miércoles, 25 de marzo de 2015

Músculos para el placer..




Desde el pubis al coxis y rodeando tu vagina, se encuentra situado el músculo del placer o más conocido como músculo PC (Musculo Puboccoxigeo)
Sabemos de las bondades de realizar ejercicio físico para nuestra salud  física, mental, orgánica e incluso comportamental, pero existen otros músculos  menos conocidos y que ejercitándolos y fortaleciéndolos hacen que nuestra vida sexual sea más rica y placentera. Nos referimos a un grupo de músculos a los que los Taoistas se referían como músculos Chi. El músculo Chi rodea al ano, la vagina y la uretra y sostiene a los órganos reproductores.
Contraer y relajar

En la década de  1940, el Doctor Arnol  Kegel,  desarrolló unos ejercicios para sus pacientes como método para el control de la incontinencia urinaria y la facilitación del parto. Un siglo después,  estos ejercicios vienen siendo un excelente recurso terapéutico para tener una vida sexual más rica y placentera.
Y es que todo nuestro cuerpo está rodeado de músculos; también nuestra sexualidad dispone de un músculo que ejercitándolo y fortaleciéndolo nos puede producir estupendas satisfacciones para gozar solos o en pareja.
No precisamos ir al gimnasio ni hacer inversiones económicas para mantenerlo en forma, solo es preciso ser constante.
Beneficios para nuestra sexualidad
Algunos de los beneficios de los ejercicios Kegel,  que favorecen las relaciones sexuales:  
·       Penetración más satisfactoria: el tener el músculo PC fortalecido incrementa el roce entre las paredes vaginales y todo lo que se inserte entre ellas, por lo que la penetración vaginal será más satisfactoria para los amantes.
·       Facilita la lubricación vaginal: antes de la penetración, podemos hacer un par de ejercicios Kegel . Incrementará tu lubricación vaginal y el control que tienes de tu vagina. Esto te permitirá relajar el musculo para que la penetración sea más fácil y al estar mejor lubricada evitarás cualquier tipo de dolor o incomodidad durante la penetración.
·       Orgasmos más intensos: La intensidad del orgasmo depende entre otras cosas de lo fuerte que se contraiga el útero y el músculo PC  Cuanto más fuerte es el músculo, las contracciones orgásmicas serán más intensas y tus orgasmos también lo serán..
·       Incremento de la circulación sanguínea en el área genital.

·       Ayuda a tu respuesta sexual genital.

·       Masajes...: si adquieres habilidad y destreza con tu músculo podrás dar deliciosos y excitantes masajes con tus entrenados músculos al pene de tu chico. Tu vagina podrá comportarse como unas manos de terciopelo o com o húmedos labios sobre el sexo de tu amante. Para conseguir esto solo requiere fortalecer tu músculo PC con ejercicios sistemáticos. Lo disfrutarás mucho.
Así mismo tener en forma este músculo es un recurso al uso en las dificultades de erección, de falta de control de la eyaculación, de anorgasmia,  vaginismo, de pérdida del deseo sexual, etc., etc. l
Cómo realizar los ejercicios

Identificar el músculo: Para empezar a realizar los ejercicios Kegel, lo primero, es identificar el músculo PC. Cuando vayas al baño, intenta interrumpir el flujo de orina a la mitad del proceso. El músculo que utilizas para lograr esto, ese es el músculo PC. Esto es sólo para identificar el músculo, ya que detener la orina muchas veces te podría producir infecciones en el tracto urinario. Es muy importante localizar correctamente el músculo, ya que si el ejercicio es realizado incorrectamente puede incluso debilitar más el músculo, por tanto es primordial que estés atenta a no contraer los músculos equivocados (nalgas, abdomen, espalda) ni estar elevando en vez de contrayendo el músculo. Recuerda siempre respirar con normalidad. 
Los pasos básicos en una primera etapa son los siguientes:
  • Antes de iniciar los ejercicios, debes vaciar tu vejiga por completo. Estarás más tranquila y relajada.
  • A continuación, contrae los músculos de la vagina durante tres segundos; luego se relajan. Se repite 10 veces.
  • Después de una pausa, los músculos pubococcígeos se contraen y relajan 25 veces, lo más rápido que se pueda.
  • Puedes imaginar que sujetas algo con la vagina. Mantén dicha posición 3 segundos y relaja. Se hacen 10 repeticiones.
  • Imagina que lanzas un objeto con los músculos vaginales. Conserva esa posición durante 3 segundos y después relaja. Se efectúan 10 contracciones de este tipo.
  • Todos los ejercicios se realizan tres veces al día.
  • Después de varias semanas de práctica (de 4 a 6, cuando hay constancia), se puede pasar a una segunda etapa:
  • La mujer se acuesta en el suelo, con las rodillas dobladas y las plantas de los pies en contacto.
  • Se mantienen los músculos del estómago y de la vagina en posición relajada.
  • A través de tu imaginación, visualiza las paredes interiores de tu vagina e intenta acercarlas, contrayendo los músculos mientras cuentas hasta 10. No se debe flexionar la región del estómago ni presionar los glúteos.
  • Se mantienen los músculos contraídos, con la vagina cerrada, contando de nuevo hasta 10.
  • La relajación se realiza despacio, otra vez contando hasta 10. Se hace una pausa y el ciclo reinicia.
  • Este ejercicio debes realizarlo durante 10 minutos.
Si tienes dudas si lo estás realizando bien, coloca un dedo entre los músculos de tu vagina y contrae; debes notar que se genera estrechez a voluntad. Asimismo, durante la ejecución no debes sentir molestias en abdomen o espalda, si esto ocurre es señal de que estás tensando otras secciones o contienes la respiración; lo correcto es mantener la relajación y concentración al máximo en los músculos del piso pélvico.

Dónde hacerlos

Dominada la técnica podrás hacerlo en cualquier sitio y situación. No requiere de estar sentada, tumbada o de pie. Puedes hacerlo dónde y cuándo te apetezca; tampoco es preciso que estés sola o en compañía. Nadie notará, excepto tú que lo estás haciendo. Aunque los puedes llevar a cabo en cualquier lugar y situación, intenta integrarlos en algún momento de tu vida diaria: cuando te cepillas los dientes, viendo la televisión, escuchando música, etc.
Si todavía no te sientes segura de poder practicarlo en cualquier situación, puedes empezar haciéndolo en un sitio donde te encuentres cómoda y estés relajada.

Otras prácticas que pueden favorecer tus músculos vaginales:

  • Yoga
  • Pilates
  • Taichi y Chikung
Hay muchas y variadas técnicas en las que puedes poner en forma tu músculo PC. Conforme vayas dominando este “arte” irás aprendiendo nuevas habilidades y destrezas con las que disfrutar de tu músculo, incluso ir introduciendo algunas pesas para este fin, como las bolas chinas, te las recomiendo. ¡Ponte en forma y muéstrale a tu pareja lo que sabes y puedes hacer con tus músculos…!

Fdo.: Raquel Díaz Illescas


martes, 17 de marzo de 2015

La seducción de la tristeza



Sanamos de un estado de sufrimiento si lo experimentamos en su totalidad” (Marcel Proust).

Como una tela de araña se instala la tristeza en nuestro cerebro y nos abraza y nos acoge con promesas de silencio, lagrimas  y dulces sueños...

La tristeza dispone de un lenguaje propio. Nos habla el rostro, el caminar, nuestros silencios, nuestras ausencias, nuestra mirada, nuestro pensamiento...

La tristeza no precisa de palabras para comunicarse, hace uso del silencio y de las lágrimas que actúan como mecanismo de defensa y desahogo, ayudándonos a  liberar la tensión que esta genera en nuestra psique. 

La tristeza es una de las emociones más básicas del ser humano. Es esa sensación que nos embarga por diferentes motivos, que consume nuestras energías, que resta brillo a nuestra mirada, que enlentece nuestras palabras, nuestros pasos, nuestras acciones, que provoca nuestro sueño, que silencia nuestro verbo, que bloquea nuestros deseos, que manipula nuestro pensamiento, que amordaza nuestra sexualidad, y humedece nuestros ojos en busca de unos brazos que le digan: tranquila, no estás sola. Yo te quiero.

 Seguramente,  el cerebro se encuentra más preparado para enfrentarse a esta emoción que a cualquier otra. Cuando vemos a alguien triste nos resulta fácil empatizar con ella. 

Reconocemos de inmediato esta emoción y tendemos a ofrecer nuestro apoyo. 

La tristeza nos arrastra y vapulea en busca de razones que motiven ese estado en el que nos encontramos. 

Y ¿Qué nos causa tristeza?

-La pérdida, en cualquier área de nuestra vida (laboral, de objetos, de personas, de salud, de amistad, de amor..; objetivos valiosos e importantes para nosotros...).

- La vivencia de una situación hostil.

¿Son las situaciones o hechos que vivimos los que nos producen tristeza?

No siempre.  Es la percepción de lo vivido lo que produce esta emoción. Son los pensamientos que construimos a partir de lo ocurrido lo que produce en nosotros ese sentimiento. Es por eso que una misma situación o hecho es vivido de manera diferente por otras personas. 

Así mismo hay algunos moduladores que influyen en cómo vivimos esta emoción:

-Los patrones de personalidad.
-Los esquemas cognitivos y
-El entorno sociocultural.

Y es que si no ponemos limites a nuestro pensamiento, éste es capaz de crear mundos con dragones dispuestos a devorarnos.  De nuestros pensamientos germinan nuestras emociones que nos llevan a  actuar conforme nos sentimos. Por eso es tan importante aprender a manejar nuestro pensamiento y darle libertad siempre que sea para construir en positivo  ¿Estamos dispuestos a dejarnos devorar?  

La tristeza ¿puede ser positiva?

La  alegría es productiva, esto lo sabemos. La tristeza también lo es... y a veces no  lo sabemos. 

La tristeza nos invita a reflexionar. A parar y pensar.. A valorar. A decidir.

Los pensamientos positivos sabemos que son más saludables que los negativos, pero también desde la tristeza se puede pensar positivamente y también bajo un estado de alegría, se puede pensar negativamente.

Lo  saludable es pensar desde un estado realista e inteligente, comprender que la vida es una interacción entre estados de luz y de sombra.

Estar triste no es tener una depresión.

Y es que de los días o momentos de tristeza nacen nuevos aprendizajes de los que debemos salir fortalecidos tras haber superado un proceso del cual, hemos obtenido conocimiento para seguir adelante, para curtir un poco más ese caparazón que nos da el vivir y donde hemos de saber y disponer de recursos humanos, emocionales y profesionales que nos permitan protegernos  para ser capaces de responder ante nuevas recaídas.

Los momentos de tristeza debemos de vivirlos como transitorios y circunstanciales. Acogerlos como huéspedes de paso, no como residentes. Hay que saber que se irá, pero que no siempre lo hace sola, es por esto que debemos estar atentos por si en algún momento intenta seducirnos para quedarse a nuestro lado...

De manera, que yo me doy permiso para estar triste... de vez en cuando. Y tú ¿Te lo das?

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

martes, 10 de marzo de 2015

Y a las mujeres ¿les gusta el sexo anal...? (Va la Tercera).


El gusto por los traseros no es patrimonio del genero masculino, también a las mujeres les resulta erótico, excitante y sensual contemplar los glúteos de los hombres y también a estas les pone “jugar” con la puerta de atrás en la que algunos tienen vetada su entrada.
De manera que ha muchas mujeres les gusta que entren en juego sus nalgas, lo disfrutan y lo gozan con esta práctica, pero también les gusta y les pone mucho jugar con las de su compañero sexual.
 En la práctica del sexo anal la mujer no tiene porqué mantener una actitud pasiva. El sexo anal puede ser bidireccional...
 Aún siendo el orificio anal una zona muy placentera para los hombres, no todos permiten el acceso a lo que para ellos es un “territorio restringido”, pues muchos ven en este gusto, placer o deseo una amenaza de la que se deben proteger “por si acaso...” por si acaso les gusta demasiado...
 Pero la realidad es que los hombres que se abandonan y se dan permiso para disfrutar de una manera integral de su cuerpo gozan mucho de las caricias y masajes anales. Y es que este placer nada tiene que ver con la opción sexual de cada cual. En el sexo hay que dejarse llevar y disfrutar de cada rincón de nuestro cuerpo, llámese este como se llame.
 Hay algo fundamental cuando practicamos sexo anal, en una u otra dirección... Éste debe ser suave y lento al inicio. Es en esta parte donde es muy probable que se sienta un poco de dolor o molestia, sin embargo, cuando el esfínter se dilata, al cabo de unos segundos, el dolor desaparece para dar lugar al placer y a las nuevas sensaciones. 
Y es que a muchas mujeres les encanta y disfrutan experimentando con diferentes zonas de su cuerpo y con las de su pareja...
 Cómo jugar con las nalgas de tu chico o chica:
1.    Tus dedos: no todos los  chicos mantienen una actitud relajada cuando su chica está dispuesta y preparada para entrar en su “zona restringida”, de manera que debes hacerlo con mucho cuidado, despacio, sin prisas y siempre con suficiente lubricante y con él comienza a tocar la zona para que el esfínter muscular no ofrezca resistencia y se relaje (en las sex shops venden muchos que son especiales para el sexo griego: más espesos y de mayor duración) de lo contrario tu chico sellará la puerta de atrás y no deseará volver a poner en juego esta parte de su anatomía.

2.    Dedal de látex:  si  no te hace lo de introducir tus dedos, los dedales de látex están muy bien. Pruébalo, pero no olvides el uso abundante del lubricante.

3.    Juguetes (dildos, vibradores, etc.): antes de poner en práctica el uso de estos  juguetes con tu chico, es conveniente que este se haya familiarizado y gustado, el contacto con su ano, de lo contrario, no tengas prisa para usarlos. Cuando llegue el momento empieza por los de un tamaño inferior  y siempre lubricando antes la zona. Recuerda, no sirve cualquier  juguete pues el ano es orificio de salida. ..
4.    Arnés “cambio de roles”: Para los más atrevidos y atrevidas... ¿Qué mujer no ha fantaseado con penetrar en vez de ser penetrada? A muchas parejas les encanta y les pone mucho que sea su chica quien le penetre.  Esto se puede conseguir poniéndose ella un arnés. Hay diferentes tipos y diferentes formas de ser usados. La imaginación es un excelente recurso...  Recordar que al igual que en cualquier práctica, esto debe ser consensuado  con la pareja pues se trata de que ambos disfrutéis.
5.    Otros: una vez que la imaginación a entrado en juego, solo queda gozar de los recursos que os hagan disfrutar a ambos.
El sexo anal o griego puede ser una experiencia deliciosa, excitante y altamente placentera para ambos miembros de la pareja.

Desprenderos de prejuicios y tabúes que os impidan o dificulten vivir nuevas experiencias. Disponemos de un cuerpo estupendo para gozar y ser gozado y una mente dispuesta a caminar al ritmo que tú le marques ¿cuál es tu ritmo?

Si quieres leer el post de la semana pasada:


Fdo.: Raquel Díaz Illesca