sábado, 25 de julio de 2015

Contenedores de tiempos


Tiramos los minutos, las horas, los días… y los tiramos al contenedor de los miedos, las inseguridades, los orgullos, los prejuicios… 

Mientras las bocas esperan y los cuerpos buscan y los sexos crean telarañas.  

Y cuando los minutos, las horas y los días pasan demasiado tiempo en los contenedores, se pierde, se destruye y a veces alguien lo rescata y decide amarlo. 

Y los minutos y las horas y los días tirados, dejan de ser nuestros, de ser compartidos.  

Y las bocas se cierran y los labios se secan y los cuerpos se deshidratan y los sexos dejan de lubricar y las palabras de sonar y los ojos se cierran. 

No quiero en mi vida contenedores que no sean  para echar en ellos la basura.  

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

miércoles, 22 de julio de 2015

¿Que si pienso en ti?



Lo normal…Déjame que lo piense….

Pienso en ti cuando abro los ojos y también cuando los cierro,

Pienso en ti cuando me quedo en silencio y cuando me hablan y cuando hablo y cuando pienso en otras cosas también  pienso en ti.

Pienso en ti cuando estoy sola y cuando estoy acompañada también pienso en ti,

Pienso en ti cuando abro la puerta de casa y también cuando la cierro pienso en ti,

Pienso en ti cuando llueve y cuando hace sol y cuando tengo frío y también cuando siento mucho calor.

Pienso en ti cuando tu imagen y tu voz se filtran en cada una de las páginas de mis libros, de mis notas, de mis escritos.

Pienso en ti cuando cojo el coche, y el tren y el avión, también cuando camino…

Pienso en ti en la piscina y  en el mar y en la montaña, también pienso en ti cuando me siento en un banco en la plaza  y no pienso.

 Pienso en ti cuando desayuno tostadas con mantequilla y mermelada  de melocotón.

Pienso en ti cuando planifico viajes, proyectos, pienso en ti cuando reservo una habitación de hotel.

Pienso en ti al hacer mi maleta y  verla siempre vacía.

Pienso en ti cuando me pongo las gafas de sol para que no me vean, para que no me vean que estoy pensando en ti.

Pienso en ti cuando miro relojes, calaveras, universos de emociones, rosas,  Harley- Davidson, pienso en ti cuando como bombones.

Pienso en ti cuando pienso en tus manos, en tu boca, en tus ojos, pienso en ti cuando pienso en tu sexo.

Pienso en ti cuando voy a un restaurante, al teatro, a un concierto y también pienso en ti cuando voy al cine.

Pienso en ti cuando miro a través de la ventanilla del coche y me quedo en silencio.

Pienso en ti cuando te echo de menos, y también cuando te echo de más.

Pienso en ti cuando escucho música y las canciones me hablan de ti y de  mí.

Pienso en ti cuando me desnudo y cuando me maquillo y cuando me pongo las medias y el vestido y los tacones, también pienso en ti.

Pienso en ti cuando me miran otros ojos y cuando mis ojos los miran.

Pienso en ti cuando te busco, cuando te espero…

Pienso en ti cuando doy día libre a mis lágrimas y también cuando sonrío.

Pienso en ti cuando me miro al espejo, en la ducha también pienso en ti.

Pienso en ti cuando me masturbo y cuando hago el amor, también cuando follo pienso en ti.

Pienso en ti cuando quiero y también pienso en ti cuando no quiero.

Pienso en ti cuando te siento y no te tengo, cuando te miro y no te veo, pienso en ti cuando necesito tus besos, tus caricias y tus te quiero.

Pienso en ti, solo a veces, como tú en mí, solo a veces. 

miércoles, 15 de julio de 2015

Me preguntas ¿Qué son las fantasías sexuales?




Me besas, me chupas, me lames, me amas, me veneras, me odias, me encelas, te encelo, voy y vengo a tu boca sin ser tu boca…

 Cierro los ojos y transformo mi mundo en lo que yo quiero, aunque tú no lo quieras.

Las fantasías sexuales es eso que tú creas, diseñas y dibujas a tu gusto en tu imaginación, a tu gusto, a tu placer y conveniencia, sin el permiso ni el consentimiento de nada ni nadie.

Las fantasías sexuales son un recurso excelente para que disfrutes más y mejor de tu sexualidad, solo o acompañado.

Las fantasías sexuales son esas que tú creas cuando estás despierto, con los ojos abiertos o cerrados, en las que me piensas o piensas en otras o también otros.

Las fantasías sexuales no indican tu identidad sexual, ni tu opción sexual, ni siquiera tus gustos o preferencias sexuales en tu vida sexual.  De manera que tranquilo, tu opción sexual no cambiará por muy homosexuales o perversas que sean tus fantasías.

Las fantasías sexuales son esas en las que consigues viajar allí donde no te lo permite tu tarjeta de crédito y lo mejor es que lo haces con quien quieres, deseas o te da morbo o te apetece en ese momento, que no tiene que ser la persona que amas o quieres, ni siquiera la que más te gusta y deseas en tu vida cotidiana.


Las fantasías sexuales no siempre o casi nunca corresponderán a tus deseos de hacerlas realidad, no tienen que ver con los deseos reprimidos. Son simplemente fantasías y así tienes que vivirlas y experimentarlas.

Las fantasías sexuales   son tuyas. Y esto ¿Qué quiere decir? Que eres tú quien elige el compartirlas, contarlas o silenciarlas. Debes saber que:

  • La mayoría de las veces cuando se llevan a la practica, esa fantasía que tan calentito te ponía y tanto placer te daba, se desvanece y  nunca llega a ser tan estupenda como tú la creaste en tu imaginación. No lo olvides.

  • Si decides compartir tus fantasías contándoselas a tu compañera sexual puede ser que esta lo entienda como tú y os sirva como excitación, o puede ser que sea un motivo de conflicto recurrente. No todas las personas entienden lo que son las fantasías sexuales.

  • Sugerencia: las fantasías sexuales no necesitan darle voz, al menos no en otros oídos.
 Imagina y fantasea tanto como seas capaz de hacerlo. No tengas miedo  a crear, imaginar y fantasear, aunque sean transgresoras, aunque no esté yo en ellas, aunque no estés tú, serán tus fantasías, no tus realidades.  


Fdo.: Raquel Díaz Illescas