Mujeres de cuarenta, cuarenta y cinco, cincuenta.... ¡¡Mujeres estupendas!
Inteligentes, guapas, serenas, sensatas, atractivas, competentes, independientes, deportistas, moteras, apasionadas y sobre todo endiabladamente sensuales y seductoras, así son las mujeres de cuarenta y tantos, y si, claro que sí, también con las huellas que va dejando el paso del tiempo y la cariñosa celulitis que se abraza a sus experimentados muslos, que por otra parte las hace tan humanas... ¿y qué?
Son valientes, decididas, cultas, con estilo y además saben idiomas. Hablan de arte, de cine, literatura, política, sexo y afectos. Se enamoran, se ilusionan y también sufren y luchan por amor.
Están casadas, solteras, separadas o divorciadas; con parejas armoniosas o en conflicto; con amantes o ilusionadas, buscando o esperando ser encontradas.
Las mujeres de cuarenta y tantos, somos mujeres “visibles”, aunque la cultura social siga siendo fiel amante de la juventud. Nos negamos a ocultar nuestros años, aquellos que nos han hecho ser quienes somos. Miramos a la vida de frente y deseamos disfrutar de ella sin que para ello debamos pasar por el bisturí e inventar y reinventarnos para parecer más guapas, y sobre todo más jóvenes a los ojos de unos señores que abandonaron los años de juventud incluso antes que nosotras, y que esperan verse seducidos por veinteañeras que les hagan sentirse nuevamente “jóvenes y estupendos”.
Las mujeres de más de cuarenta años, somos mujeres selectivas y modernas. Mujeres que tomamos decisiones, que no nos conformamos. Valoramos el romanticismo y la pareja, pero no a cualquier precio. Nos emparejamos con hombres o con mujeres más jóvenes que nosotras, y también seguimos haciéndolo con los que nos superan en edad.
Las mujeres de cuarenta y tantos ya no esperamos príncipes, ni sapos que convertir en príncipes azules, ni tampoco “especímenes” a los que alimentar egos insaciables.
Las mujeres de cuarenta y tantos, hemos aprendido a mirar a los ojos y a saber decir “NO”, y a dar un paso a delante sin sentirnos culpables.
Disfrutamos de nuestra sexualidad con y sin pareja. Tomamos la iniciativa y nos responsabilizamos de nuestro placer. Esperamos que nos quieran y respeten, no que nos regalen cumplidos vacíos. Deseamos compartir, no buscamos exploradores con “bolas de cristal”. Decimos lo que nos gusta y cómo nos gusta. Hacemos uso del lenguaje emocional y también dominamos el sexual.
Me encantan las mujeres de más de 40 que se sienten orgullosas de sí mismas, y que han sabido ver en el paso del tiempo, un aliado para sentirse más sabias y aún más bellas.
Y a ti ¿qué te parecen las mujeres de más de 40?
Fdo.: Raquel Díaz Illescas.
Si la sexualidad es sinónimo de placer ¿Qué hace que no sea esto lo que sienten algunas personas cuando la practican?; ¿Qué influencia tiene la educación recibida, los modelos sexuales? Para que la sexualidad sea gratificante, ¿qué lugar ocupa el coito?. En este blog, que he llamado “sexualidad positiva”, vamos a ir deslizándonos, con caricias, besos, lametones, y aquello que nos haga sentir bien, en una sexualidad placentera, en una sexualidad positiva….
2 comentarios:
A mí? QUE ESTAMOS EN LA FLOR DE LA VIDA!!!
Muy buenooooooo!!!!!!!!!!
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