domingo, 25 de agosto de 2019

Lo que no conseguí


He intercambiado fluidos, besos, caricias y algún que otro te quiero con más de cien, o doscientas o quizás han sido trescientas mentes, a las que he masturbado y después follado, que más da ya.

Incontables son los hombres a los que he querido y deseado, pero me sobran dedos índices y pulgares para contar a los que he amado.

Me he erotizado en un autobús, en silencio, mientras una oriental buscaba atentamente en una pequeña guía el tour ideal. No levantó ni una pestaña de su recorrido, yo si. No sé si pensaba en ti o en él, acaso eso importa ya?

He pedido perdón y he dicho lo siento, no siempre que debía y a veces también lo he dicho cuando sobraba.

Me he comportado de manera primaria cuando debía haberlo hecho de manera racional y he utilizado la razón cuando solo había espacio para el corazón.

He dejado ir y se me ha roto el alma y desde entonces mi alma tiene certificado de diversidad funcional o quizá es sensorial, o emocional o simplemente tengo un alma diversa, sin más.

He dejado de tener apego por las cosas que se pueden perder, o por las que se pueden romper, o por aquellas que un día buscas y ya no están sin saber por qué. No siento apego por lo que me esclaviza o somete, tampoco lo tengo por quien no me quiere o me hiere.; a veces ni siquiera lo tengo por mi.

Me he enamorado, he amado, me he ilusionado y he deseado y no siempre he sabido emparejar mi deseo con el sentimiento o con lo que en cada momento necesitaba.

He hecho caminos sin brújulas ni GPS, quizá si los hubiese utilizado tú no serías quien hoy eres y yo serían no sé quien sería.

He amado a quien no debía, he sentido dependencia y he dejado que me muerdan y me coman el corazón.

He llorado al amor y al olvido también. He llorado con lágrimas y sin ellas también.

He torturado corazones y después me los he comido.

He dormido con todos los complejos y me he despertado con todas las inseguridades.

He caminado por el desierto y los infiernos me hicieron su huésped.

Me he puesto delante de una vaquilla, simplemente para que no se sintiera sola.

Mis ojos lo ven todo borroso y mi corazón a veces también.

He perdido en todos los juegos, y en los que no jugaba también.

Soy experta en procesos, tengo carnet vip.

Aprendí a hacer fuego, pescar, saltar, pensar, cultivar, crear, calcular… hice de mis palabras un set de supervivencia.

He nadado con tiburones y me he encerrado con leones. Me enseñaron los dientes y yo les enseñé mis entrañas.

Subí al Machu Picchu con los pies descalzos, y baje con la piel quechua.

Se fue Harley y la pedí perdón mil veces mientras se iba. Lloré todo lo que cabía en mi corazón. Desde entonces mi corazón a veces se siente vacío y mis ojos más ciegos.

Mi mejor amiga ya vuela alto y mi padre también y mi gata Paloma quiso irse al verme tan triste.

Lo que más quiero se cortó los tendones de un dedo y antes de que yo tomara aire el cuchillo se adentró nuevamente en su piel, y yo dejé sangrar a mi garganta para poder seguir respirando.

El corazón de mi madre empezó a gritar, y sus arterias y las mías a sangrar.

La cuarta pata de mi mesa hace tiempo que tiene goteras y ya no me quedan cubos…

Me he montado en un autobús y he mirado por la ventanilla esperando ver paisajes que nunca había visto, y me quedé dormida y sola.

He tenido a la tristeza de huésped y a la soledad y al miedo, y el abandono quiso apuntarse también, pero decidí que no me quedaba espacio y salí de casa a caminar.

He comido una vez al día y me he maldecido cuatro.

Me han atracado y me hice velocista en una noche.

Aprendí chino en un mes y francés en tres, pero no conseguí entenderte.

Manejo los silencios, y las palabras también.

Los canallas me buscan, les gusto, y ellos a mi también, de manera que juego al poli amor con ellos y con las palabras al escondite inglés.

Te he bloqueado en todas las redes sociales, incluso he puesto una clave de acceso en mi corazón.

Mi vida es una aventura en la que me caigo y me golpeo, pero consigo levantarme y limpiarme los restos.
Me duele el cuerpo, el que respira y el que duerme. Escribo para seguir respirando.

He hecho muchas cosas en mi vida, pero lo que no he conseguido es que tú dejes de mentirme.

Después de todo, soy una mujer positiva y vitalista; quizá es que todo esto no va conmigo.



#RaquelDiazIllescas # #relaciones #conectar #morir #dosis #medida #pareja #Pensar #Comunicación #Autoestima #Quiere #Positividad #Mujer #Psicólogo #Sexólogo #Couch #Escritora #Frases #Poemas #Psicología #Terapia #libros #agosto #2019 #salud #dinero#Harley #mentiras #Positiva #Positividad




No hay comentarios: