Entras, sales, me vapuleas, me desconcentras,
enmudezco, lloro, río, me excito, me masturbo, no duermo, me activo, pienso,
dejo de pensar, siento, me palpita el pecho, ensordezco, mi corazón se detiene,
hiperventilo, dejo de respirar, salgo a correr, voy a nadar, dejo de sentir, te
odio, te quiero, te echo de menos, escribo, leo, hago crucigramas y gano a
todos los juegos, menos al tuyo.
Como un
jinete cabalgas por mi pensamiento, a galope, sin freno….
Cuando
pienso en ti no pienso.
Cuando
pienso en ti soy ciega, sorda y muda; cuando pienso en ti me paralizo.
Cuando
pienso en ti me abandonan las palabras, y el sueño y la cordura y el sosiego.
Cuando
pienso en ti vives en mí y siento que todavía yo vivo en ti.
Cuando
pienso en ti mi estomago se hace contorsionista y mi corazón baila ritmos
africanos.
Cuando
pienso en ti veo cerezos en flor, universos de emociones, tostadas con
mantequilla y mermelada de melocotón,
Cuando
pienso en ti subo a la montaña y me quedo en la orilla del mar y vuelvo al
borde de mi cama y allí espero encontrarte, cuando duerma.
Cuando
pienso en ti pienso en mis posibles y en tus imposibles. En tus fronteras y en
mi horizonte.
Cuando
pienso en ti quiero entenderte, pero no lo consigo.
Cuando
pienso en ti tú me miras en silencio y después de mi nombre añades, “yo te
quiero”.
Cuando
pienso en ti escucho tu risa y la mía y siento mis manos caminar sobre tu
cuerpo…
Cuando
pienso en ti pienso en tu boca y mi boca en la tuya.
Cuando
pienso en ti cierro los ojos y a veces lloro y otras sonrío.
Cuando
pienso en ti lloro en silencio y a veces se me escapa un grito que no parece
mío.
Cuando
pienso en ti subo a los cielos y me adentro en los infiernos.
Cuando pienso en ti la tristeza me seduce y
las lágrimas abren la manguera.
Cuando
pienso en ti me envuelvo con el silencio para dejar gritar a mi cuerpo.
Cuando
pienso en ti siento tu abrazo en calles ajenas y tus manos enredadas en el
vuelo de mi falda.
Cuando
pienso en ti pienso que no eres digno de mí y sin embargo te quiero.
Cuando
pienso en ti el pasado se hace presente en mi boca y en mis manos y en mi sexo…
El futuro no está, como no estás tú.
Cuando
pienso en ti creo que tú también estás pensando en mí.
Cuando
pienso en ti tu cuerpo es mi territorio, mi país y la ciudad donde yo habito.
Cuando
pienso en ti secuestro el dolor para que no me duela. Busco bocas, oídos y
manos para dejar de sentirte, para no pensarte.
Cuando
pienso en ti controlo el impulso de escribirte, de llamarte y empezar a
quererte de nuevo.
Cuando
pienso en ti no quiero saber cómo estás, ni dónde, ni si quiera con quién.
Mi
estomago necesita que deje de pensar en ti, y mi garganta, y mis ojos, y mi cabeza y mi sueño y mis dias
necesitan que deje de pensar en ti.
Cuando
pienso en ti se que dejaré de hacerlo, cuando yo quiera, pero ahora no quiero.
Fdo. Raquel Díaz Illescas.