaciones de tu pareja. Olvídate de cómo les gustaba a tus anteriores compañeras sexuales, aquello de ir de explorador aventurero no siempre garantiza el éxito. Deja que tu pareja te haga de guía y te muestre las exquisiteces de su sexualidad.

Cuando estés estimulando su clítoris, mantén el ritmo y los movimientos (circulares o arriba y abajo): Deben ser constantes. Si cuando tu pareja está llegando al clímax vas tú y cambias el movimiento de los dedos o el ritmo, es muy probable que pierda la concentración (e incluso se “mosquee”) y tenga que volver a empezar. Si crees que tus falanges se pueden ver dañadas, es preferible que adoptes un ritmo lento pero invariable. No se trata de que ella “experimente” lo que tú crees que le gustará, sino cómo ella lo desea.

No la presiones con “que acabe ya” y preguntas del tipo ¿acabas, te viene ya? y menos aún decirle lo cansado que estás. Por favor: dormirse está prohibido. De manera que si estás cansado no inicies esta práctica con tu pareja pues si por cansancio te durmieras, sería complicado iniciarlo nuevamente en futuros encuentros.

Cuando su orgasmo se haya iniciado, no pares la estimulación, de lo contrario se verá interrumpida y esto seguro que no le hará mucha gracia…

El lubricante será una garantía de mantener la zona siempre húmeda.

Recuerda que además posees un órgano muy potente, tanto que llega a ser el más poderoso de todo el cuerpo en relación tamaño/fuerza (que no es tu pene) te hablo de tu lengua. Úsala. Deja que se deslice por el clítoris, labios mayores y menores, vagina…Es ideal por su humedad y temperatura. Tu compañera seguro que te lo agradecerá.

El camino para llegar a un orgasmo delicioso, es transitar  por los valles, fuentes, montañas, bosques, cuevas y dunas de tu pareja. En el clítoris, aunque maravilloso, no empieza y termina el placer de una mujer.

Fdo.: Raquel Díaz Illes.

lunes, 24 de octubre de 2011

Masturbación femenina: ¿Sabes masturbar a tu pareja? (1 de 2)

Explora, prueba, investiga y déjate guiar por tu pareja


La escuela del sexo parece haber sido para muchas personas la gran pantalla. Sentados en sus butacas, unos y otras contemplaban fascinados los encuentros sexuales de dos cuerpos sudorosos y excitados como bonobos, que se lanzaban el uno contra el otro y con unos cuantos embistes del actor en cuestión, la chica gemía y gritaba como si la estuvieran matando. La estimulación del clítoris o la práctica de sexo oral con la chica no se veía por ninguna parte, aunque sí alguna felación que otra, y sin embargo ella parecía acariciar los cielos sin que el clítoris hubiera salido a escena. Y claro, los caballeros que ven este despliegue de gemidos y aspavientos por parte de la chica ¿Qué pueden pensar después de ver a ésta al borde del éxtasis? Posiblemente lo que piensen es que lo importante es tener su miembro como un garrote y aguantar mucho tiempo con él dentro.

Y ellas ¿qué piensan cuando ven que la chica de la peli se pone como una moto cuando el guaperas no hace otra cosa que meter y meter y va y llega al clímax? ¿Serán ellas las raras por no alcanzarlo como la de la película? ¿Por qué la protagonista llega sin problemas y sin embargo ellas precisan de la estimulación de su clítoris? Y entonces es cuando las propias mujeres se convencen de que algo les pasa y que deben aprender a tener orgasmos vaginales, como el resto de las mujeres, con ello dentro, como las del cine.


Y es que, a pesar de lo que muestran las escenas con contenido erótico y más aún las pornográficas, la generalidad de las mujeres precisa de la estimulación directa del clítoris para llegar al orgasmo.

Es por esto que cuando se masturban, la mayoría no introduce nada por su vagina, aunque el primer tercio de la misma sea muy placentero y las mujeres disfruten de ello, aunque no tanto como los hombres presuponen.

Está bien eso de “meter”, pero si además quieres que tu pareja tenga un orgasmo estupendo, es preciso que el clítoris tenga protagonismo, ya que es la zona más sensible y placentera de la anatomía femenina, aunque haya otras zonas que también le guste que le acaricies, beses, chupes o lamas. Si tú quieres, puedes aprender a estimularlo y proporcionarle el orgasmo tú mismo, con tus dedos o con lo que desees y a ella le guste y te permita.

Los gustos, preferencias, deseos o necesidades sexuales de cada mujer varían de unas a otras. Cada mujer es diferente y por lo tanto también su sexualidad. Saber cuáles son las necesidades de tu compañera, facilitará y contribuirá a enriquecer vuestras relaciones sexuales. No es preciso que hagas de Cousteau, pídele que te guíe con su mano y te enseñe dónde y lo que más le gusta.


La forma, manera, intensidad, frecuencia, posición o lugar de masturbación, no es unánime en todas las mujeres. Lo cierto es que no existe una técnica que sea más adecuada que otra, todo depende de los gustos de cada persona. Aquí se exponen algunas de las claves para masturbar a tu pareja para que consiga acariciar el cielo y si lo desea, adentrarse en los infiernos:

• Primero: ella debe querer y desear que seas tú quien navegues con tus dedos por sus genitales.

• Crea el ambiente ideal, que ambos estéis en clave erótica y podáis fantasear y dar rienda a vuestra imaginación. No tengas prisa porque llegue rápido, el orgasmo dura unos segundos, sin embargo el camino hacia éste es delicioso y muy excitante…

• Asegúrate de tener tus manos limpias y las uñas bien cortadas y perfectamente limadas, de lo contrario podrías ocasionarle alguna herida que interrumpiría este momento. Recuerda quitarte anillos, reloj, pulsera, etc. que puedan dificultar el movimiento de tus dedos o sea molesto para tu compañera.

• Ella debe estar tumbada sobre su espalda y con las piernas semiabiertas. Tú a su lado lo más cómodo posible.

• Puedes empezar acariciando su pecho, cuello, hombros, parte interior de los muslos, el abdomen o las manos. Esto hará que se vaya poniendo a tono y quiera más…


• Es frecuente utilizar los dedos índice y corazón para la masturbación, aunque también se puede utilizar el pulgar.

• El ritmo y la intensidad de la masturbación dependen mucho de los gustos de cada mujer. Podríamos decir que es la parte clave para llegar al orgasmo. Por lo general, al masturbar, el roce directo del clítoris o realizado con mucha fuerza suele ser molesto. Es mejor hacerlo de forma delicada y despacio, dejando que sea ella la que te indique si debes o no aumentar el ritmo y la presión.

…Y con más y en esa posición, seguiremos la semana que viene…
 

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿Cómo se masturban las mujeres? (III)

..Con el dedo, en la ducha, en un jacuzzi, con vibrador, dildo, tumbada, sentada, con las piernas abiertas, cerradas…

La forma, manera y recursos que utilizan las mujeres para auto complacerse no parece ser un tema claro entre el género masculino que focaliza el placer de éstas en aquello del “meter”.

Unas veces por desconocimiento, otras por olvido y otras tantas ensimismados por la excitación o “calentón” del momento, muchos señores se empeñan en visualizar la masturbación femenina como el acto de introducirse en la vagina “juguetitos” que simulan la imagen de un falo. Es verdad que la industria pornográfica se ha servido de los mitos y creencias en torno a la sexualidad femenina y más concretamente de la masturbación, para alimentar el imaginario de la fantasía de muchos hombres y por supuesto, hacer de la erótica femenina un mercado altamente productivo; pero sintiendo desilusionar a algunos o echar por tierra sus creencias, lo cierto es que esto en la mayoría de las ocasiones no forma parte de la realidad. Lo cual no quiere decir que a quien le sea útil lo siga utilizando como recurso en sus fantasías sexuales y pasárselo estupendamente.

No todas las mujeres se masturban de la misma manera, ni precisan estimularse en el mismo punto ni con la misma intensidad. Cada mujer es única. No hay una regla exacta, por lo que sería un error trasladar lo conocido en parejas anteriores a la actual.

Es verdad que el clítoris es la parte más sensible y placentera del cuerpo femenino. La estimulación directa o indirecta del clítoris, lleva la mayoría de las veces a la mujer a alcanzar el clímax, pero lo cierto es que las técnicas que utiliza cada mujer no son homogéneas en todas las de su género.

Hay mujeres que cuando se masturban sólo estimulan sus genitales, precisando estar quietas y concentradas sin que ni si quiera les susurren palabras excitantes; otras por el contrario, requieren de la estimulación auditiva y/o visual mientras lo llevan a cabo; algunas, se acarician también diferentes partes de su cuerpo (pechos, labios, abdomen…) y se mueven de forma más vigorosa. Lo hacen boca arriba, boca abajo, con las piernas estiradas, dobladas; abiertas, cerradas… Unas lo hacen con toda la mano, muchas con dos dedos y otras con uno. Algunas cierran los ojos, buscando abandonarse a sus fantasías, otras prefieren deleitarse viéndolo todo. Y existe un bajo porcentaje de las mujeres que lo hacen sin manos, estimulándose sólo con sus fantasías (estas son las menos) A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres suelen ser fieles a una de ellas durante toda su vida.

Los juguetes eróticos también son un recurso al uso por muchas mujeres, cuando quieren disfrutar a solas o en pareja y dejar descanso a sus falanges (dildos, vibradores, muñecos hinchables, bolas chinas, etc.) Hoy en día estos se pueden adquirir con facilidad, tanto en establecimientos especializados como por Internet. Así mismo los chorros de agua o una buena ducha con un buen mono mango con diferentes posiciones para el chorro (de esos que son formato teléfono), pueden hacer las delicias de cualquier mujer. Esto es una sugerencia que proporciona una masturbación rápida, económica, eficaz, limpia, excitante y muy placentera, tanto para quien la recibe como para quien observa. Si no es el agua el recurso elegido para satisfacerse, es importante y necesario que la zona del clítoris y vagina esté bien lubricada. Muchas mujeres humedecen con saliva sus dedos y otras optan por los lubricantes que son un perfecto recurso para ayudar a que los dedos se deslicen, intensificando el placer de la masturbación. Hay que tenerlos siempre cerca de la mesilla de noche (o donde cada cual lleve a cabo su autoerotismo). Los más recomendables son los de base de agua 100% e igual que los juguetes eróticos, se pueden adquirir en tiendas especializadas, en farmacias o por Internet. Hay mucha variedad.

La masturbación como todo, unas veces resulta más placentera que otras, independientemente del recurso utilizado.

Cualquier forma de estimulación es válida siempre que lo sea para la mujer. No es mejor una que otra, la mejor es la que sea placentera en ese momento.

Y tú ¿Sabes masturbar a tu pareja?

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

sábado, 8 de octubre de 2011

Las mujeres ¿se masturban más, menos o igual que los hombres? (II)

Masturbarse es como hacer el amor con la única persona que amamos verdaderamente Woody Allen-

En pleno siglo XXI la masturbación femenina sigue siendo una práctica que alimenta las burlas, los prejuicios y las necedades de algunos sectores de la sociedad que no entienden que la masturbación forme parte de los deseos, necesidades o apetencias de las mujeres, de las “buenas mujeres” y también de las “malas”. Unas y otras buscan sus momentos de placer bajo las sábanas, en la ducha o donde se precie…

No todas las mujeres manifiestan sin sonrojarse que ellas también disfrutan de su sexualidad a solas; y tanto hombres como mujeres dosifican esta práctica, por otra parte tan saludable, pues siguen pensando erróneamente, que la masturbación es un recurso para quienes no tienen pareja. Esto va cambiando, es cierto, pues la masturbación no está relacionada con tener o no pareja, sino con el propio deseo que una quiera experimentar en cada momento, sin por ello dejar de querer y desear a su pareja.

Y es que todavía hoy, muchos hombres siguen pensando que la mujer que se masturba teniendo pareja, es porque no está “bien follá”. Quizá por esto muchos hombres insisten en que sus parejas lleguen siempre al orgasmo pues con esto creen ellos, no desearían ni tendrían ganas de “hacérselo solas”. Si la mujer se masturba teniendo a su lado a un hombre, automáticamente se responsabiliza a éste de no tener o saber poner en práctica “las buenas artes amatorias”, que harían que su pareja no tuviera que recurrir a la masturbación. Quizá también por esto, las mujeres no comentan con su pareja si lo hacen o no y con qué frecuencia. Y es que a ellos les gusta que ellas se masturben, sí, pero con ellos de espectadores.

Es posible que los hombres se auto estimulen más que las mujeres, o al menos ellos no tienen problema en decirlo abiertamente, pues también se les presupone que su deseo y pulsión copuladora es mayor y deben darle salida para evitar “daños colaterales”. Aun y así, la masturbación tanto en hombres como en mujeres resulta un tema cuestionable por quienes carecen de la información necesaria y suficiente para opinar al respecto.

La masturbación femenina según en qué ámbitos sigue siendo un tabú por lo que sería lógico que la proporción de hombres que lo hacen o dicen hacerlo sea mayor comparada con las mujeres.

En cualquier caso, no existe un número de veces al día o a la semana o al mes que podamos determinar, ya que esto, igual que ocurre entre el género masculino, varía dependiendo de las circunstancias personales de cada mujer, que no siempre está relacionado con tener una vida sexual activa y satisfactoria o tener o no pareja, pues los estudios demuestran que se masturban tanto las unas como las otras. La masturbación no está relacionada con la insatisfacción sexual con la pareja, al menos no siempre. La masturbación es una opción o recurso de la sexualidad de cada mujer.

Es por lo que puede haber mujeres que se masturban todos los días o tres o cuatro veces a la semana o simplemente cuando les apetece, y que sin embargo tienen una vida sexual estupenda con su pareja. Como también hay mujeres que no se masturban nunca y que tampoco desean mantener relaciones sexuales con su compañero/a; y las que se masturban pero no quieren hacerlo con su pareja y las que no se masturban y se lo pasan bien con su chico. La combinación puede ser tan diferente como lo es cada mujer. De manera que debe quedar claro que hacer juicios de valor basándonos en la frecuencia en que una mujer se masturba para valorar si disfruta de su sexualidad con su pareja o no, sería un error.

Lo que está claro es que la mujer que se masturba habitualmente, sola o con su pareja, tiene un mejor y mayor conocimiento de su sexualidad y podrá ser una buena “guía” para los dedos y/o lengua de su compañero sexual. De manera que el género masculino debe alegrarse de que las mujeres lleven a la práctica lo que ellos vienen haciendo desde generaciones con tanta destreza.

Realmente ¿importa mucho la frecuencia con que la pareja se masturbe?

Las personas que están en contacto con su propia sexualidad tienen más confianza y son mejores amantes.

Pero ¿Cómo se masturba una mujer?

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.