martes, 5 de febrero de 2013

Y cuando la pareja no llega a cubrir las necesidades psico afectivas y sexuales ¿Qué ocurre? ¿Qué podemos hacer?

Mi cama cada noche está acompañada, mi corazón hace tiempo que está vacío.

Demasiadas camas habitadas por cuerpos que ya no se desean, manos que han olvidado el camino de las caricias, besos que se lanzan al aire y se humedecen bajo el recuerdo de lo que fueron. Cuerpos que sienten miedo al acercamiento, a ser rechazados, personas que han dejado de comunicarse, de saber el uno del otro. Personas que viven bajo el mismo techo y se arropan con las mismas sabanas. Personas que buscan en otros ojos los besos, las caricias y los te quiero que ya no habitan en su cama. Son personas que aun viviendo en pareja se sienten solas, emocional y sexualmente.

Y es que cuando las necesidades se van sintiendo desnudas, la insatisfacción choca en cada interacción, cubriendo los besos, las caricias y los te quiero bajo el manto pesado de la hostilidad. La mayor parte de las veces ambas sufren. Una porque desearía tener más sexo y otra porque desearía sentir más afectividad; generalmente el primer deseo viene de los hombres, pero no siempre es así.

A veces las demandas se instalan en el reproche, haciendo de la comunicación un espacio para decirse lo hartos o cansados que están de ser “siempre rechazados”, o de que siempre quieran lo mismo...Y posiblemente, ambos desearían mantener relaciones sexuales, compartir ocio y tiempo libre y tener intimidad en la que hubiera sitio para las caricias y los besos.

Y para que ambos sientan satisfechas sus necesidades ¿qué podemos hacer?

Si identificamos el problema, podremos centrarnos en las soluciones. Es verdad que a veces la primera barrera reside en saber qué es lo que dificulta que las partes no se comuniquen eficazmente, y consecuentemente no sepan expresar sus deseos o necesidades sin herir al otro.

Es importante:

 Saber y conocer lo que el otro quiere y desea: de su boca, no de la nuestra.

 Entender y comprender sus motivaciones e intereses: desprendiéndonos de prejuicios, ideas preconcebidas o etiquetas generosamente asignadas. Lo compartamos o no.

 Pensar y analizar cómo expresamos verbal y corporalmente lo que deseamos: si lo hacemos desde el reproche o desde el respeto; si expresamos lo que queremos desde lo negativo en lugar de hacer uso de interacciones positivas; si nuestro ademán es rígido y desafiante o tranquilo y relajado.

 Tener en cuenta el momento o situación que elegimos para expresar nuestras necesidades: por mucho que nos podamos sentir muy necesitados de afecto o sexo, no podemos o debemos hacerlo sin pensar antes en lo idóneo del momento, pues esto sin duda condicionará la respuesta que obtengamos.

 Valorar la situación personal y/o el estado anímico en ese momento de la pareja: nuestro estado emocional influirá en cómo expresamos nuestras demandas, pero también en cómo las recibimos.

Y tú ¿qué crees que debemos tener en cuenta a la hora de expresar nuestros deseos o necesidades?

Si quieres leer el anterior:


Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

2 comentarios:

La Alcoba de Eros dijo...

Raquel, nos encanta tu blog y queríamos saber si tienes página en Facebook para que podamos seguirte más de cerca. Gracias y enhorabuena por tu trabajo.
Un saludo: La Alcoba de Eros

Raquel Díaz Illescas dijo...

Gracias. y si claro que estoy en Facebook y en Twitter. A la derecha de este blog aparecen los enlaces. Pero también me podéis buscar con mi nombre y apellidos: Raquel Díaz Illescas. Si no me encontráis enviarme un correo. Un abrazo.