lunes, 8 de marzo de 2010

Expectativas sobre la relación e pareja.


Soñar y fantasear con la pareja potencial es estupendo, pero lo es más saber cómo, dónde y cuándo hacerlo.

Mantener unas expectativas irrealistas y/o mitos sobre lo que se puede esperar de la relación de pareja puede contribuir al deterioro en la satisfacción, ya que siempre se estará esperando más de lo que se encuentra en la relación.
Algunos mitos y expectativas poco realistas podrían ser:


El amor romántico durará siempre. Éste será suficiente para que la relación perdure. Lamentable o afortunadamente, el amor romántico se va transformando con el paso del tiempo en un amor más maduro, más equilibrado, lo cual no quiere decir que no exista amor, pero serán otros componentes los que fortalezcan y hagan que la pareja permanezca o no unida.

Mi pareja sabrá lo que yo quiero sin que se lo diga. Ésta es una creencia muy arraigada en el pensamiento y la expresión que hacen muchas personas cuando se refieren a su pareja, pero de momento adivinos no somos, por lo que informar acerca de nuestros deseos, siempre ayudará a no equivocarse.


Si hay amor las relaciones sexuales serán satisfactorias. Otro error más. El mantener o no relaciones sexuales satisfactorias no está vinculado a que exista amor entre sus miembros, aunque sÍ la predisposición a solucionar los posibles desajustes y a poner los medios para darles solución.

Cuando me case o cuando tenga pareja, se acabará el sufrir penalidades o frustraciones. Lamentablemente, el tener pareja no garantiza la ausencia de sufrimiento ni penalidades, y menos aún de frustrarnos. Lo importante será, que tengamos capacidad de frustración y sepamos hacer uso de las herramientas o estrategias que nos permitan ir afrontando cada situación de la manera más equilibrada posible, esto con independencia de tener pareja o no.

Mi pareja me compensará por todas mis frustraciones pasadas. La pareja no viene a compensar nada, y menos lo pasado. La pareja tiene que aportar bienestar a la vida presente.

Mi pareja siempre estará de mi parte. Esto no siempre es así, pues hay personas que manifiestan abiertamente cuando no están de acuerdo con los comportamientos, o las opiniones, también cuando se trata de su pareja.

Siempre me será fiel. La fidelidad preocupa y ocupa demasiado a las parejas. Consumen demasiadas energías en supuestos y averiguaciones. Las personas no somos máquinas a las que nos puedan ni podamos programar, afortunadamente. Disfrutemos de lo que estamos viviendo y no le dediquemos tiempo a lo que no nos produzca satisfacción.

Siempre será condescendiente cuando mi comportamiento no sea correcto. Lo que no es correcto hay que decirlo, siempre haciendo uso del respeto.
Seremos inseparables. Emparejarse no quiere decir perder la independencia. El querer a tu pareja no resta el desear compartir otras cosas con los amigos, compañeros de trabajo, la familia, etc., sin que tenga que participar la pareja.

siempre estaremos juntos. Este pensamiento es muy positivo para iniciar una relación, pero este, forma parte del deseo. Lo que nosotros queramos y lo que acabe siendo, no dependerá solo de nosotros. Si seguimos juntos será porque hay amor, o así debería serlo, si no es así, el mar está lleno de peces.

Lo compartiremos todo. Compartirán lo que cada cual quiera: sentimientos, ideas, pensamientos, ilusiones, economía, et, etc.

Mi pareja me hará feliz. No podemos cargar a la pareja una responsabilidad que solo es nuestra.

Es importante tener identificados y resueltos estos pensamientos, ya que como hemos dicho, forman parte de las creencias que muchas personas tienen con respecto a la relación de pareja, pues si no es así, sus miembros se moverán en las quejas, reproches y deseos insatisfechos. Si son capaces de hacer una reevaluación de todo esto, la convivencia será más equilibrada, más realista.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

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