...Te quiero porque me haces feliz...
Te quiero porque al despertar cada mañana sabré que estarás a mi lado...
A ti también Te quiero por haber creado en mí valores humanos...
Y además Te quiero, porque me cuidas cuando
te necesito...
Te quiero aunque no te lo diga muchas
veces...
A ti, Te quiero porque eres lo mejor y más
grande que tengo en mi vida...
Te quiero por no hacerme reproches.
A ti, Te quiero porque siempre que te busco
te encuentro...
Te quiero porque no necesito decir lo siento.
A ti Te quiero, porque haces de mis lágrimas
el bálsamo que necesito...
Te quiero por respetar mis silencios...
No todos los te quiero son iguales. No todos
los te quiero significan lo mismo.
No todas las personas son capaces de decir te
quiero cuando lo sienten; ni tan siquiera todas lo dicen a las personas que
quieren. Hay quien ni siquiera recuerda cuándo dijo su último Te quiero, aunque
sí a quién.
Hay te quieros de amor, filiales, de amistad;
a madres, a hermanas. Hay te quieros que se dicen con palabras; te quieros que
se ahogan en algún lugar del alma. Hay te quieros que nunca se pronuncian, que
se silencian... Hay te quieros a destiempo.
El te quiero es selectivo, aunque no todos
así lo pensemos. Hay quien dice Te quiero por costumbre, por hábito, porque el
momento así lo requiere. Hay quien dice Te quiero para expresar el cariño y
afecto de muchos años de convivencia.
Hay quien dice Te quiero como agradecimiento de un bien recibido. Hay quien
dice Te quiero en circunstancias que sabe se sentirá menos ridículo. Hay quien
dice Te quiero en cuartillas perfumadas. Hay quien dice Te quiero cuando siente
mucho amor. Hay te quieros vacíos.
Decir Te quiero conlleva valentía según a
quien se diga; es enternecedor e inquietante, dependiendo de quién lo diga;
también implica cobardía, según por qué se diga... Hay te quieros que provocan
emoción, orgullo, bienestar; otros, tristeza, melancolía.
Los te quieros se expresan y se utilizan para
muchas cosas: para evocar emociones, pasiones, nostalgias; para alivio del
alma; para transmitir cariño, gratitud; también hay quien dice Te quiero para
endulzar los oídos de quien no consiente. No todos los te quiero son sinceros.
Hay muchas formas de decir Te quiero...
Los amantes tienen licencia para decirse Te
quiero, sin equívocos ni vergüenzas; con palabras; por escrito, en prosa o en
verso; con miradas, o con hechos.
Hay bocas de las que no nacen te quieros. Hay
miradas que buscan, pero no encuentran te quieros. Hay manos que no rozarán te
quieros. Hay almas vagabundas que sueñan
con ser te quiero.
(Del
libro “Mucha Vida” de la Editorial Huerga&Fierro 2004 (pág. 100)
Fdo.: Raquel Díaz Illescas.