domingo, 10 de enero de 2010

Fase de Excitación en la Mujer (I)

Gracias a la inteligente H. Kaplan, sabemos de la importancia del deseo en las relaciones sexuales. Necesitamos desear algo o a alguien, para poner en marcha recursos para conseguirlo, de lo contrario el contacto sexual deseado, quedaría reducido a la fantasía individual de la masturbación, que no por ello deja de ser una respuesta sexual más, y ésta sí a nuestro antojo; por eso lo de ser la primera fase de la respuesta sexual humana; pero una vez que el deseo está activo, este precisa pasar a una segunda fase: la excitación. No basta con el deseo, aunque este sea muy gratificante.

No todos nos excitamos de la misma manera, ni con los mismos estímulos. unos se excitan con la visión de un cuerpo desnudo; otros con ropa interior, muchos con caricias; algunos con una mirada (especialmente si es la de la persona deseada); otros a través del oído: escuchando palabras dulces, eróticas, sensuales, otros en la espera…etc., etc. La lista puede ser infinita, como lo son los gustos de cada hombre o mujer. Si hay o no diferencias en lo que nos gusta a ambos sexos, forma parte de los mitos y de la educación recibida, y sobre todo de las experiencias y la forma de vivir y sentir la sexualidad de cada persona.

Es verdad que muchos de los encuentros sexuales, se dan por el débito, porque “ya toca”, porque no se mosquee, por no volver a discutir, porque estamos en fiestas, porque no puedo decirle siempre “me duele la cabeza”, no tengo ganas, estoy cansada, que nos oyen los niños, que mañana tengo que madrugar, que me ha bajado “la regla”, etc., etc., etc.

Son las mujeres, las que normalmente mejor manejan estos recursos, o excusas, que les eximen de mantener relaciones sexuales con su pareja, y son ellos los que asumen, o se resignan o se frustran en cada intento; pero llega el momento en que estas no sirven, y que “hay que dejarse hacer” (así lo expresan y viven muchas mujeres).
Y es aquí donde empieza el ritual acostumbrado en cada relación sexual: besos aquí y allí, tocamientos varios (pocos y casi siempre los mismos), y al momento coito.
En más ocasiones de las que sería deseable, son las propias mujeres las que agilizan cada una de las fases de la respuesta sexual, impidiendo que la pareja toque, bese o lleve a cabo cualquier otra acción sexual que no sea la del coito,. Es por esto, que en muchas ocasiones, son ellas las que inducen a su pareja a que lleve a cabo la penetración, ya que de esta manera saben que se “acabará pronto”. ¿Por qué ocurre esto?, ¿por malas artes de los hombres?, No; simplemente unos y otros, no han aprendido otra forma de expresar los afectos, su sexualidad, porque llegan a sus encuentros sexuales sin erotizar el momento, a su pareja.

No podemos olvidarnos de la importante influencia de los modelos de educación sexual, de la que como hemos comentado en reiteradas ocasiones somos herederos, y no siempre conscientes de ello, y de la necesidad del aprendizaje de una sexualidad integral y placentera.

Pensemos que hasta mediados del siglo XX, con la famosa revolución sexual, las mujeres habíamos sido consideradas seres asexuados, al servicio de la procreación y disfrute del género masculino. Los procesos de cambio en la mentalidad de una sociedad son lentos, y precisan de la educación de la misma.

Aún en nuestros días, en pleno siglo XXI, todavía una parte de la sociedad sigue escandalizándose por las actitudes, o expresiones verbales relacionadas con la sexualidad, que muchas mujeres ejercemos libremente, clasificando a éstas entre: “mujeres decentes” y “malas mujeres”. Curiosamente, esta categorización casi siempre se encuentra influenciada por la sexualidad.

De manera que mucho me temo que eso de excitarse, poner a cien, o caliente, aún hoy, muchas mujeres, y también hombres, lo viven como algo sucio, pecaminoso, algo que no se debe expresar, que forma parte de la intimidad de cada cual.

Afortunadamente, la sexualidad se aprende, y yo aunque “chica mala”, soy optimista y pienso que la sociedad quiere y desea cambiar, para vivir una sexualidad estupenda.


Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

1 comentario:

Psimatica dijo...

Enhorabuena, Raquel, ¡tienes un blog maravilloso en muchos sentidos, en el profesional, el científico, el humano, el poético y el personal!
Hemos publicado recientemente un libro que probablemente pueda interesarte, pues me parece que está muy en tu línea de pensamiento:

Sed de piel. ¿Feminizar el futuro?
Manuel Lucas Matheu
Editorial Psimática, Madrid
ISBN: 978-84-88909-36-7
Primera edición: 2009
333 páginas
alto 24 cms. x ancho 17 cms.
Encuadernación rústica
Precio: 24,00 € con IVA.
PEDIDOS:
psimatica@psimatica.com

INTRODUCCIÓN
CAPITULO I. LAS CLAVES DEL HECHO SEXUAL HUMANO
Un análisis profundo

CAPITULO II. LAS RAÍCES DEL SEXO
Las razones del sexo
Los primeros pasos del sexo
La unión hace la fuerza
Células especializadas en sexo

CAPITULO III. SEXO, DIFERENCIAS Y COMUNICACIÓN
El objetivo fundamental: comunicarse
La primera división de papeles
Hermafroditas
Macho y hembra
¿Fue el sexo el motivo del final de los dinosaurios?
Marcando diferencias

CAPITULO IV. LA APARICIÓN DE LAS RELACIONESSEXUALES
Las relaciones sexuales. Un objetivo de ahorro y seguridad
"..con sufrimiento parirás hijos"
Los envases de esperma
La solución ideal: la cópula
La salida de las aguas y el sexo
Una conducción de seguridad: el pene

CAPITULO V. LA EVOLUCIÓN DE LA COMUNICACIÓN SEXUAL
El sentido finalista del sexo
Un instrumento necesario: la comunicación sexual
Hembras dominantes. Machos desechables
La rebelión de los machos
Las hembras eligen a los mejores
Sexo y agresividad

CAPITULO VI. HEMBRAS QUE ELIGEN. MACHOS QUE SE SUPERAN
La superación de los machos. Los "torneos del amor"
Hembras dominantes. Una excepción en las especies más evolucionadas

CAPITULO VII. LA EVOLUCIÓN DE LOS VINCULOS SEXUALES
La paternidad responsable
La moda del harén
Un vínculo poco frecuente. La monogamia
Los "matrimonios de conveniencia"
A vínculos igualitarios, formas igualitarias
La evitación del incesto y las formas de vinculación sexual

CAPITULO VIII. UNA REVOLUCIÓN SEXUAL IGUALITARIA
Una historia como mamíferos
Una historia como primates
El inicio de nuestra propia historia
Los hallazgos de la paleontología
Una especie dominante
La fuerza de la sexualidad
Una especie intimista
La desaparición de la época de celo
La sexualidad humana transciende lo meramente procreativo
La gran revolución sexual igualitaria
Piel a piel

CAPITULO IX. UNA INTENSA SED DE PIEL
Dos sistemas nerviosos antagónicos unidos en la respuesta sexual
El apego
Sonreir es seducir
El negativo de la sonrisa
Los celos
El debate sobre la teoría hidráulica de la energía libidinal
Algunas hipótesis

CAPITULO X. UN VIAJE A TRAVÉS DE LAS SEXUALIDADES DEL MUNDO
Del paleolítico al neolítico
El ocaso del “principio de placer”
Las motivaciones de mi investigación transcultural
Las dificultades de los estudios antropológicos
¿Para qué un análisis transcultural de la moral sexual?
¿De dónde partimos?
Nueva Guinea
Islas de la Melanesia, la Polinesia y la Micronesia
América del Norte
Otras culturas aisladas por el ecosistema
Conclusiones del estudio
Reflexiones

CAPITULO XI. LA CULTURA OCCIDENTAL: REPRIMIDA Y AGRESIVA
Los orígenes de la moral judeocristiana
Cristianismo y sexualidad
La evolución demográfica europea y la moral sexual
La moral sexual burguesa
Los médicos fabricantes de angustia
Psicoanálisis y sexualidad
La "revolución sexual" del siglo XX
El modelo procreativista
Los modelos estéticos dominantes
Una sociedad celotípica
El modelo sexual productivista. La gimnasia sexual
Deseo y homofobia
El nuevo eros electrónico

CAPITULO XII. ¿FEMINIZAR EL FUTURO?
¿Y después de revoluciones sexuales frustradas?
La paz no es suficiente
Aprovechar los avances tecnológicos
Satisfacer la sed de piel
Romper con las imposiciones estéticas
Nuestras futuras generaciones
El papel de lo femenino
Mejorar el futuro

BIBLIOGRAFÍA

De neuvo, felicidades por el blog.
Manuel Esbert
psicólogo Clínico
Director de Psimática