Necesitamos sentirnos queridos, valorados, respetados, entendidos y escuchados, pero también deseamos que nuestra pareja nos exprese lo que piensa y siente en determinadas situaciones. Pero esto no siempre sucede así, ni en el tiempo ni en la forma.
Y entonces ¿qué hacer ante la necesidad de que nos cuenten, nos digan, hagan y nos quieran como nosotros queremos?
Lo primero, respetar al otro. Si no sabe cómo expresar lo que siente o piensa, por mucho que le machaques con que lo necesitas, que debe hacerlo, no por ello lo hará en la forma y medida que desearías.
Si quieres a tu pareja, si te importa y quieres seguir compartiendo un proyecto de vida junto a ella:
Enséñala a que te exprese sus emociones, tú puedes ser el modelo a seguir (si es que te gustan tus actitudes).
Hazlo desde el refuerzo positivo, nunca desde el reproche.
Ponle más énfasis en las cosas que te gustan y las que hace bien, más que en las que te desagradan, y házselo saber.
Evita las comparaciones con otras parejas (tanto si estáis solos o acompañados).
Expresa tus deseos y necesidades en positivo, es mejor decir: Me encanta cuando llegas y me das un beso (positiva); en lugar de decir: Nunca me das un beso cuando llegas (negativa). La primera favorecerá el que se repita esta conducta, la segunda provocará conflicto.
Sustituye los NUNCA, JAMÁS, o SIEMPRE por: algunas veces, de vez en cuando, o por expresiones positivas, etc. Los absolutos son distancia dores y precursores del conflicto. Ejemplo: “Nunca me das un beso, siempre tengo que hacerlo yo”. Es mejor decir: “Me encanta cuando me das un beso”. “Nunca dices nada”, Mejor decir: “Hoy estás más callado”.
SER por ESTAR: Es muy frecuente utilizar el verbo ser para calificar o asignar a la pareja una conducta negativa y permanente. Ejemplo: “Eres muy frió cuando hablas” Mejor: “Hoy estás más callado”.
Premia sus logros o avances, minimiza sus fallos.
Aprender a verbalizar sentimientos no es fácil, ni es algo que se aprende de la noche a la mañana. A veces se precisa de la intervención de un profesional. Este es un proceso lento y que requiere de mucha paciencia y sobre todo mucho amor por la pareja.
A partir de aquí tendrás que valorar al menos dos aspectos:
1. ¿Te merece la pena el esfuerzo y las energías que deberás consumir en este aprendizaje?
2. Es importante tener en cuenta que tú puedes necesitar, desear y querer que tu pareja aprenda a verbalizar y expresar sus emociones, pero ¿Ella que quiere? Puede ser que ésta no quiera o pueda hacerlo. De manera que lo primero es contar con la predisposición que tu pareja tenga hacia el cambio ¿Ella piensa que hay algo que debe modificar? ¿Quiere hacerlo?
¿Hay otras opciones?
Seguiremos...
Si quieres leer el post anterior:
Quiereme como yo te quiero
Fdo. Raquel Diaz Illescas
Si la sexualidad es sinónimo de placer ¿Qué hace que no sea esto lo que sienten algunas personas cuando la practican?; ¿Qué influencia tiene la educación recibida, los modelos sexuales? Para que la sexualidad sea gratificante, ¿qué lugar ocupa el coito?. En este blog, que he llamado “sexualidad positiva”, vamos a ir deslizándonos, con caricias, besos, lametones, y aquello que nos haga sentir bien, en una sexualidad placentera, en una sexualidad positiva….
Próximos cursos, Talleres, Jormadas o Congresos
martes, 25 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
Quiéreme como yo te quiero
Queremos que nos quieran, pero a nuestra manera.
Nos enamoramos, nos ilusionamos, nos decepcionamos, frustramos, y a veces incluso pensamos que eso del amor, de la pareja no debe estar hecho para nosotros.
Muchos de los conflictos que viven las parejas están motivados por la frustración que uno o ambos miembros sienten cuando esperan del otro que haga, diga o sienta en esta o aquella situación. Pero lo que acaba sucediendo es que nuestra pareja no hace ni dice aquello que nosotros esperamos que haga.
Interpretar e incluso adivinar los motivos o causas que han llevado a la pareja a reaccionar de tal o cual manera es una práctica al uso en todas las relaciones. Tendemos a medir las conductas y verbalizaciones o no del otro por nuestro particular patrón que no es otro que nosotros mismos, y desde ahí comenzamos a encontrar explicación a lo acontecido: “Dice que no le pasa nada porque seguro que está enfadado; me dice que le deje en paz porque lo que le ocurre es que ya no me quiere…; si no me ha cogido el teléfono seguro que es porque estaba con alguien que no quería que yo supiera; no me dice nada porque estará pensando que ya está harto de mi; no se fija en mi porque ya no le gusto; no me dice la verdad para no hacerme daño…” Y así un sin fin de pensamientos que acaban llevándonos a sentirnos tristes, rabiosos, frustrados y sobre todo generando mucha ansiedad que favorecerá el que nuestra actitud para con nuestra pareja sea de reproche.
Pensamos que conocemos al dedillo a quien comparte con nosotros techo, que sabemos cómo reaccionará ante esto o aquello; que el que ponga este o aquel gesto quiere decir que le pasa tal o cual cosa, porque el haber compartido tantos años juntos nos otorgan tal “arte” y curiosamente nada sabemos de sus deseos y preferencias dentro y fuera de las sabanas, aunque a veces sin nunca haber hablado del tema, algunos presuponen saberlo.
Lo cierto es que adivinos adivinos, no somos. Y que aunque creamos conocer a nuestra pareja tanto como para saber las motivaciones que esta puede tener para actuar de una manera determinada, posiblemente en la mayoría de las ocasiones nos equivoquemos.
Cada persona somos diferentes, y así lo son nuestros intereses, motivaciones y la forma de sentirlo y expresarlo. Esto todos dicen saberlo, pero lo cierto es que interiorizarlo y ponerlo en práctica parece estar algo más alejado. Realmente ¿resulta tan complicado limitarnos a escuchar lo que nuestra pareja nos dice sin que esto conlleve una interpretación de lo dicho o hecho?
Podemos pretender o exigir, que alguien que es introvertido, que le cuesta expresar sus emociones ¿nos diga lo mucho que nos quiere y nos echa de menos cuando no estamos a su lado?
No deberíamos, sin embargo lo hacemos basándonos en lo que para nosotros es lo normal. Esperamos que hagan un despliegue de sus emociones y nos las muestren tal cual nosotros lo haríamos, porque claro, nosotros es que sí lo hacemos… Y cuando por respuesta obtenemos silencios inciertos lo que interpretamos es que el amor se ha ido de la mano del deseo.
A expresar sentimientos también se aprende, pero esto no nos lo enseñan en la escuela y tampoco los padres suelen hacerlo, posiblemente porque a ellos tampoco les enseñaron.
Y entonces ¿qué hacer ante la necesidad de que nos cuenten, nos digan, hagan y nos quieran como nosotros queremos?
Seguiremos...
Fdo. Raquel Diaz Illescas
miércoles, 19 de septiembre de 2012
NUEVO LIBRO: SEXUALIDAD Y AFECTO EN LA VEJEZ
NUEVO LIBRO:
Félix López Sánchez (2012).
SEXUALIDAD Y AFECTO EN LA VEJEZ.
Madrid: Pirámide
Este es un libro para profesionales de la educación y la salud y para buenos lectores de cualquier edad.
Con él se pretende ayudar a las personas mayores de cincuenta años a conocer, comprender y manejar con inteligencia emocional los cambios fisiológicos, afectivos, mentales y comportamentales que afectan a la su biografía sexual y amorosa.
Una etapa de la vida muy larga, la más larga para bastantes personas, en la que, en contra de lo que se nos decía, la vida sexual y amorosa sigue siendo muy importante, aun siendo muy diferente de unas personas a otras.
Algunas capacidades declinan, pero otras se mantienen o mejoran: los afectos sexuales (Deseo, Atracción y Enamoramiento) y los sociales (Apego, Amistad y Cuidados) permanecen abiertos toda la vida, de forma que siempre es posible amar y ser amado, es, en realidad, lo que más necesitamos.
La propuesta parte de un concepto de sexualidad científicamente fundamentado y abierto al hecho más sobresaliente de la sexualidad humana: la posibilidad de tomar decisiones, porque la sexualidad humana no es solo instintiva, sino que está en el reino de la libertad. Podemos y debemos tomar decisiones sobre nuestra vida sexual y amorosa y hay muchas formas saludables de vivir esta dimensión humana de forma saludable. Por eso, rechazamos el modelo represivo que niega el derecho de las personas mayores no casadas heterosexualmente a vivir la sexualidad y los afectos amorosos, pero también el modelo que prescribe la obligación de tener determinadas actividades sexuales.
En este libro se ofrecen conocimientos que ayudarán a cada persona a convertirse en el guionista y actor principal de su biografía sexual y amorosa, animándola a que se responsabilice de su propio bienestar y el de su pareja, si fuera le caso.
Vivir la madurez y vejez de forma activa y positiva, seguir cantando la vida mientras tengamos voz, amando mientras el corazón no se pare, gozando de lo bueno que nos puede dar la vida, viviendo, en definitiva.
“Y luego amar, y luego ver que la vida avanza
plena de abiertos años y plena de colores
sin final, no cerrada al Sol por ningún muro”
(Rafael Alberti)
jueves, 6 de septiembre de 2012
Abrazos, caricias y palabras que acurrucan…
A veces necesitamos un tiempo para poder seguir adelante con la misma energía que ayer,
A veces necesitamos gritar en un intento de desprendernos de nuestro dolor,
A veces lloramos en silencio mientras nuestras lágrimas gritan,
A veces quisiéramos dormir, dormir y sentir que estamos soñando…
Muchas veces necesitamos el abrazo que ahuyente nuestros miedos, la caricia que limpie las lágrimas ya secas de una noche intensa; muchas veces necesitamos las palabras que nos hagan sentir que no estamos solos.
Yo en este post quiero dejar abrazos, caricias y muchos te quiero para quienes en este momento están sufriendo.
Nos reencontraremos muy pronto en un nuevo post.
Fdo. : Raquel Díaz Illescas
A veces necesitamos gritar en un intento de desprendernos de nuestro dolor,
A veces lloramos en silencio mientras nuestras lágrimas gritan,
A veces quisiéramos dormir, dormir y sentir que estamos soñando…
Muchas veces necesitamos el abrazo que ahuyente nuestros miedos, la caricia que limpie las lágrimas ya secas de una noche intensa; muchas veces necesitamos las palabras que nos hagan sentir que no estamos solos.
Yo en este post quiero dejar abrazos, caricias y muchos te quiero para quienes en este momento están sufriendo.
Nos reencontraremos muy pronto en un nuevo post.
Fdo. : Raquel Díaz Illescas
lunes, 20 de agosto de 2012
¿Cómo diferenciar la pasión sexual compatible del acoplamiento por “Fijación erótica?
Saber detectar y diferenciar aquello que estamos viviendo en las primeras fases de ese “estar conociéndose” puede ayudarnos a no confundir lo que es un buen acoplamiento por código sexual compatible, de la vivencia de un acoplamiento por fijación erótica.
Es importante distinguir una vivencia de la otra. Veamos un cuadro que clarifique todo lo anterior:
Cuadro comparativo de la vivencia sexual (Antonio Bolinches)
• Sensación de buena comunicación sexual.
• Sensación de unión afectiva que se expresa sexualmente
• Satisfacción por la calidad de la relación.
• Sensación de congruencia en la experiencia sexual.
• Sensación de comunicación pos orgásmica
Acoplamiento por fijación erótica
• Sensación de haber encontrado nuestro ideal sexual.
• Sensación e fusión afectiva que genera sexualidad compulsiva.
• Calidad en la relación pero miedo a perder al sujeto sexual.
• Deseo de satisfacer al otro y satisfacerse con él.
• Sensación ambivalente de comunicación pos orgásmica e insatisfacción por haber concluido el contacto.
La vivencia sexual puede ser muy semejante, pero el sabor que deja es muy distinto. En el buen acoplamiento sexual la pareja va fortaleciendo el vínculo amoroso. En la fijación erótica, se genera dependencia emocional y favorece la sexualidad compulsiva
Los vínculos establecidos desde una fijación erótica, llevan al sometimiento de la parte más débil, que se pone a disposición de los deseos y caprichos sexuales de su pareja. Un buen ejemplo de fijación erótica llevada hasta sus últimas consecuencias podemos encontrarlo en la película de Adrian Lyne “Nueve semanas y media” (1986) en la que el personaje interpretado por Mickey Rourke conduce a la atractiva Kim Basinger hacia un estado de dependencia sexual tan intensa que sitúa a la protagonista al borde de una crisis de identidad.
Las personas que han vivido este tipo de experiencias, en mayor o menor intensidad, suelen describirla como una vivencia que no desean repetir, en la que “no eran ellas. Vivían fuera de sí, en otro mundo que no era real”. Han experimentado cosas que nunca antes habían vivido, pero también han sufrido una alta dependencia autodestructiva que les ha ocasionado más dolor que placer.
Y entonces ¿cómo evitar la fijación erótica?
La mejor manera es creando vínculos desde la coherencia interna y la madurez, en lugar de hacerlo desde la necesidad afectiva. No buscando que nos quieran a cualquier precio. Fortaleciendo y manteniendo en buena forma nuestra autoestima. Respetándonos y queriéndonos como somos. Sabiendo que una cosa es sentir una intensa pasión sexual por alguien y otra muy diferente es que esta pasión lleve consigo el miedo, la ansiedad y el sometimiento de la voluntad.
Debemos acercarnos a personas que nos quieran, siempre desde el respeto.
Si quieres leer la primera parte:
La Fijación erótica: “estar encoñado”
Fdo. Raquel Díaz Illesc
lunes, 13 de agosto de 2012
La Fijación erótica: “estar encoñado”
Ilusionarse, estar enamorado, sentir intensa pasión, estar “encoñado”, son vivencias no siempre correctamente identificadas por quien las experimenta.
Cuando sentimos una intensa pasión y pulsión sexual por alguien y esta la acompañamos de una fuerte necesidad de estar a su lado, es fácil pensar que hemos encontrado la persona ideal para nosotros, que antes nunca habíamos sentido tal emoción por nadie. Es como si nada ni nadie importase. El deseo es tan intenso que uno siente que está “enganchado” y siente miedo de perder ese vínculo que se ha convertido en adictivo.
Antonio Bolinches, en su libro “Sexo sabio” habla de “la fijación erótica” como un fenómeno sexual que se presenta con cierta frecuencia en determinado tipo de personas, sobre todo en las fases iniciales de la relación y mucha gente confunde con la compatibilidad sexual, con la que está conectada en cierta manera, pero que requiere de otros elementos suplementarios para producirse.
Bolinches, recuerda que para que podamos hablar de fijación erótica se requiere tres requisitos:
1. Código sexual suficientemente compatible.
2. Alto nivel pulsional.
3. Necesidad de dependencia afectiva.
Y ¿Qué lleva a las personas a establecer vínculos que podríamos calificar de “adictivos”?
Posiblemente una fuerte necesidad afectiva, unida a una baja autoestima. La necesidad de contactos es tan fuerte y la pasión que experimentan en cada uno de ellos es tan ardiente y eufórica, que los implicados acaban desentendiéndose de todo lo que les rodea y se dedican por entero a quien ahora es su pareja
Es fácil confundir la pasión emocional y sexual de la primera fase del enamoramiento, con la fijación erótica, que se mueve desde la necesidad afectiva, generando mucha ansiedad a sus miembros. Sin embargo, mientras que el enamoramiento pasional se puede transformar en amor armónico y saludable, la fijación erótica está abocada a desaparecer o convertirse en una relación neurótica.
Una parte importante de los fracasos terapéuticos, en los casos de inhibición del deseo por saturación corresponden a parejas vinculadas desde la fijación erótica. Por eso es importante no confundir el buen acoplamiento producido por un código sexual compatible con la dependencia producida por la fijación.
Y ¿Cómo diferenciar un acoplamiento por código sexual compatible del acoplamiento por fijación erótica?
Fdo. Raquel Díaz Illescas.
jueves, 2 de agosto de 2012
Encuentro:Comunicación eficaz para profesionales.
Curso de verano en la UIMP de Santander 2012 Dirección Manuel Campo Vidal Director del Instituto de Comunicación Empresarial (ICE) |
La comunicación es pensar, planificar y saber quien tenemos al otro lado;
La comunicación eficaz precisa de la escucha activa, mirando a los ojos de quien nos oye; también la comunicación precisa de escucharnos en voz alta, de sentir la melodía y armonía de nuestras palabras.
La comunicación eficaz es convencer y persuadir,
Comunicarse eficazmente no es solo articular palabras,...
Comunicarse es emocionar, acariciar, acercarse al otro con respeto.
Comunicarse con eficacia es hacer que todo nuestro cuerpo hable coordinadamente: gestos, movimientos, indumentaria...
Comunicarse con eficacia es empatizar con nuestro interlocutor, es tenderle la mano y que este te agarre y desee seguir haciéndolo...
Para comunicarse con eficacia es preciso:
Escribir
Hablar y sobre todo
Escuchar
Sí al buen uso de las anáforas, no de los anacolutos
Un buen comunicador es aquel que es capaz de hacer que las imágenes hablen. Es aquel que se comunica para TODOS.
Manuel Campo Vidal junto a Raquel Díaz Illescas
y Harley
|
Gracias a Manuel Campo Vidal por su generosidad de la que supo contagiar a sus colaboradores;
Y gracias especialmente a todos mis compañeros de curso por la oportunidad que me disteis para conocerme y conoceros.
Sin duda en nuestra memoria debería quedar siempre que
"La comunicación es una oportunidad de liderazgo” y también lo es de que nos quieran.
Fdo.:. Raquel Díaz Illescas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)