Tener pareja es para muchas personas un deseo que se dilata demasiado en el tiempo, y en determinadas épocas de su vida se siente con mayor intensidad causando malestar, quizá porque las necesidades psicoafectivas y sexuales se ven desprotegidas…
Y si no tenemos pareja ¿qué pasa con las necesidades psicoafectivas y sexuales? ¿Quedan desnudas? ¿Cómo podemos cubrirlas? ¿Quién puede satisfacerlas?
Teóricamente, muchas de estas necesidades podrían ser cubiertas con diferentes personas:
necesidad afectiva: puede cubrirse con la familia o amigos muy cercanos.
necesidad social: puede satisfacerse con una vida social activa.
necesidad sexual: podría cubrirse con una persona con la cual no mantenga una relación sentimental o de pareja.
Pero lo cierto es que aún cuando estas necesidades podrían cubrirse de la manera anteriormente señalada, en la práctica, llegada auna determinada edad o situación del individuo, la mayoría de las personas prefieren tener una pareja; una persona con la que compartir intimidad, afecto, sexualidad y construir un proyecto de vida. Todo esto, sin dejar atrás a la familia y a los amigos, puesto que pueden y deben mantenerse las relaciones con éstos.
Una pareja “sana y armónica” otorga bienestar y estabilidad. Por otra parte, evita la soledad emocional, social y amorosa, tan temida para la mayoría de las personas.
Y cuando la pareja no llega a cubrir las necesidades psico afectivas y sexuales ¿Qué ocurre? ¿Qué podemos hacer?
Seguiremos...
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Fdo.: Raquel Díaz Illescas.