No se crearon los armarios para guardar sueños,
ni emociones, ni deseos, ni sexos, ni amores, ni ideas, ni palabras, ni
identidades, ni cuerpos, ni corazones...
En los armarios duermen los miedos.
Si la sexualidad es sinónimo de placer ¿Qué hace que no sea esto lo que sienten algunas personas cuando la practican?; ¿Qué influencia tiene la educación recibida, los modelos sexuales? Para que la sexualidad sea gratificante, ¿qué lugar ocupa el coito?. En este blog, que he llamado “sexualidad positiva”, vamos a ir deslizándonos, con caricias, besos, lametones, y aquello que nos haga sentir bien, en una sexualidad placentera, en una sexualidad positiva….
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