Siempre quiero preguntarte cosas, cosas cotidianas.
Que se llene tu boca de interrogantes y la mía de
palabras.
Que me busquen tus ojos y me encuentren tus manos.
He estado a punto de llamarte y cuando fui hacerlo
no sabía.
A punto de escribirte un whasapy no tuve línea.
A punto de preguntarte si vendrías y pensé que sería
mejor preguntarte si volverías.
A punto de guardar silencio.
A punto de comerme todas las palabras y sentí que
eran demasiadas..
A punto de borrar tu nombre y tu cara.
A punto de correr, pero estaba cansada.
A punto del amor.
A punto del sexo.
A punto de la poesía.
A punto de la nada, pero estaba vacía.
A punto de la religión, pero recordé que era atea.
A punto de parar el mundo y bajarme, pero iba
demasiado deprisa.
A punto del precipicio, pero me acordé que sentía
vértigo.
A punto de olvidarme de mí, pero al final pensé que
era más rentable hacerlo de ti.
Fdo.: Raquel Díaz Illescas
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