jueves, 30 de diciembre de 2010

Deseos para el nuevo año

Te deseo primero que ames y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

...Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre

Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecha un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero enfrente a ti y digas: “Esto es mío“, sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, aún sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.

Víctor Hugo

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Llevo varios días escribiendo esta carta, ninguna me gusta, todas me resultan frías, clónicas, típicas y muy alejadas de mis intenciones.

La navidad no es mi fuerte, ya lo sabéis, pero siento debilidad por vosotros, quizá porque es el día en que las personas que quiero las veo un poco más feliz, más contenta.

Con vosotros sueño, fantaseo y me ilusiono, y eso es estupendo.

Ha sido un año complicado en muchos aspectos y quizá en estos días intentamos maquillar las preocupaciones, las carencias, los afectos, el día a día… y entonces escribimos cartas, cartas con esperanza, con deseos, con ilusiones, cartas que nos hagan sentir que los sueños pueden algún día formar parte de nuestra cotidianidad. Yo así lo creo y quizá por eso os escribo. Desearía que las personas que quiero y que necesito, se ilusionen, aunque solo lo hagan en estos días, que sean capaces de luchar por cambiar las cosas que no les gustan, e intentar vivir en paz con el resto.

Aquí os dejo mi carta, una carta un tanto especial, como también lo son las personas a quien quiero que no olvidéis, las necesito a todas en mi vida, y las necesito activas, ilusionadas, con proyectos…

A Carmen, ilusiones que la hagan seguir sintiéndose una mujer hermosa y en paz consigo misma.

A Beatriz y Patricia, viajes inolvidables.


A Javier, aprender a olvidar.


A Paula, toda la vida por delante.

A Begoña, tiempos regalados.

A Chanín la estabilidad renovada.

A Liza y Miguel, sueños compartidos.

A Lourdes, todo lo que se le escapa entre sus emociones.

A Luciano, sentirse querido, valorado, especial…

Para Oliver, buena “Magia”!!

Para Andrés, buenos ingredientes para una buena paella.
Para Alex, amor, respeto, comprensión e ilusiones para compartir con su chica.

A Pani, cuidad de sus sueños y proyectos, esos que silencia pero que le hacen disfrutar de las cosas que hace con el deseo de verlos hechos realidad.
 A Uchi, sueños y proyectos hechos realidad.

A Yobana, su oposición.

A Carlos, paz, sosiego, encuentros, citas, palabras soñadas…

A Juan y María, la mirada de Juan Diego.

A Tita, un amor de los de antes, un amor romántico, de respeto, de confianza. de libertades, ese amor que ella sueña.

Para María, todo lo que no dice con palabras, aquello que piensa en silencio… sentir y disfrutar la placidez de las emociones positivas...

Para Pipi, los deseos contenidos, la mirada segura, el corazón tranquilo.

A Edu, lo que un día no pudo ser...


A Bárbara trabajo para su hijo, felicidad para su nieto.

A Tito, abrazos cálidos con los que poner en práctica lo aprendido.

A mí querida amiga Prados, a quien tanto echo de menos, que allí donde esté, podamos tener esa conversación y comida que se nos quedó pendiente, aunque solo sea en nuestros sueños. Decidle que la quiero.

A Tere, a Fernando y a Juani, el recuerdo templado de su hermana.

A Jenny que no pierda nunca la confianza en si misma, que se quiera más que a nadie, que tome decisiones, que arriesgue, que viva!.

A quien escribe…, lo de siempre. No es necesario recordároslo.


Y por supuesto, para todas ellas que sean capaces de vivir una sexualidad integral, una sexualidad placentera, sin miedos ni prejuicios que les impidan disfrutar de lo que ellos y ellas quieran.

Mis queridos Gaspar, Melchor y Baltasar, solo me queda deciros que cada una de estas líneas, está escrita desde la esperanza, pero sobre todo desde el cariño, afecto y amor que siento por todas y cada una de las personas mencionadas, como ya os he dicho más arriba, las necesito a todas en mi vida.

Besos.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Beneficios del beso


Alrededor de dos millones de bacterias y 40.000 microorganismos cambian de dueño después de un beso. Sin embargo, al besar, el cuerpo produce todo tipo de neuropéptidos, unas sustancias químicas que evitan las infecciones.
Besar es una conducta saludable para el individuo.

El beso es el único de los actos en los que las personas utilizamos tanto lo cenestésico como las sensaciones recibidas por los sentidos externos, como lo auditivo –porque el sonido del beso tiene un erotismo en sí mismo-, lo gustativo, lo olfativo, lo visual y lo táctil, porque besar con los ojos abiertos o cerrados lleva a dimensiones totalmente distintas. Lo dice el psicólogo norteamericano David Coleman, autor del libro Inteligencia emocional, que ha estudiado el comportamiento humano respecto al beso. El beso con los ojos cerrados, señala, lleva a una dimensión interna de sensaciones que para muchos hombres es difícil controlar, quizá por eso hay muchos varones que besan con los ojos abiertos.

Los besos son una garantía de salud para el estado biopsicosocial del individuo. Está demostrado científicamente que besar a otra persona tiene beneficios para su salud integral:

  • Al besar movemos 36 músculos de nuestra cara. Esto favorecerá la circulación y que tengamos una piel estupenda y con menos arrugas.
  • Besar en la boca, beneficia la presión sanguínea, el sistema cardiovascular y los niveles de colesterol.
  • Besar quema calorías. Dependiendo de lo apasionados que sean los besos, se quemarán entre 12 y 150 calorías; sobra decir cuál es el beso más efectivo. Es una buena receta para incluirla en las dietas.
  • Al besar ponemos en marcha tres hormonas: la oxitocina, la dopamina y la endorfina.
  • Besar libera oxitocina en el flujo sanguíneo, creando sensación de bienestar. Sabemos que la oxitocina es una hormona que influye en el enamoramiento, en el orgasmo, y en el parto. Está asociada a las conductas afectivas.
  • Besar aumenta el ritmo cardiaco y la tensión arterial, así como el nivel de glucosa en la sangre.
  • Besar aumenta los niveles de testosterona, como sabemos presente en el deseo sexual.
  • Besar ayuda a combatir el dolor, pues cuanto más apasionado sean los besos, más endorfinas se segregarán (Como sabemos las endorfinas son las hormonas de la felicidad)
  • Besar reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
  • Besar previene la caries, igual o mejor que la pasta dental, ya que estimula la salivación, con lo que se elimina las partículas de comida y disminuye el nivel ácido que causa las caries y la placa.
  • Los besos mejoran el mal aliento, ya que aumentan la secreción de saliva, que drena las células muertas y las bacterias.
  •  Besar es un antídoto contra la depresión. 
  •  A mayor intensidad en los besos, mayores beneficios.
  • Los besos son gratis, aunque a veces pensemos que se cotizan mucho.
Si quieres gozar de un buen estado de salud físico, psicológico y social, revisa la frecuencia de tus besos y sobre todo, cómo son estos.


Fdo.: Raquel Díaz Illescas

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Los besos

Besos castos, puros, de lado; besos de saludo, de cortesía, besos de afecto, de judas, besos de amor, besos apasionados, besos secos, húmedos, succionadores, de baldosa, de cazador, de mariposa, beso intenso, el beso XT (Beso apasionado con ritmo frenético, con mucho deseo y ansias de sentirse. Se intercambian lenguas, mordiscos y lametones de manera profunda).

Besamos cuando saludamos, besamos como muestra de agradecimiento, besamos en las condolencias, en las felicitaciones, besamos a los niños, a los mayores, a los enfermos…Utilizamos el beso como transmisor de sentimientos, de afectos, de cortesía…

El beso se encuentra profundamente arraigado en nuestra sociedad, siendo un factor de socialización humana en las relaciones interpersonales; así mismo forma parte del romanticismo y del erotismo en las relaciones sexuales.

El beso es la forma más clara que tenemos de expresar cariño, sentimientos, emociones y pasiones y la boca, según la teoría freudiana, es el primer lugar donde se asienta el deseo sexual.

Los besos, como ya hemos dicho, se encuentran perfectamente integrados en nuestra vida cotidiana, ausentándose en silencio del ámbito de lo íntimo, de lo sexual y de lo erótico.

Los besos representan el 80% del ritual amoroso. Se desvanecen en los conflictos, con la promesa de ser menos apasionados, menos frecuentes, más fríos, más secos…

Los besos son, posiblemente, el mejor indicador de los niveles de armonía, bienestar o conflictos de una pareja. La frecuencia, intensidad y deseo que tienen sus miembros de besar o ser besados por su pareja, puede ser un buen termómetro del grado de satisfacción que estos tienen de su vida en común.


Los besos forman parte de las necesidades del ser humano; también de los deseos, de los sueños y de las fantasías en solitario o compartidas.

Hay pocos placeres que podamos comparar con el de besar a alguien que te atrae, que te gusta, que te excita, que deseas, que quieres…


Los besos delatan nuestras pasiones, sentimientos y deseos, pueden ser motivo de acercamiento, pero también de rechazo.

Según algunos estudios, las personas que besan a su pareja por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20%
 a un 30% más y viven unos ¡cinco años más!

Un estudio del Instituto Kinsey para la Investigación sobre la sexualidad, dice que cinco de los doce nervios craneales que afectan a las funciones cerebrales intervienen en el beso erótico y debido a las conexiones neuronales de labios, lengua y mejilla con el cerebro, un beso permite detectar en la otra persona muchos datos, entre ellos la temperatura, el gusto y el olor, entre otros aspectos muy interesantes.

No olvides que el deseo está íntimamente relacionado con los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), cuida especialmente que tu boca resulte deseable a la vista, que huela bien y que sepa mejor.

La Navidad es un momento que favorece los besos, ojalá, y también los húmedos y apasionados

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Aprendizaje del control eyaculatorio.

En la actualidad, la Eyaculación Precoz no es considerada una disfunción sexual, sino una ausencia de aprendizaje del control del reflejo de la eyaculación.
Los criterios que se siguen actualmente para definir este trastorno son los siguientes:

1. Eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración y antes de que la persona lo desee.
2. La alteración provoca malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales.
3. La EP no es debida exclusivamente a los efectos directos de alguna sustancia (por ejemplo, abstinencia de opiáceos).

La eyaculación precoz se considera un problema en las relaciones sexuales desde hace no demasiadas décadas, exactamente las mismas que las mujeres somos consideradas como seres sexuados.
Los encuentros sexuales son evaluados como satisfactorios o frustrados en razón directa al grado y tiempo de resistencia que es capaz de estar el varón con el pene en actividad.

El hombre normalmente tiene un control voluntario sobre su reflejo eyaculatorio, al ser capaz de percibir las sensaciones premonitorias de la eyaculación. Control voluntario normal no significa ser capaz de detener el reflejo orgásmico mientras se mantiene la excitación máxima durante horas, a la espera de que su pareja alcance el clímax, a excepción de que se sufra el trastorno opuesto, la eyaculación retardada/inhibida. Por control adecuado de la eyaculación se entiende un grado razonable de control voluntario que permite que un hombre mantenga los movimientos coitales mientras se encuentra en un alto nivel de excitación y de placer, hasta que decida eyacular.

El control o freno que ejerza sobre sus eyaculaciones variará en función de sus deseos, apetencias o del tiempo que tenga para deleitarse con el placer. Unas veces deseará un excitante “coito rápido” y disfrutará alcanzando su clímax al cabo de uno o dos minutos. Otras veces hará durar el placer durante cinco, diez o más minutos. La mayoría de las veces, los hombres prefieren esperar a que su pareja llegue al orgasmo, pues de esta manera sienten que “han cumplido” con lo que se espera de ellos. Otros prefieren seguir su ritmo estimulando a su pareja para que llegue al orgasmo, antes o después del coito. Lo cierto es que muchos sienten que cuando su pene se ha relajado la fiesta deja de ser placentera y divertida.


La ausencia de control eyaculatorio es percibida por la pareja como una falta de consideración o egoísmo por su propio placer, siendo esto causa de conflicto y desavenencia entre la pareja. Los reproches de ella y la frustración de él ante el desempeño harán que las relaciones sexuales se vayan evitando por ambas partes.

Los hombres que eyaculan rápidamente, no han aprendido a ejercer este tipo de control voluntario y no tienen elección. Eyaculan precipitadamente, en contra de su voluntad, en cuanto alcanzan un elevado nivel de excitación, en ocasiones antes de la penetración. El hombre con eyaculación precoz no es un mal amante, ni padece, al menos en principio, ningún tipo de anomalía orgánica, ni patología psico-sexual alguna, simplemente presenta un déficit de aprendizaje del control del reflejo de la eyaculación.

Aprender a controlar la eyaculación no solo será cosa del varón, la pareja será una pieza fundamental en ese aprendizaje. .
Al igual que el hombre, la mujer debe ser consciente de su sexualidad, cultivándola y practicándola; serán las condiciones necesarias para un ajuste sexual de la pareja, elemento importante para garantizar su buen funcionamiento.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Creencias erróneas del orgasmo femenino en relación a la eyaculación precoz.

El placer y la comunicación afectiva son los fines principales de la actividad sexual de las personas.Fdo.: Raquel Díaz Illesca



Los mitos y creencias de una sociedad muestran la escasa y muchas veces falsa información que ésta tiene sobre un tema, en este caso sobre la sexualidad, y más concretamente sobre el orgasmo masculino.

La experiencia no deja de mostrarnos, el dolor y sufrimiento que causa a las personas las viejas concepciones en torno a la sexualidad, los roles que unos y otras deben desempeñar en sus encuentros amorosos y lo que se espera de cada uno de ellos.

Son muchas las creencias erróneas que han dañado la vida sexual y afectiva de las parejas, creando un problema y una disfunción donde no debería. Veamos algunas:
 Se sigue considerando que el coito es la principal técnica para mantener relaciones sexuales, a pesar de que la mayoría de los encuentros amorosos no sean con fines reproductivos sino eróticos. Y es que conseguir el orgasmo mediante otras prácticas se sigue viendo como algo perverso o secundario. De manera según este planteamiento, si el varón eyacula antes, se acabó la fiesta para su pareja.

 Se considera que la mujer tiene dos tipos de orgasmos: El clitoridiano, signo de inmadurez femenina (según Freud) y el vaginal, orgasmo de la madurez que se consigue sólo con el coito. Los diferentes estudios han demostrado que la zona interna de la vagina carece de terminaciones nerviosas, siendo el clítoris, la mayor fuente de estimulación erótica genital de la mujer junto con los labios mayores y menores y entrada de la vagina. En los encuentros sexuales, ¿es el clítoris la zona más estimulada de la mujer, o por el contrario centramos nuestras energías en meter?

 Se considera que la mujer llega al orgasmo de manera lenta, necesitando más estimulación y dependiendo de las artes amatorias de su pareja. Hoy sabemos que las mujeres pueden tener orgasmos precoces o lentos, dependiendo de la zona estimulada y su actitud hacia la sexualidad. Cuanto más positiva sea, más rápido es el orgasmo, pues no tendrá dificultad para fantasear y abandonarse a lo que está sintiendo.
 Se considera que la mujer ha de tener su orgasmo antes de que el hombre eyacule porque si no, después de su eyaculación, éste entra en la fase de resolución y se muestra poco complaciente con la relación erótica. Sabemos que los hombres pueden seguir manteniendo relaciones eróticas satisfactorias después de su primera eyaculación, pudiendo ser éstas coitales o de otro tipo. No es una dificultad biológica sino un condicionamiento cultural.

Todas las creencias señaladas más arriba, han favorecido que la rapidez eyaculatoria aparezca como una disfunción sexual, convirtiéndose en la principal causa de consulta sexológica de los varones de nuestra cultura.

Es verdad que no podemos desprendernos de un plumazo de una herencia que nos ha venido dada a todos y a todas, pero si ser conscientes de que forma parte de los mitos y creencias y que como tal, debemos intentar ir desprendiéndonos de ellos para así poder ser más libres y disfrutar de una vida sexual placentera y satisfactoria.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Test de la eyaculación precoz

Este cuestionario, como otros que plantearemos, está especialmente diseñado para ayudarte a evaluar si estás padeciendo dificultades en tu sexualidad, tu grado de estrés o cómo se encuentra tu estado de ánimo. Estas escalas están convalidadas internacionalmente pero no excluyen la consulta a un especialista o, al menos, conoce la necesitas


Te servirán a la vez, para reflexionar sobre lo que te sucede en este momento de tu vida y, quizás, para dar el primer paso en acudir a un profesional.


Es posible que pienses que tu vida sexual es satisfactoria o que no estás padeciendo un grado marcado de estrés ni un cuadro depresivo, lo cual será motivo de satisfacción.


La eyaculación precoz es uno de los temas más frecuentes de consulta, aunque como ya hemos comentado en artículos anteriores, no es una disfunción, aunque si un problema para quien así lo siente.

Es importante efectuar un buen diagnóstico para diseñar el tratamiento y evitar un innecesario padecer.

Esta guía de autoevaluación permitirá conocer más sobre tu control eyaculatorio. Contesta lo siguiente

Durante los últimos 6 meses:

¿Has carecido de control voluntario sobre tu eyaculación?

SI             NO

¿Has eyaculado, a veces, antes de intentar penetrar?

SI             NO

¿Has eyaculado, sin desearlo, en los juegos previos?

SI            NO

¿Has eyaculado, algunas veces, al poco tiempo de penetrar?

SI            NO

¿Has evitado, a veces, los encuentros sexuales por temor a eyacular rápido?

SI           NO

¿Has pensado en “otra cosa”, durante el coito, para distraerte y así intentar tener mayor duración?

SI           NO

¿Has apelado a algún “recurso casero” (pomadas, masturbarte antes, tener un orgasmo para durar más en el segundo, usar dos profilácticos, tomar bebidas alcohólicas) para controlar tu eyaculación?

SI           NO

¿Piensas que el orgasmo se controla con una “orden cerebral” (al estilo de “no termines, no termines por favor”)?

SI            NO

¿Has sentido tensión muscular o contracturas a causa de la ansiedad durante el coito?

SI             NO

¿Cuándo te masturbabas lo hacías sin interrupciones ni paradas?

SI            NO

¿Has tenido frecuentemente dificultades en que tus parejas lograran el orgasmo durante la penetración, a pesar de ser ellas orgásmicas?

SI            NO

¿Ha sido difícil poder percibir las sensaciones pre-orgásmicas (previas a eyacular)?

SI             NO

¿Has sentido, en algunas oportunidades, falta de placer en tus orgasmos?

SI            NO

¿Has consumido ansiolíticos (sedantes, “calmantes para los nervios”) o antidepresivos para intentar controlar mejor?

SI            NO

¿Has percibido una disminución en el deseo o en la erección como consecuencia del descontrol eyaculatorio?

SI           NO

Si tienes 4 ó más de los anteriores síntomas, podrías tener dificultades para controlar tus eyaculaciones.

Hoy día, la terapia sexual dispone de efectivas soluciones con tratamientos específicos


Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

TEMA DE LA SEMANA: Eyaculación precoz: ¿Hablamos de reproducción o de sexualidad?

Eyaculación y orgasmo son dos reacciones fisiológicas diferentes, que pueden darse juntas o por separado.

Los intereses ideológicos contenidos en los modelos sexuales sociales y una gran influencia de los prejuicios tradicionales, intervienen para que el orgasmo masculino se siga confundiendo con la eyaculación o expulsión de semen, siendo esta función secundaria señalada erróneamente como la causante de las disfunciones orgásmicas masculinas y la que deforma los criterios etiológicos y diagnósticos de los mismos.

No deja de llamar la atención, cómo las disfunciones orgásmicas femeninas, se enfocan con criterios causales, buscando ellos el origen del problema; sin embargo, las disfunciones orgásmicas masculinas se enfocan con criterios temporales, hablándose de eyaculación precoz o retardada. No se dice que la mujer tenga orgasmos precoces o retardados. Esta diferencia de criterios explica el erróneo enfoque de las disfunciones orgásmicas masculinas.


Un criterio, sin duda erróneo, es considerar la disfunción en relación a la función reproductora y no a la función sexual. Lo incorrecto de este planteamiento reside en:

1. Eyaculación y orgasmo son dos reacciones fisiológicas diferentes, que pueden darse juntas o por separado. Así ocurre en la infancia y en determinadas circunstancias de la adultez, que se producen orgasmos secos sin eyaculación y eyaculaciones sin orgasmo.

2. Los problemas relativos a la eyaculación deberían encuadrarse de forma correcta, dentro de los síndromes de infertilidad y esterilidad, ya que tienen causas orgánicas en la mayoría de los casos.


3. Aplicar a los hombres los mismos criterios diagnósticos que a las mujeres, permitiría atender los casos masculinos en que el varón eyacula perfectamente, pero no tiene orgasmo o tiene un orgasmo insignificante como en los casos del “rol del espectador”. Sin embargo, estos casos no suelen considerarse disfuncionales y hay muy pocos estudios sobre este tema.

Otro critero erróneo es el temporal. Mientras que los problemas sexuales femeninos se definen por la ausencia o presencia del orgasmo, y por la intensidad mayor o menor de su percepción, los masculinos se miden por la rapidez o lentitud de la eyaculación. ¿Rapidez o lentitud respecto a qué?

A partir de Master y Johnson se considera, en general, que la rapidez eyaculatoria se establece cuando el hombre eyacula antes de que su pareja alcance el orgasmo, al menos en el cincuenta por ciento de los casos. Definición nada científica, confusa y que depende de una variable externa como es el comportamiento sexual de la mujer. Sin duda en esta ocasión no estuvo muy acertada la pareja.

Ninguno de estos criterios nos sirve para establecer que la eyaculación precoz es una disfunción sexual. Por el contrario, nos reafirman en la idea de que es un problema ficticio, un mito surgido de los prejuicios que responsabilizan al hombre del orgasmo de su pareja. Esto es aún más evidente si tenemos en cuenta dos factores:


1. Que el criterio temporal sólo se aplica al hombre. No se habla de orgasmo precoz o retardado femenino, ni se considera que la mujer sea disfuncional por tener orgasmos rápidos, algo que está demostrado que los tiene.

2. Como ya hemos dicho, se confunden funciones y técnicas. Si se habla de eyaculación que es una función reproductora, la rapidez no sólo no es un defecto sino una cualidad. Si se habla de orgasmo, que es una función placentera o sexual, el coito no es la técnica más adecuada.


Helen Singer Kaplan estableció una definición de la eyaculación precoz que, aunque sigue siendo igual de arbitraria y confusa que las anteriores, abre el tema a cambios en el comportamiento mediante el aprendizaje. Considera al varón, eyaculador precoz, cuando no ha adquirido o ha perdido la capacidad de decidir, dentro de límites razonables, el momento eyaculatorio. Es evidente que la definición no tiene en cuenta que la eyaculación es una conducta fisiológica refleja, que todos los machos animales realizan de forma involuntaria. Pero introduce la posibilidad de aprender a retardarla, de la misma forma que cualquier ser humano puede aprender a mover las orejas, hacer el pino con una mano o tocar diferentes instrumentos a la vez.

Si partimos de que la eyaculación precoz como disfunción ha sido una construcción social de la cultura, hemos de admitir que también podemos aprender a variar el proceso eyaculatorio. De la misma forma que un atleta necesita de un entrenamiento costoso para modificar sus condiciones físicas si quiere batir marcas olímpicas, es asumible que se pueda aprender a controlar el proceso eyaculatorio para manejarlo voluntariamente, aunque no sea necesario para mantener relaciones sexuales plenamente satisfactorias.


Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La eyaculación precoz. La construcción social del orgasmo masculino.

En “El Mito Masculino”, investigación realizada por A. Pietropinto y J. Simenauer, en 1977, aparece ya claramente que el 80 por ciento de los varones se preocupan por retrasar voluntariamente su eyaculación con la finalidad de que su pareja obtenga antes su orgasmo.

Las consecuencias evolutivas producidas por el bipedismo llevaron a que la función reproductiva y la función erótica se separasen. A partir de este hecho, la evolución interna de la especie humana, determinada por las influencias sociales y el aprendizaje, hacen posible que durante miles de años la rapidez eyaculatoria no haya sido un problema, pero a costa de la sexualidad de las mujeres. La sociedad del momento consentía el uso de una fuerza legal y bruta para mantener relaciones sexuales con éstas, cuándo, dónde y cómo el varón dispusiera, dividiéndolas en dos grandes grupos: Las decentes, que eran asexuadas y por lo tanto no había que prestar atención a su inexistente sexualidad, y las viciosas, cuya conducta inmoral y perversa era considerada en términos despreciativos.

En el estudio La Conducta Sexual del varón, de Alfred C. Kinsey, W. B. Pomeroy y C. E. Martín, que pasó a la historia con el nombre de Informe Kinsey, en 1948, los autores califican de superhombres a los que hoy se consideran eyaculadores precoces. Un famoso sexólogo de la época dice que “con eyacular se cumple con la vida y no hace falta nada más”. Los mismos autores, en otro apartado del Informe Kinsey, La Conducta Sexual de la Mujer, aparecido en 1953, estudian el comportamiento sexual de 8.000 mujeres y en ninguna de sus 800 páginas aparece una mención de cómo incide la rapidez eyaculatoria en la sexualidad femenina.

En 1974, aparece en Estados Unidos el Informe Hunt, bajo el título de Conducta Sexual de la década de los 70, escrito por Morton Hunt. En este estudio se recoge por primera vez la aparición de un ideal cultural que promueve entre las personas que el coito se prolongue más de lo habitual hasta entonces.

En poco más de treinta años se ha pasado de considerar al eyaculador precoz un “superhombre al servicio del mandato biológico de la especie”, ha convertirlo en “complaciente amante” con la necesidad de prolongar el placer de su pareja.

La eyaculación precoz considerada como disfunción sexual, surgiría con el modelo capitalista permisivo. Tras finalizar la II Guerra Mundial se producirían cambios socioeconómicos y una pujanza de movimientos feministas que vendrían a reivindicar la igualdad de las mujeres con los hombres. Esto supuso un cambio de valores sociales entre los que se incluye el reconocimiento de la sexualidad femenina como normal y valorable.

Surge entonces la necesidad de realizar el coito prolongado, para dar tiempo a que la mujer consiga su orgasmo. Esto implica que el hombre mantenga su pene con la suficiente erección y controle su eyaculación hasta que su pareja quede satisfecha. La rapidez eyaculatoria deja de ser una ventaja biológica natural para convertirse en un gran inconveniente, debido, sobre todo, a la persistencia de algunos prejuicios de la cultura de género.

A partir de aquí, el hombre acudirá a sus encuentros sexuales con el deber de saber cómo hacer las cosas para que su pareja se lo pase bien. Si ella no disfruta, la causa será debida a las malas artes de éste. Ella no es responsable de nada, solo debe dejarse hacer. Así el hombre asume el rol del espectador en sus encuentros amorosos, pendiente de cómo hacer para que ella consiga cuantos más orgasmos mejor. Si no lo consigue, se sentirá frustrado, sentirá ansiedad y preocupación ante el desempeño, y así de simple habremos creado la disfunción.

La construcción social de la eyaculación precoz como disfunción sexual, aparece clara si tenemos en cuenta los testimonios femeninos recogidos en el Informe Hite, aparecido en 1976. Con 3.000 respuestas de mujeres, conocemos su opinión. Por ejemplo: que la masturbación es la más fácil fuente de orgasmos para las mujeres, consiguiéndolos en unos pocos minutos. Del Informe Hite se desprenden dos premisas básicas:
1. Que mantener una relación sexual relajada y sin prisas, con un prolongado juego previo con especial énfasis en el estímulo clitorídeo es condición necesaria para disfrutar de la sexualidad y conseguir el orgasmo.

2. Que si bien los hombres tratan de tener en cuenta las necesidades femeninas, desconocen qué es lo que realmente necesitan y se dejan llevar de su pulsión copulatoria, llevando a cabo otras técnicas como una obligación que tratan de cumplir rápidamente para que les den permiso para realizar el coito.

Dos premisas hechas hace varias décadas, pero que sin embargo forman parte de una sexualidad integral y placentera a tener en cuenta.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

viernes, 29 de octubre de 2010

TEMA DE LA SEMANA: La eyaculación precoz. ¿Un problema creado por la cultura?.


La eyaculación precoz es una falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio, inmediato a la introducción del pene en la vagina o incluso antes del coito (ante portas). El hombre no puede decidir cuándo desea eyacular.



Es un trastorno de la fase del orgasmo.


La mayoría de los casos tiene solución recurriendo al profesional adecuado.


La eyaculación precoz es el motivo de consulta más frecuente de los hombres, tanto en el ámbito médico como sexológico. Fisiológicamente no podemos decir que esto sea un problema, aunque lo cierto es que muchos hombres sí lo sienten así. De ahí la importancia de conocer algunos aspectos que han influido para que muchas parejas estén viviendo su sexualidad con angustia y con ansiedad.

Se puede decir que la eyaculación precoz es la herencia filogenética que han recibido los hombres, y lo que hace que muchos se sientan eyaculadores precoces.

Hace treinta años ser rápido en eyacular, desde el punto de vista reproductor era considerado como una conducta positiva. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en los animales mamíferos como los bonobos, los felinos, el elefante, etc. donde llevar a cabo eyaculaciones rápidas es una ventaja biológica, una conducta adaptativa exitosa, ya que cuanto más rápido se eyacula, más eficacia reproductora se alcanza; es cierto que no estamos hablando de la especie animal, sino de los hombres, pero es importante conocer de dónde viene este prejuicio para poder entender y comprender que la eyaculación prematura o precoz es un problema creado por la cultura.

Eyacular de manera prematura no sólo no era un problema, sino que era visto como una respuesta fisiológica valorada positivamente y de la que los hombres se enorgullecían. Es verdad, que en unas décadas el eyaculador precoz ha pasado de ser un súper hombre, a tener que ser el marido “experto”, con una erección duradera y potente y demorando la eyaculación el tiempo necesario para hacer llegar a su pareja a la cumbre del placer.

El hombre de este nuevo modelo se ha convertido en una especie de “trabajador del sexo”, acudiendo a sus relaciones con la misión de producir a su pareja cuantos más orgasmos mejor. Hablamos, como ya hemos indicado en otras ocasiones, del modelo capitalista, que sin duda, ha servido para hacer de las disfunciones sexuales un negocio para la industria, creando problemas, donde no los hay como es el caso de la eyaculación precoz.

En las farmacias y en diferentes establecimientos podemos ver como se comercializan productos para todo: viagra, parches, o antidepresivos para retardar la eyaculación.

El modelo crea el problema, la industria gana, pero no las personas víctimas de este engranaje mercantil y consumista. La gente quiere soluciones rápidas y no se pregunta dónde radica el problema.

La eyaculación precoz ha sido inventada por la cultura de los géneros, sin ninguna base científica explicativa ni terapéutica.

Las nuevas condiciones socioeconómicas producidas hace más de tres décadas, generadas por el capitalismo de consumo, impusieron la necesidad de cambiar los modelos anteriores de socialización del comportamiento sexual, por otro modelo nuevo más acorde con las necesidades del sistema. Así se construye el modelo capitalista permisivo. Como hemos visto, el modelo otorga sexualidad a la mujer, e incluso dice que es bueno para ella, con lo cual le reconoce su derecho al placer y a que tenga orgasmos, pero la llave de ese placer, de sus orgasmos, la sigue teniendo el hombre. A la mujer parece que se le reconocen derechos sexuales, pero la responsabilidad de sus orgasmos se le sigue atribuyendo al hombre, y lógicamente será éste, quien tenga que “trabajarse” los orgasmos de su pareja. La ansiedad que se produce en las relaciones sexuales viene dada por este modelo aprendido.

Seguiremos hablando de eyaculación prematura, sin prisas y sin prejuicios.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

miércoles, 13 de octubre de 2010

TEMA DE LA SEMANA: "¿qué necesitas para alcanzar un orgasmo?, ¿y tu pareja?". Variaciones en la respuesta orgásmica de las mujeres.

Según diferentes estudios, un 10% de la población femenina sufre una Inhibición total de la manifestación orgásmica aun habiendo experimentado múltiples posturas y técnicas.

Hemos visto que muchos de los interrogantes que surgen en torno a la sexualidad femenina, y más concretamente en lo relativo al orgasmo, surgen de una falta de educación sexual y un desconocimiento del propio cuerpo como fuente de placer y comunicación afectiva con el otro. Los prejuicios y creencias que aún existen sobre la sexualidad, dificultan el abandono en las relaciones sexuales, algo fundamental para disfrutar y llegar al clímax.


Pretender generalizar determinados comportamientos o vivencias de las mujeres ante la sexualidad es un error. Las diferencias con que las mujeres viven su sexualidad son patentes, así como la forma y manera con que éstas tienen sus orgasmos. Podemos decir que esto forma parte de un continuo:


En uno de los extremos podemos encontrar a las mujeres (que son escasas) que simplemente, a través de sus fantasías sexuales, son capaces de llegar al orgasmo sin que exista estimulación física alguna. Sabemos del poder erótico y estimulante de nuestra mente, y algunas lo desarrollan estupendamente.


Otras, también escasas, incorporan a sus fantasías eróticas, juntar y separar rítmicamente los muslos y así producir una ligera presión sobre el clítoris. Esto implica el tensar y relajar los músculos, especialmente los pubococcígeos (envuelven la vagina. Se contrae involuntariamente, tanto durante el orgasmo femenino como el masculino).


Algunas, con sólo con los preliminares, caricias en los pechos, muslos, etc., consiguen tener orgasmos. No es algo habitual, pero las hay.


Mujeres, las más, que precisan de la estimulación del clítoris para lograr el orgasmo, cosa que suelen acompañar de fantasías sexuales. La fantasía se hace imprescindible en la sexualidad de muchas mujeres, aunque no siempre lo digan.


Hay mujeres más inhibidas, que no tienen problema en masturbarse cuando están solas, pero que son incapaces de hacerlo en presencia de su pareja.


Mujeres que no tienen suficiente con la estimulación manual u oral y que necesitan la intensa estimulación proporcionada por un vibrador.


Mujeres, las menos, que consiguen alcanzar el orgasmo con la penetración, adoptando una posición donde el clítoris se vea estimulado directa o indirectamente.


Mujeres, cada vez más, que disfrutan de su sexualidad solas o en pareja; que se masturban solas o en presencia de su compañero/a; que expresan lo que les gusta, cuándo y de qué manera. Mujeres que saben que no siempre lo importante es tener un orgasmo, mujeres que desean vivir y disfrutar de su sexualidad sin prejuicios ni roles establecidos.


Con lo anterior podríamos establecer diferentes respuestas orgásmicas:


a) Mujeres que alcanzan facilmente el orgasmo en situaciones no complejas.


b) Otras que requieren una estimulación clitoridiana intensa y prolongada, incluso en estados de gran excitación.


c) Mujeres que aun después de una estimulación prolongada, no consiguen alcanzar el orgasmo. La mayoría de estos casos podrían atribuirse a aspectos culturales como: la inhibición sexual femenina propia de nuestra sociedad, aunque afortunadamente esto parece ir cambiando.

Existe indudablemente una gran variedad fisiológica en el umbral orgásmico. Umbral que suele ir cambiando en el transcurso de la terapia, siempre y cuando tengamos en cuenta las variables físicas, psicológicas y las culturales, así como su influencia tanto en la facilitación como en la inhibición del orgasmo.


Lo importante no es la manera en que se alcanza un orgasmo, sino lo que se disfruta durante el encuentro. El objetivo no debe ser conseguirlo a toda costa, sino disfrutar de ese momento. Tener muchos orgasmos no es el resultado de pasárselo muy bien con la pareja, hay mujeres que tienen pocos pero muy intensos y los disfrutan mucho.

Si queremos tener orgasmos es preciso un aprendizaje previo, que inevitablemente pasa por el conocimiento de nuestro cuerpo, olvidándonos de prejuicios sociales que dificulten vivir una sexualidad libre y placentera, sabiéndonos responsables de nuestro propio placer sin buscar culpables.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

jueves, 23 de septiembre de 2010

TEMA DE LA SEMANA: "La soledad emocional, la soledad social: mucha gente sola".

¿Qué podemos hacer para conocer gente con quien compartir un café, inquietudes, ocio, afectividad, etc.?


Hay mucha gente sola. Hombres y mujeres que no desean estarlo y que por circunstancias de la vida lo están.

Hombres y mujeres que desean encontrar a alguien con quien compartir momentos, no solo los especiales, también los cotidianos.

Hombres y mujeres que no tienen con quien salir a tomar un café o una copa el fin de semana, que se quedan en casa viendo la película o el programa de turno.

Personas que prefieren los días laborales a los fines de semana, ya que en los primeros tienen con quien relacionarse, tienen cosas que hacer.

Hombres y mujeres que les gustaría conocer alguien que los llamase por la noche para decirles ¿cómo ha ido el día?

Hombres y mujeres que tienen mucho amor para regalar.

Y ¿por qué si hay tantos hombres y mujeres solos no nos olvidamos de los prejuicios e intentamos, como en cualquier otro aspecto de nuestra vida, probar a conseguir aquello que deseamos, que necesitamos?
¿Dónde se conoce o se puede conocer gente con quien compartir algo de la vida?

¿Qué hay que hacer para encontrar a esa persona?

Mis queridos blogueros espero impaciente vuestras sugerencias.


Fdo.: Raquel DÍaz Illescas.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El coito y el orgasmo femenino.

La incapacidad de llegar al orgasmo durante el coito es posiblemente la queja más frecuente en consulta.

 El orgasmo de las mujeres no era un tema que preocupase a los hombres de mediados del siglo pasado y menos aún a sus mujeres. Sin embargo, la ya conocida revolución sexual hizo que, tanto hombres como mujeres, se interesaran no tanto por la sexualidad femenina como por “dejarlas satisfechas”.

 El desconocimiento de la sexualidad femenina, tanto por ellas como por ellos, ha llevado durante años a que las mujeres finjan sentir lo que se supone deben experimentar en el encuentro sexual. Muchas de ellas nunca han tenido un orgasmo, algunas se lo han cuestionado, otras ni siquiera y viven sus encuentros amorosos, unas veces como un débito y otras  responsabilizando a su pareja de no conseguirlo. Así mismo, algunas de sus parejas viven ignorantes de este hecho  y otras se frustran por no saber qué hacer para complacerlas.

 Sin duda, es necesario desprenderse de mitos y creencias que giran en torno al orgasmo femenino, para poder entender cómo se produce éste realmente. Y es que hay muchas mujeres que, aun respondiendo bien sexualmente, no llegan al orgasmo en sus relaciones sexuales.

 Debemos tener en cuenta tres factores  para poder comprender de manera clara lo anterior:

1.    La estimulación del clítoris: aunque algunos/as conozcan este órgano solo de oídas, no por ello deja de ser el mediador de los orgasmos femeninos. Si no hay estimulación del clítoris, posiblemente el orgasmo se ausente. Aquella es crucial en la consecución del clímax;  mientras que la estimulación vaginal, aunque muy placentera, seguramente contribuye en mínima medida a desencadenar el reflejo del orgasmo en la mayor parte de las mujeres.

2.    La intensidad en la estimulación del clítoris: variará según la actividad  sexual que desarrolle la pareja en sus encuentros amorosos. Normalmente, la mayor intensidad obtenida es con la estimulación táctil directa sobre el clítoris, o presión sobre éste. Hay que tener en cuenta que el grado de presión podrá variar de una mujer a otra para obtener el mismo objetivo. La estimulación producida por el coito es muy suave, siendo a menudo insuficiente para desencadenar el reflejo orgásmico.

3.    El tiempo de estimulación necesario para desencadenar el orgasmo: variará considerablemente, no sólo de una mujer a otra, sino dependiendo de las  circunstancias; una mujer excitada por su pareja, ser amado, o con facilidad para el abandono, puede alcanzar el orgasmo con pocos impulsos coitales y con la estimulación suave y refleja del clítoris. Sin embargo, puede requerir mayor estimulación a todos los niveles si el acto sexual es realizado con personas no amadas, con falta de deseo por la pareja en cuestión, con dificultad para el abandono o simplemente en situaciones que ella considere poco favorables para ese encuentro.

No podemos ni debemos extrapolar las experiencias sexuales mantenidas a lo largo de la vida, pues cada persona, como ya hemos indicado, es diferente, como también lo será  su respuesta orgásmica.

 Lo que sí podemos hacer es intentar conocer nuestro cuerpo contodos los sentidos.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas.