lunes, 28 de marzo de 2016

¿Quién quieres ser?



Si te abandonas porque han dejado de quererte,

Si cierras los ojos demasiado tiempo porque el dolor no te permite abrirlos,

Si callas porque solo necesitas su presencia,

Si crees que solo él podrá darte lo que necesitas,

Si buscas briznas de amor donde solo hay cenizas,

Si te conformas con migajas para seguir adelante,

Si esperas sin tiempos,

Si aceptas incondicionalmente,

Si pones tu dignidad como felpudo de lluvia,

Si consumes tus dias y tus noches con la luz apagada,

Si dejas de ser quien más te quiere para ser quien más te humilla,

Si permites que tu corazón se desangre, que se lo coman..

Si haces todo eso con tu cuerpo, con tus emociones y con tu corazón, entonces deberás  aceptar y entender que:

Empieces a ser poco interesante para otras miradas, para otros cuerpos, otros corazones.

Que es posible que tus ojos no se abran cuando desearías.

Aprender a aceptar que quizá esa persona ya no vuelva y quizá tampoco lo hagan tus palabras.

Si lo que necesitas es ausencia, indiferencia, desapego, desamor… entonces si le necesitas.

Que el amor no se encuentra entre las cenizas, ni las migajas alimentarán tu corazón.

Que si esperas que un día te llame, te escriba, quiera verte o cambien sus sentimientos… en esa espera habrás consumido y destruido energías maravillosas “no recuperables”.

Que aún cuando se ama intensamente, los límites deben estar a tu lado.

Tú decides qué quieres hacer con tu dignidad ¿usarla de felpudo?

Que si vas apagando las luces de tus habitaciones, quizá un día te pierdas en ellas.

Que si dejas de quererte, de respetarte y valorarte ¿crees que merecerás la pena conocer, amar, desear?

No es tu corazón quien te hace sufrir, son tus pensamientos quien le hace desangrarse. Si tú no lo proteges ¿habrá alguien que lo haga por ti?

Solo conozco a una persona que merezca tanto la pena: Tú mismo.


Fdo.: Raquel Díaz Illescas


miércoles, 23 de marzo de 2016

5 Tips para que no te fulminen a la primera en la red



Las redes sociales pueden ser un estupendo recurso o herramienta para conocer gente, y a veces incluso interesante. Saberte mover en ellas te ofrecerá la oportunidad de interaccionar con personas de tu interés y si lo manejas bien quién sabe si poder establecer vínculos afectivos y/o amorosos.

Hay muchas y diferentes redes sociales y cada una de ellas con fines diversos. Antes de nada debes preguntarte ¿cuál es mi objetivo? Ya que la elección de la red será distinta, así cómo tu forma de interaccionar.

Veamos 5 tips que te facilitarán este camino, por ejemplo si has visto a alguien que te interesa:

1.     Tu perfil: tu perfil es tu tarjeta de presentación. Debe decir algo de ti, profesional o personalmente, eso lo decides tú. Algo fundamental: poner foto, a ser posible la tuya. Si lo dejas en blanco es muy probable que generes suspicacias y que más de una persona elimine tu solicitud.

2.     Antes de solicitar su amistad, mira su perfil: leer quien es la persona a la que le vas a solicitar amistad te facilitará la posterior comunicación con ella y provocarás al menos al principio su atención y quizá su interés.  Pero sobre todo te permitirá saber si puedes tener puntos comunes con esa persona: profesión, aficiones,  intereses, procedencia,  amigos etc. La disparidad no suele funcionar, a no ser que seas muy bueno comunicándote. O sea un seductor/a con el lenguaje escrito.

Hay algo importante que debes tener en cuenta: no todas las personas que nos gustan o atraen son susceptibles de que les gustemos o sientan interés o atracción por nosotros. 

3.     El saludo: puede que seas una persona muy afectiva y cariñosa, pero olvídate de saludar con algo como:

-Hola preciosa…cariño, corazón encanto… y toda la variedad pastelera que no viene al caso.

No has cruzado una sola palabra con esa persona, de manera que no sabes si esa forma de comunicación puede o no desagradarle, de manera que ante la duda, déjalas en el banquillo.

4.     Intenta ser original: cuando alguien te acepte como amigo, no vayas directamente a enviarle un mensaje con preguntas:

-Edad?
-Casada?
-Sexo?
-Etc.

Por Dios! No hagas eso. ¿Crees que alguien puede verte  interesante? ¿Crees que alguien interesante le puedes parecer alguien que merezca la pena conocer? Ya te respondo yo: NO.

Un alto porcentaje de mujeres y de hombres, medianamente inteligentes, no responderán a tus preguntas y si lo hacen será para decirte algo que seguro no es lo que esperas o deseas.

La paciencia aquí es importante, tanto como tu inteligencia emocional. Es verdad  que esta no es innata, por eso de la importancia de que tengas en cuenta algunas cuestiones que te facilitaran el acceso a esa persona  que te gusta o interesa.

Si lo que quieres es “ligar o sexo” hay muchas páginas para esto y quizá no lo estás haciendo en la adecuada.  Y si la persona en cuestión te gusta o interesa ¿la edad es importante? ¿Muy importante? Pues antes léete su perfil detenidamente y más o menos podrás hacerte una idea.

Si lo tuyo no es la creatividad lingüística, limítate a saludar y a interesarte por algo que hayas leído previamente en su perfil: aficiones, profesión, procedencia,  etc.  

La primera parte la tenemos hecha. Luego hay que mantener el interés de esa persona y eso es lo complicado…

5.     La continuidad: las redes sociales como hemos dicho son una estupenda herramienta para conocer gente, pero requieren también de paciencia y continuidad. Esta última se desvanece en demasiadas ocasiones.
Si alguien te gusta o interesa por cualquier motivo, es interesante que esa persona lo sepa: marca “Me gusta” en sus publicaciones. Haz comentarios de las mismas (comentarios  medianamente coherentes…) hazle saber lo mucho que te interesó o gustó tal o cual post, etc., y también puedes enviarle algún mensaje privado en la misma línea. Pero nunca para hacer preguntas de mal gusto como las que indicábamos más arriba.  Las propuestas sexuales suelen ser de  mal gusto, a no ser que sea esa persona quien te invite o sugiera a ello.

Los vínculos en las redes suelen ser muy efímeros y precisan de la continuidad, de manera que si no lo alimentas las personas no dejaran de ser una imagen que pulsas con un clic de tu ratón.  Eres tú quien debe saber qué quiere y para qué.

Si eres una persona interesante, que merece la pena conocer, intenta no solo serlo, debes parecerlo.

Hay miles, millones de personas al otro lado que buscan quien sabe si también lo que tú. Es momento de averiguarlo ¿estás preparado?

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

domingo, 20 de marzo de 2016

Ventanas de par en par



Si llenas tus espacios de silencios, tus habitaciones se irán quedando frías y en penumbra, y las palabras se irán deslizando buscando el calor y la luz que dejaste al otro lado.

Y los besos y las caricias y los te quiero y tu deseo y el ajeno, te irán dejando sola, con tus silencios.
 
Si no le pones calor y complicidad a tus silencios, si no permites que tus manos, tus ojos y tu cuerpo contengan todas las palabras que tu boca silencia, si no pones tiempo al silencio, éste lo hará por ti.

¡Sube las persianas, enciende una pequeña chimenea y empieza regalándote una sonrisa y diciendo “Aquí estoy”!

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

sábado, 19 de marzo de 2016

Vives en todos los contornos de mis emociones: Martes, 19 de marzo de 2013




 Sigo evitando pensarte, mirarte e incluso hablar de ti.

Sigo emocionándome cuando vienes a mi memoria, cuando como hoy te escribo… y entonces me siento la persona más vulnerable de este mundo.

Sigo llorándote, y echándote de menos y de más.

Hoy hace tres años que vives en un stand de mi biblioteca y en cada uno de los espacios de mi pensamiento y en cada una de las fibras de mi corazón.

Una vasija de barro que no me atrevo a mirar.

Ni siquiera me siento cobarde por no dejarte ir. Por no ser capaz de esparcir tus cenizas en cualquiera de los sitios que te hacían feliz. No puedo hacerlo. No quiero hacerlo.

Hay sentimientos que no podemos contarle a nadie porque al hacerlo sentimos que nos derrumbamos y que el dolor vuelve como el primer día,, como si nunca se hubiese ido. 

Te escribo con las incoherencias del sentir, y con toda la ingenuidad que todavía poseo. Siento que te escribo solo para ti. Lo demás no me importa.

Te quiero preciosa Harley.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas