jueves, 30 de enero de 2014

Cultivo de fantasías: Aprendiendo a crear mis propias fantasías sexuales.

La fantasía es a la sexualidad lo que la respiración es para la vida. Y ese hecho es lo que nos diferencia a los humanos de los animales. Monessi y Oswaldo Rodrigues (2001)


Ya hemos visto como las fantasías sexuales son una manera de experimentar placer o situaciones excitantes, comportamientos y experiencias, expresando creatividad y satisfacer deseos naturales de variedad, novedad y excitación.

Hemos hablado mucho de la importancia de las fantasías sexuales y la función que estas cumplen sobre todo en el autoerotismo, pero aquellas mujeres que nunca se han masturbado y nunca han tenido fantasías sexuales, estarán esperando a que les explique “cómo se hace, cómo se aprende a fantasear”. Pues bien, vamos a intentar explicarlo de la manera más sencilla posible.

Primero, no podemos pretender empezar a fantasear con situaciones transgresoras. No deberíamos decirle a una mujer que nunca se ha masturbado y nunca ha tenido fantasías sexuales que empiece imaginándose que se lo está haciendo con dos o tres tíos, o que otra mujer le lame o le chupa esto o aquello...¡NO!  Esto provocará en ella el efecto contrario. Es importante que ella misma empiece poniendo en funcionamiento su fantasía. Lo más probable es que empiece imaginando situaciones con contenido más romántico o erótico que situaciones explicitas de sexo. Perfecto. La mujer debe ir adaptando su ritmo progresivamente...

A tener en cuenta:

  • Fantasear requiere de tiempo, abandono y sobre todo apertura mental.
  • Cada mujer tiene sus ritmos y preferencias en la evocación de sus fantasías.
  • Será interesante trabajar en lo relativo a los “mitos y creencias” en torno a las fantasías sexuales y sin duda en el manejo del “sentimiento de culpa”.
    Sugerencias y recursos para ampliar tu habilidad en el cultivo de fantasías:

  1. Cierra los ojos: te será más fácil abandonarte con los ojos cerrados, pues los distractores se reducen. Tumbada contribuirá. 
  2. Y ahora nos ponemos a imaginar: No necesita ser una historia elaborada, bastan breves imágenes (una cara, una escena...), aunque cuando lo domines puedes ser una estupenda “directora, regidora” y por supuesto guionista de tus propias fantasías.  
  3. Puede ser romántico o sensual (no explícitamente sexual), una caricia tierna, un abrazo fuerte...El cuerpo es sabio y con la ayuda de tu mente este te irá pidiendo lo que necesita.
  4. Pueden ser pequeños detalles importantes para ti.  Descubre cuáles son.
    Ejemplo: la imagen de tu pareja llegando al orgasmo, hacer el amor en el agua, en la nieve...)
    Recursos:
  5. Literatura erótica: La lectura de contenido erótico estimulará tu fantasía. Señala las escenas que más te estimulen y motiven. Cuando vayas a realizar el ejercicio de cultivo de tu fantasía, una vez tendida, relajada y cómoda, lee despacio una de éstas  escenas. Luego, dejas el libro, cierras los ojos y representa en tu mente la escena leída, poniéndote tú misma de protagonista. Trata de recrearla y vivirla con intensidad, sintiéndote dentro de la escena.  
  6. Videos de contenido erótico: además de los DVDs puedes encontrar en internet muchas páginas gratuitas (aunque estas suelen ser de sexo más explicito) intenta hacer una “búsqueda a tu medida”.
7. Fotografías eróticas: revistas, internet, etc.

8. Focalización sensorial: masaje y/o caricias con tu pareja o quien desees sin tocar genitales.

9. Habla de sexo: con las amigas, con la pareja o con quien     cada cual guste.

10. Verbaliza: hazte eco de lo que va ocurriendo en tu fantasía. Habla mientras te acaricias, puede ser muy excitante si es que esto no te despista. Te ayudará a meterte en la fantasía, pues te convertirás en una “locutora” de los hechos que van sucediendo en tu imaginación. Te lo recomiendo.


Fantasear requiere de varios aspectos como hemos visto, pero también de  práctica, y verás que cuando lo domines tendrás “tu selección” de fantasías:

  • Las que son para hacértelo rapidito porque no tienes tiempo (normalmente son las que te ponen mucho y rápidamente disparan tu excitación y tu orgasmo)
  • Las que son para deleitarte y te permiten crear personajes, vestuarios, escenarios y por supuesto roles...para estas necesitas de tiempo, seguro que encuentras días para disfrutarlas. ¡Un lujo!
    Mientras fantaseas puedes tener tus dedos (siempre húmedos) cerca de tu clítoris (Puedes imaginar  que es la mano de tu pareja o de quien gustes la que te acaricia). Recuerda que el objetivo en esta primera fase no será conseguir el orgasmo, sino que tus fantasías vayan conectando con tu cuerpo.

      Y ¿cómo, cuándo y con qué auto erotizarte?


     Seguiremos...


    Si quieres leer el post anterior:
    Las fantasías sexuales ¿Para qué sirven?
    Fdo.: Raquel Díaz Iññescas. 

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

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