sábado, 29 de julio de 2017

14 tics que harán que tu manera de comunicarte sea diferente al resto




 
La comunicación seduce, erotiza, atrae, genera vínculos, enamora, aleja, acerca, provoca conflictos, despierta curiosidad, aprendizaje, induce a la fantasía y a la imaginación; promueve alianzas, encuentros y desencuentros; nos moviliza por dentro y nos activa por fuera; nos hace pensar, sentir y actuar.

La comunicación es una de las actividades más importantes e interesantes de nuestra relación con los otros. Esta hará que nos quieran más, respeten, deseen, admiren o simplemente les guste estar cerca de nosotros. Pero también si no nos comunicamos de manera eficaz e inteligente esta puede ser un arma que nos alejará de las personas que nos interesan y desearíamos tener cerca.

Vamos a ver algunos tics que marcarán la diferencia a la hora de comunicarte con otras personas.

Ser diferente implica no solo el vestir, sino la forma que tienes de relacionarte con los demás y el uso que haces del lenguaje.

Si quieres que los demás sientan que eres diferente, que te comunicas de manera respetuosa, que tienes una escucha activa, que te interesa lo que te está contando tu interlocutor, que no eres prepotente y además quieres que  deseen seguir comunicándose contigo, ten en cuenta algunas frases que decimos con demasiada frecuencia y que hablaran de quien eres…

Algunos Tics para eliminar de tu vocabulario:


1.   “Ya te lo decía yo…”: no es necesario recordárselo. Esa persona ya sabe que en un momento determinado se lo dijiste, y posiblemente otras lo hicieron como tú y ¿crees que no se acuerda? Recordárselo no evitará que vuelva a hacerlo, o que te considere más listo, intuitivo e inteligente que él. ¿Qué crees que pensará cuando vuelvas a decírselo?

2.   “Te lo dije”: igual que la anterior. Trágatela. Tu interlocutor lo apreciará y sabrá “que se lo dijiste”.

Tus cualidades de persona que se adelanta a los acontecimientos no van a ser más significativa porque se lo recuerdes ¿qué crees que trasladas cuando te enganchas a las frases manidas?

3.   “Se veía venir”: ¿El qué? ¿Qué se equivocaría? ¿Podías tú evitarlo? ¿Crees que podrías decirle alguna frase más esperanzadora? Si no es así, ahórratela.

4.   “¿Me entiendes?”: sustitúyela por “¿me explico?”. Hay una diferencia importante. En la primera estás cuestionando la capacidad de comprensión de tu interlocutor, mientras que en la segunda te atribuyes a ti mismo el uso que haces del lenguaje. 


5.   Y a mi….”: si te está contando lo que le ha ocurrido con un tema de salud, laboral o personal, por favor, escúchale. No des por respuesta: “a mi también, pues anda que a mi…”.  En otro momento tendrás oportunidad de contar todas tus jaquecas, desamores o conflictos con tu jefe, ahora toca escuchar.

6.   “ya sé lo que me vas a decir” “Sé lo que estás pensando….”: ¿eres adivino? Pues deja que se explique. Sí, aunque todo lo que te cuente ya lo supieras tú.


7.   “Negación con la cabeza”: Negar de manera continuada con la cabeza mientras tu interlocutor te está intentando contar o dar una opinión sobre un tema. Resulta cortante para quien está hablando pues adivinos de momento no somos ninguno y muestra falta de respeto y poca consideración a quien habla. Si no eres capaz de controlar el movimiento de tu cabeza, intenta hacerlo asintiendo. Este gesto es más conciliador y al menos tu interlocutor se sentirá escuchado.  Este tipo de lenguaje no verbal acaba disuadiendo a tu interlocutor para futuros encuentros. Es un gesto que no invita al acercamiento ni a la complicidad.

8.   “Pues ya te digo…”. Esta frase es muy común cuando alguien quiere iniciar un tema de conversación, y no está mal si no lo usas para cambiar el tema de lo que tu interlocutor te está exponiendo. Es importante que exista un feedback cuando alguien te está comentando algo. Hazle saber tu opinión o comenta algo al respecto, pero NUNCA  inicies otro tema de conversación ignorando lo que te acaba de comentar.

9.  “Evita los “Eres un/a…”: somos muy dados a calificar a alguien con frases tales como “ERES  un egoísta…”; “ERES un irresponsable…”; “ERES un borde…” “ERES un caprichoso…”. Con “eres” estás asignándole una forma de SER, y no una forma de comportarse en un momento determinado. No es lo mismo decirle: “eres un/a caprichoso/a” que decir: “Te estás comportando de manera caprichosa”.

10.       Tú siempre" o "tú nunca": Nadie hace siempre o no hace nunca algo. La gente no se percibe a sí misma de manera unidimensional, así que no deberías intentar definirla como tal. Estas frases generan una actitud defensiva en los demás y hacen que el mensaje se pierda.
Mejor: limítate a indicarle qué acción te ha supuesto un problema. Cíñete a los hechos. Si la frecuencia con la que se producen este tipo de conductas se convierte en una dificultad mayor, siempre puedes decir: "Parece que haces esto a menudo" o "me he dado cuenta de que haces esto con frecuencia".

11.             Estás genial “para tu edad": Utilizar "para" a modo de calificativo transmite condescendencia y mal gusto. A nadie le gusta que le digan que es "inteligente para ser guapa/o" o que "para tener tu edad, estás en buena forma". A la gente lo que le gusta es simplemente ser inteligente y estar en forma.
Mejor, prueba a decir: "Te veo estupendamente". Los cumplidos genuinos no necesitan más calificativos. 

12.       “Buena suerte": esta frase implica que la otra persona va a necesitar suerte para poder conseguir lo que se propone.
Mejor, prueba a decir: "Sé que podrás con todo". Esto es mejor que desear buena suerte porque sugiere que la otra persona tiene la capacidad necesaria para conseguir lo que se proponga y provoca que su confianza en sí misma aumente. Será más motivador y producirá más confianza que aquellos que le deseen buena suerte. . 

13.       "Me da igual" o "lo que tú quieras": Aunque  seas de esas personas que aparentemente todo te sea indiferente, sin duda a la persona que te ha preguntado le importa tu opinión (porque no te habría preguntado si no fuera así).
Mejor, prueba a decir: "No tengo ninguna preferencia en especial, pero lo que sí deberíamos tener en cuenta es... ". Al dar tu opinión (aunque no te decantes por una de las opciones)  estás demostrando que te importa la persona que te está preguntando.

14.       "Por lo menos yo nunca he …”: Utilizar esta frase es una manera agresiva de desviar la atención de un error que has cometido echándole en cara a la otra persona otro fallo, probablemente irrelevante, que cometió hace tiempo (y que ya deberías haberle perdonado o pasado página).
Mejor, prueba a decir: "Lo siento". Reconocer tu error es la mejor forma de aportar racionalidad y calma a una discusión para que se solucionen las cosas. Admitir la culpa es una manera muy efectiva de evitar que la situación se agrave.

Todos tenemos coletillas al comunicarnos con los otros, coletillas que posiblemente nadie nos dice que tenemos o que son molestas a la hora de establecer un diálogo, pero lo cierto es que éstas pueden ser un motivo o causa de que los demás deseen conversar o no con nosotros.

Como hemos visto hay frases que están demasiado presentes en el lenguaje cotidiano y de las que hacemos uso sin ser conscientes de la carga negativa que estas tienen en el proceso de comunicarnos. Entender esto requiere de la capacidad  de darse cuenta de las emociones y vivencias de los demás. 

Cuando nos comunicamos lo hacemos en ausencia de inteligencia emocional, nos centramos tanto en lo próximo que vamos a decir -y en cómo nos afecta lo que nos dicen a nosotros- que nos olvidamos de quien tenemos en frente. 

Hagamos y provoquemos con nuestra manera de comunicarnos que los demás deseen y busquen nuestra compañía. Ellos nos buscarán por cómo se sienten cuando están con nosotros, pero esto acaba siendo bidireccional.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

2 comentarios:

PachinPacham dijo...

Excelente aportación, es una chuleta para tener en la manga y echarle un vistazo de vez en cuando para mejorar nuestras relaciones.

También lo llamaría "aprender a desaprender", esos vicios o influencias externas que nos hacen creer que las relaciones son casi el deseo de uno/a sobre el otro/a. Algunos psicólogos y autores de libros, lo llaman "comunicación asertiva".

Un saludo para Raquel.
Y Que sigas aportando textos tan valiosos como este.

Raquel Díaz Illescas dijo...

Gracias por tu comentario. Un abrazo.