miércoles, 15 de diciembre de 2010

Los besos

Besos castos, puros, de lado; besos de saludo, de cortesía, besos de afecto, de judas, besos de amor, besos apasionados, besos secos, húmedos, succionadores, de baldosa, de cazador, de mariposa, beso intenso, el beso XT (Beso apasionado con ritmo frenético, con mucho deseo y ansias de sentirse. Se intercambian lenguas, mordiscos y lametones de manera profunda).

Besamos cuando saludamos, besamos como muestra de agradecimiento, besamos en las condolencias, en las felicitaciones, besamos a los niños, a los mayores, a los enfermos…Utilizamos el beso como transmisor de sentimientos, de afectos, de cortesía…

El beso se encuentra profundamente arraigado en nuestra sociedad, siendo un factor de socialización humana en las relaciones interpersonales; así mismo forma parte del romanticismo y del erotismo en las relaciones sexuales.

El beso es la forma más clara que tenemos de expresar cariño, sentimientos, emociones y pasiones y la boca, según la teoría freudiana, es el primer lugar donde se asienta el deseo sexual.

Los besos, como ya hemos dicho, se encuentran perfectamente integrados en nuestra vida cotidiana, ausentándose en silencio del ámbito de lo íntimo, de lo sexual y de lo erótico.

Los besos representan el 80% del ritual amoroso. Se desvanecen en los conflictos, con la promesa de ser menos apasionados, menos frecuentes, más fríos, más secos…

Los besos son, posiblemente, el mejor indicador de los niveles de armonía, bienestar o conflictos de una pareja. La frecuencia, intensidad y deseo que tienen sus miembros de besar o ser besados por su pareja, puede ser un buen termómetro del grado de satisfacción que estos tienen de su vida en común.


Los besos forman parte de las necesidades del ser humano; también de los deseos, de los sueños y de las fantasías en solitario o compartidas.

Hay pocos placeres que podamos comparar con el de besar a alguien que te atrae, que te gusta, que te excita, que deseas, que quieres…


Los besos delatan nuestras pasiones, sentimientos y deseos, pueden ser motivo de acercamiento, pero también de rechazo.

Según algunos estudios, las personas que besan a su pareja por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20%
 a un 30% más y viven unos ¡cinco años más!

Un estudio del Instituto Kinsey para la Investigación sobre la sexualidad, dice que cinco de los doce nervios craneales que afectan a las funciones cerebrales intervienen en el beso erótico y debido a las conexiones neuronales de labios, lengua y mejilla con el cerebro, un beso permite detectar en la otra persona muchos datos, entre ellos la temperatura, el gusto y el olor, entre otros aspectos muy interesantes.

No olvides que el deseo está íntimamente relacionado con los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), cuida especialmente que tu boca resulte deseable a la vista, que huela bien y que sepa mejor.

La Navidad es un momento que favorece los besos, ojalá, y también los húmedos y apasionados

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

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