viernes, 30 de septiembre de 2011

La masturbación femenina (I)

…autoerotismo, ipsación, masturbación, onanismo…

A lo largo de la historia la masturbación ha sido una práctica que ha ocupado la atención y quehaceres de la sociedad del momento. Ha pasado de ser un acto considerado como inmoral a una práctica saludable. El primer criterio estimaba que la masturbación impediría que la especie humana se mantuviera viva sobre el planeta, ya que el semen, en el caso de los hombres, quedaría improductivo. Al referirse a la masturbación femenina se pensaba que si las mujeres lo practicaban, podrían alejarse de los hombres prefiriendo auto complacerse.

Mantener una “conducta inmoral” parece que no era suficiente para impedir que hombres y mujeres dieran gusto a sus cuerpos. En el siglo XVIII el onanismo no sólo condenaría las almas, sino que ocasionaría un sinnúmero de enfermedades según algunos iluminados de la época. La masturbación fue perseguida y castigada físicamente con la circuncisión o la ablación del clítoris entre otras prácticas salvajes, y cuando esto no resultó, el terrorismo psicológico reemplazó a las medidas anteriores. Se decía a los niños que si se masturbaban les crecerían pelos en las manos, la cara se les volvería verde, se les secaría el pene o el clítoris, se volverían locos, les saldrían granos en la cara, se quedarían ciegos, etc. Pero lo cierto es que a pesar de esto, hombres y mujeres han seguido auto complaciéndose en la intimidad.

En el siglo XXI todavía hay sectores de nuestra sociedad que ven la masturbación como una práctica sucia, de personas solitarias, insatisfechas, viciosas e inmorales; sin embargo, la medicina moderna reconoce que la masturbación no produce daños ni a corto ni a largo plazo, y la considera una práctica normal y saludable incluso anti estresante.

Las mujeres…

Entre un 70 y un 82 por ciento de las mujeres se ha masturbado hasta llegar al orgasmo alguna vez en su vida. Muchas empiezan pasados los 20 años, o cuando ya han realizado el coito. Es posible que algunas mujeres no lleguen a masturbarse nunca.

Sí, las mujeres también se masturban. Solas, a solas y también algunas permiten que se lo haga su pareja. Y sí, disfrutan mucho haciéndolo y siendo estimuladas.

Es verdad que todavía hay mujeres que no se masturban, que no lo han hecho nunca, y otras que aun practicándolo, lo niegan y/o se sienten poco decentes e incluso culpables. Pero afortunadamente las mujeres han ido despojándose de miedos y prejuicios que han dificultado que disfruten plenamente de su sexualidad.

La educación sexual recibida ha contribuido a que todavía en nuestros días la masturbación de las mujeres sea un tema tabú, no así la de los hombres que abiertamente manifiestan sin pudor practicarla desde edades muy tempranas, siendo esta aceptada y fomentada por ambos sexos.

A pesar de ser la masturbación femenina una práctica cada vez más común entre las mujeres, esta no es comentada entre los grupos de iguales (como sí podría darse entre los hombres) como tampoco con la pareja. Es algo que se silencia y que se considera parte de la esfera de lo privado.

La masturbación es una práctica saludable, que permite a las mujeres un mejor y mayor conocimiento de su cuerpo y de su respuesta sexual. Es una fuente de placer y un estupendo recurso para las fantasías sexuales. Muchas mujeres descubren con la masturbación dónde y cómo les gusta que las estimulen, qué cosas o situaciones “las ponen” más y qué les hace llegar al orgasmo solas o con su pareja. Es también un estupendo relajante muscular, alivia las tensiones y contribuye a mantener un buen estado anímico. Masturbarse es salud física y emocional.

Las mujeres ¿se masturban más, menos o igual que los hombres? ¿Con qué frecuencia lo hacen?

Seguiremos…

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Guía para el desarrollo de la afectividad y de la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual

NUEVO LIBRO


Félix López (2011). Guía para el desarrollo de la afectividad y de la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual. Valladolid: Junta de Castilla y León, Gerencia de Servicios Sociales, Consejería de Familia y Asuntos Sociales.

Con la colaboración de numerosos profesionales de los centros, grupos de familias y grupos de personas con discapacidad, a partir de una larga experiencia de trabajo en este campo, Félix López Sánchez, Catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca, ha elaborado una propuesta práctica y fundamentada para favorecer la mejor integración y normalización posible de las personas con discapacidad intelectual en el su vida sexual y amorosa.

Ello conlleva un reconocimiento de los derechos sexuales y afectivos de las personas con discapacidad intelectual y la fundamentación y propuesta de protocolos de actuación, fundamentados en buenas prácticas que definen con precisión los procedimientos a seguir y el rol de las personas con discapacidad, sus familiares o tutores y los profesionales.

La propuesta se aleja de intervenciones basadas los modelos de riesgo (que sólo interviene cuando los problemas están consumados o únicamente para prevenir riesgos), de la abstinencia (que desde una actitud fundamentalista niega los derechos sexuales y afectivos a las personas con discapacidad), de prescripción (en el que los profesionales asumen los roles de las personas con discapacidad y de sus familias o tutores, prescribiendo actividades sexuales de forma implícita o explícita), fundamentando toda la propuesta en el modelo biográfico y profesional (en el que la propia persona con discapacidad intelectual tiene un rol fundamental, así como la familia o tutores, siendo ellos los que pueden y deben tomar las decisiones, mientras los profesionales son mediadores que defienden los derechos sexuales y afectivos de las personas con discapacidad y ofrecen conocimientos y ayudas específicas).

Esta propuesta empieza con exposición de casos reales (para hacer pensar y darse cuenta que no podemos dejar de intervenir en este campo), sigue con la fundamentación de la propuesta, específica la planificación y tutorización de la vida sexual y afectiva de cada persona con discapacidad, se concretan las buenas y malas prácticas en este campo, analizan las resistencias más frecuentes de familiares o tutores y profesionales y se añaden cuatro anexos fundamentales I.- Modelos de intervención, II.- Evaluación de posibilidades y limitaciones de la vida sexual y afectiva, III.- Protocolos de intervención en numerosos aspectos y IV.- Contenidos que deben ser trabajados en la intervención educativa con las personas con discapacidad intelectual.

Puede encontrar la publicación completa en:



http://www.jcyl.es/web/jcyl/Familia/es/Plantilla100Detalle/1246991411473/Publicacion/1284190278266/Redaccion

martes, 13 de septiembre de 2011

El protagonista de los orgasmos femeninos

Sólo el primer tercio de la vagina tiene terminaciones nerviosas que hacen que la penetración sea placentera para las mujeres, aunque ésta no las lleve al orgasmo.


Los hombres se siguen preguntando, aún hoy, por qué su pareja no llega al orgasmo con la penetración. Ellas, por qué llegan estimulándose el clítoris y no así con el coito que tanto les gusta. Y es que por muy sabios que nos creamos en materia sexual, todavía tenemos que explicar que el placer que siente el hombre en la penetración no es el mismo que el que siente la mujer con esta misma práctica. Pene no es igual a vagina sino a clítoris, que es la fuente de placer y de los orgasmos femeninos.

La ausencia de orgasmos con la penetración ocasiona frustración en algunos hombres, que no acaban de entender cómo con su miembro viril no son capaces de hacer acariciar el cielo a su chica. Piensan que hay algo que no está funcionando correctamente: quizá es que ella no está en lo que debe estar, o quizá es que él no está a la altura de las circunstancias…

Ellas se sienten “raras”, pues no entienden cómo todo el mundo (creen ellas) practica coito y se lo pasa muy bien. En las series de televisión y en el cine las chicas gimen como perras y hasta gritan cuando el guaperas de turno las embiste con su estupendo pene. Debe tenerse en cuenta que esto no es suficiente para llegar al clímax.

Lo cierto es que el cine ha hecho un flaco favor a las relaciones sexuales, tanto en hombres como en mujeres, contribuyendo a mantener muchos de los mitos en torno a la sexualidad femenina, entre ellos el del orgasmo.

El coito se muestra en la gran pantalla como el súmmum del placer sexual. Dos cuerpos sudorosos se lamen, gimen, meten, sacan, al compás de palabras para la ocasión, en una cama, en el suelo, encima de una mesa…Da igual, pues aquí parece que lo importante e interesante es que el pene del chico sea grande, se mantenga erecto y aguante mucho, para que la chica en cuestión “se corra” en cualquiera de los embistes. Aquí nadie piensa en el clítoris, ni siquiera la interesada.

¿En cuántas escenas de cine o televisión hemos visto que la chica o su pareja sexual estimulen el clítoris mientras practican coito? ¿En cuántas hemos visto eyacular primero al chico y después que éste busque con sus dedos o con su lengua el clítoris de su pareja? Parece que tanto el cine como la televisión no le dan ningún papel al clítoris, ni siquiera el de secundario.

Y es que los hombres siguen pensando e imaginando que cuando una mujer se masturba lo hace metiendo en su vagina el dedo, vibrador o el juguetito que tenga a mano. Y no, esto no es así, al menos en la mayoría de las mujeres que tienen muy claro dónde tienen que estimular para disfrutar al máximo.

Dejemos ya de hablar de una vez de aquello del orgasmo clitoridiano o el vaginal: hay simplemente un orgasmo. Otra cosa será la manera en que lleguemos a éste. Unas mujeres llegarán con más facilidad con la estimulación manual, otras con el rico y placentero sexo oral, otras con la motivación indirecta durante el coito, otras no tendrán problema en conseguirlo de cualquier forma y algunas estarán todavía esperando a tenerlo con la penetración. Lo que está claro es que el orgasmo femenino tiene como protagonista principal al clítoris.

Es verdad que a pesar de saber esto, el deseo de llegar al orgasmo con la penetración subyace en el pensamiento de todos, y esto es posible, pero sin olvidarnos de nuestro “amigo”. La clave está en encontrar la posición en la que él o ella tengan disponibles sus manos para poder estimularlo durante la penetración; así mismo, también es posible que en ausencia de los dedos, la mujer situada encima presione con su pubis al de su pareja (el clítoris se estimulará de manera indirecta).

Se puede afirmar que en cualquiera de estas prácticas es importante que la mujer se abandone al placer y que haga uso de la fantasía, ya que ésta facilitará y contribuirá a un orgasmo más placentero. Sabemos que esto no es del agrado de muchos hombres que no entienden por qué la mujer debe pensar en otras cosas. Pero lo que está claro es que sí lo es para la mayoría de las mujeres.

Conviene recordar que a los hombres les encanta ver a su pareja masturbarse delante de ellos; cuanto más desinhibidas y excitadas se muestren ellas, más calientes se pondrán ellos.

La sexualidad femenina debe ser una parte más de la educación sexual que se transmita a los jóvenes; de esta manera evitaremos que nadie tenga frustracions en un futuro próximoe

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

lunes, 5 de septiembre de 2011

PARA ELLOS: Claves para ser etiquetado como “buen amante” (y II)

El orgasmo de las mujeres es una incógnita para muchos hombres; para otros, algo por descubrir y experimentar, y algunos simplemente se preocupan de disfrutar con su pareja.

Uno de los fines de la sexualidad es el placer ¿Sin orgasmo no hay placer? ¿Siempre hay que tener orgasmo? ¿Y después del placer viene la calma?…

Seguimos…

12. Sexo oral: Es verdad que no todas las chicas “se dejan” acariciar su clítoris, vulva o vagina con la lengua, unas veces porque piensan que te cansarás, pues a ella le cuesta abandonarse y tarda en llegar al orgasmo; otras porque no acaban de creerse que a los chicos esto os encanta, y la mayoría por pudor. La educación sexual recibida en cuando a la sexualidad y a lo “decente o no” en las mujeres, se encuentra aquí muy presente. Pero lo que debes tener claro es que el sexo oral es una delicia para nosotras. Muchas llegan al orgasmo con esta práctica. Es infalible, cuando se olvidan de todo, incluso de ti.

¿Y qué hay de los “mimos húmedos” a vuestro pene? Pues claro que hay muchas mujeres que no quieren, incluso no hacen nunca, aquello que tanto os gusta: que hagan de tu pene un estupendo chupachús. 

Grábate algo a fuego: Las mujeres tenemos muy desarrollado el olfato y algo que no huele bien no estará en el deseo de ser comido. Esto es así. ¿Que tú eres muy limpio y que te duchas todos los días? Sí, y ¿qué? Antes de mantener relaciones sexuales con tu chica, pasa al menos por el bidé. Tu pene debe estar limpio de cualquier rastro y sin olores a micción u otros. Olvídate de aquello de que en el sexo vale todo y que si no, se pierde la espontaneidad, y esas cosas que carecen de fundamento, al menos para las mujeres. Lávate y luego sugiere…

13. Sexo anal. No a todas las mujeres les gusta, es más, muchas se niegan en redondo a hacerlo. Sin duda a ti te gusta mucho, te excita y te da mucho morbo, pero debes tener presente algunos motivos por los que tu chica puede que no lo desee:

a) educación sexual recibida, hay mujeres que toda práctica sexual que se salga de lo “normal” (coito) lo atribuyen a mujeres de moral cuestionable. Ante esto, será ella quien decida si desea seguir en el error. Así mismo si tu chica tiene unas fuertes convicciones religiosas, olvídate de cualquier intento pues lo verá como algo ofensivo.

b) le duele: es una zona sin lubricación, por lo que la penetración se hace dolorosa. Si este fuera el motivo, utiliza un buen lubricante que podrás encontrar en cualquier farmacia o establecimiento de artículos sexuales, los hay muy buenos, intenta que sean con base 100% agua (nunca vaselina pues daña el preservativo y sin él, irritará la zona de ambos).

Otra opción es que la excites lo suficiente como para que genere la lubricación necesaria para que la penetración no sea dolorosa.

c) simplemente no quiere. Ante esto, tú decides qué hacer: intentar convencerla con acercamientos cuando esté excitada, o respetar su decisión.

Si practicas sexo anal con tu chica, no olvides las medidas de higiene y protección (no introducir sin preservativo y sin limpiar alternando en vagina y ano, puede ocasionaros infecciones).

14. Orgasmo: Tener un orgasmo es estupendo, pero no siempre deseamos tenerlo. A veces simplemente disfrutamos con el mismo encuentro amoroso y todo lo que ello implica, besos, caricias, y algo incomparable: veros cómo os excitáis y disfrutáis del momento. Recuerda que no necesitamos llegar al clímax para pasárnoslo bien. ¿Que por qué no deseamos tenerlo siempre? Pues por la simple razón de que no siempre nos sentimos con la suficiente energía o ganas como para “ponernos a ello”. No le dediques tiempo a este tema. De manera que si ella te dice que no desea o necesita tener ese día un orgasmo, créela. Limítate a respetar su decisión.

Otra cosa muy distinta y que no debes confundir, es que una vez que has eyaculado te olvides y te eches a dormir sin hacer el acercamiento para continuar estimulando a tu pareja. A no ser que ella te diga lo contrario (si has eyaculado antes de que ella haya llegado al clímax, no debes preguntarle si desea tener un orgasmo, si no quiere te lo dirá) debes continuar. Otra cosa es que se lo preguntes mientras la acaricias y con tono provocador, para excitarla. ¿Te imaginas que ella tuviera su orgasmo primero, se diera la vuelta en la cama y se echara a dormir, dejándote con un palmo de narices? No, ¿verdad? Pues esto es lo mismo.

Y si desea tenerlo, que será lo más frecuente y si eres tú quien le estimula el clítoris, déjate guiar por sus indicaciones y aparca aquello de querer ser tú quien descubra. Es ella quien sabe qué le gusta y cómo le gusta (la intensidad, presión, localización, etc.). Ten presente siempre que cada mujer somos diferentes por lo que es posible que con otras parejas sexuales puedas tener muchas matrículas de honor, pero quizá con ésta te quedes en el aprobado. Tu experiencia no tiene por qué ser garantía para que tu chica tenga un orgasmo cuando y como tú quieras.

Importante: ten en cuenta que la estimulación del clítoris debe ser continuada hasta que concluya y mientras se está produciendo el orgasmo, de lo contrario se cortará (y no le hará mucha gracia). Esto es distinto en los hombres.

Del orgasmo simultáneo, olvídate. No tienes por qué esperar a que tu chica te diga que ya le viene para que entonces tú también eyacules. No se trata de llegar los dos a la vez sino de que ambos hayáis disfrutado del encuentro, con o sin orgasmo.

15. Y después del placer….Preguntar aquello de ¿cómo he estado? ¿te ha gustado? …sobra. Si le ha gustado, lo normal es que te hayas dado cuenta y si no te has dado cuenta te habrás perdido ver disfrutar a tu chica, que por otra parte es muy excitante. Si no le ha gustado, ella debería haberte dicho lo que no le estaba gustando y sobre todo qué es lo que deseaba. Otra cosa es que comentes o habléis de lo bien que os lo habéis pasado. Esto está muy bien pues reforzará los futuros encuentros.

Y mientras habláis no te olvides de abrazarla, mirarla con ternura, besar su mejilla, sus labios o lo que sea. No dejes de estar en contacto con su piel mientras le dices lo importante que es para ti, lo mucho que la necesitas y lo mucho que la quieres. Las mujeres detestamos que os durmáis nada más concluir. ¡Mímala y te adorará siempre!

16. Reproches. Son el caldo de cultivo del conflicto, del desamor y sin duda de la inhibición del deseo sexual. Si le reprochas constantemente a tu pareja el que ésta no quiera ni desee mantener relaciones sexuales contigo, piensa que cada vez que lo haces estás provocando “mal rollo” en ella y si todavía no lo sabes, a un porcentaje muy alto de las mujeres le quitan “las ganas” de cualquier acercamiento, el que su compañero la machaque constantemente con este tema. Entonces ¿qué hacer ante la inapetencia continuada? Puedes hacer varias cosas, que no tienen por qué ser de tu agrado ni coincidir precisamente con tus deseos:

a. Insistir uno y otro día a ver si alguno cuela: esto acaba quemando a ambos miembros de la pareja, a ella porque se siente agobiada. No le da tiempo a relajarse entre una solicitud de sexo y la siguiente y a ti porque te frustra, desesperas y no sabes qué hacer para cambiar esa situación. Es importante que ella no se sienta presionada.

b. Respetar su decisión: ella no quiere mantener relaciones sexuales, déjala, no la presiones. No se puede, no se debe obligar a nadie a hacer algo que no desea. El intentar coaccionar o chantajear emocionalmente o del tipo que sea con el sexo, lo único que conlleva es resentimiento. El no mantener relaciones sexuales con tu pareja no quiere decir abandonar el sexo, puedes si así lo deseas, masturbarte cuantas veces quieras. ¿No es lo mismo? Claro que no, como tampoco lo es que tu compañera mantenga relaciones sexuales contigo cuando lo desea o que lo haga “porque toca” y esto ¿hasta cuándo? Hasta que ambos decidáis.

c. Hablar con la pareja: no me refiero a lanzar reproches o insultos, o a aludir a aquello tan manido de que eres un hombre y que como tal tienes tus necesidades, o al débito conyugal. Es importante que la escuches. Intenta entender lo que te dice y cómo se siente. Piensa que en estas situaciones no sólo sufre una persona. A veces no es fácil saber qué nos está ocurriendo, el motivo y menos aún ser capaces de contárselo a tu pareja.

d. Acudir a un profesional: La inhibición del deseo es un tema común en la consulta. La inapetencia sexual generalmente tiene una causa que a veces es necesario y conveniente consultar con un profesional en la materia. Tú puedes informarte, pero será ella quien deberá ser quien decida si quiere o no ir y más tarde llevar a cabo una terapia y/o tratamiento que aborde esta falta de deseo.

Después de todas estas sugerencias, que sin duda podríamos hacer más extensas y de las que seguiremos hablando, hay un aspecto crucial y pienso que común en todas las mujeres: nos gusta el sexo, más o menos que a vosotros, con más o menos intensidad, pero hay algo que necesitamos para que éste sea realmente completo, que deseemos y queramos repetir. Necesitamos sentirnos especiales e importantes para vosotros. No sólo cuando deseáis momentos de placer sexual. Queremos y necesitamos que os interesen las cosas que hacemos y también las que no podemos hacer…

Deseamos sentirnos valoradas, queridas, consideradas y respetadas. Los conflictos continuados, el desinterés por nuestro estado anímico y emocional hace que nuestro deseo se vea dañado y el amor se vaya transformando.

Os queremos cerca, aunque esto no quiere decir que os necesitemos para todo y en todo momento. Queremos que seáis nuestro amante, pero también nuestro amigo o al menos compañero de un proyecto que podamos compartir juntos.

Queremos formar parte de lo que sentís y pensáis, aunque respetemos vuestros silencios.

Queremos compartir un techo, y también lo que debajo de éste se encuentra. Tenemos responsabilidades familiares y domésticas, como vosotros. No necesitamos ayuda, queremos compartir.

Somos mujeres, no reposo de guerreros.

Poner en valor nuestra sexualidad ha sido un proceso lento y de muchas generaciones.

Deseamos poder disfrutarla a solas y también con vosotros, que por otra parte, nos encantáis.


PARA MELLOS: Claves para ser etiquetado como "un buen amante" (I)

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.