martes, 1 de mayo de 2012

¿Qué hacer ante el bajo deseo sexual? (II)

Podemos  disfrutar de la sexualidad tanto como seamos capaces de desprendernos de nuestros miedos y prejuicios.

...Y al igual que ponemos en forma nuestro cuerpo con el ejercicio para tener una vida más saludable, así también es necesario entrenar la comunicación, pues así seremos más capaces de expresar aquello que deseamos o sentimos sin herir u ofender a quien queremos; mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad y respeto por los sentimientos de cada uno, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar el tiempo para las actividades juntos, al igual que mostrar afecto con el fin de estimular el deseo sexual.

Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual. A través de la educación y las tareas de pareja aprenden a aumentar el tiempo que le dedican a la actividad sexual, a ser más creativos y menos coito céntricos. Algunas parejas también necesitan concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y deseable, así  como saber rehusar una invitación sexual de una forma más respetuosa y afectiva.

También será necesario abordar directamente los problemas en la excitación sexual o en el desempeño que afectan el impulso sexual.

De esta manera, el tratamiento del bajo deseo sexual empezaría por determinar la causa o causas que están incidiendo, por lo que:

1.   Si la causa de la disfunción es de tipo físico, el tratamiento será de carácter  farmacológico y estaría a cargo de un/a profesional de la medicina. El terapeuta sexual apoyaría dicho tratamiento con una acción complementaria que supondría: Aprendizaje o reaprendizaje de situaciones placenteras si fuese necesario,  Información sexual y apoyo terapéutico si la vivencia de la disfunción generara malestar o  angustia.

2.   Si la causa de la disfunción es a nivel psicológico, el tratamiento se realizaría en forma de psicoterapia a cargo de un/a profesional de la Psicología, realizando el terapeuta sexual el mismo apoyo anterior.

3.   Si la causa de la disfunción es social, la intervención sería fundamentalmente pedagógica y el proceso a seguir sería el siguiente:

·      Análisis, reflexión y propuestas de cambio sobre ideas, valores y actitudes que están provocando angustia o miedo en las relaciones sexuales, estableciéndose la disfunción como mecanismo de defensa.
·      Planteamiento de un proceso de aprendizaje y erotización de su vida sexual con la utilización de diversas y variadas técnicas terapéuticas.

·      De apoyo a lo anterior, diferentes recursos terapéuticos  como: Placereados, habilidades de acercamiento, de comunicación, técnicas y ejercicios de relajación, terapia de pareja, cultivo de fantasías sexuales, etc. 

Cuando amamos y queremos a la persona con la que hemos elegido compartir un proyecto de vida, también deberíamos desear aprender que la sexualidad puede ser una vivencia placentera para ambos.

¿Qué hacer ante el bajo deseo? (I)

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada como que la pareja le quite importancia a una disfunción para que todo se arregle.