viernes, 16 de enero de 2015

A veces, y solo a veces…


A veces no necesitas a alguien que te levante del suelo, sino a alguien que se acueste a tu lado hasta que puedas levantarte.


A veces no necesitas a alguien que te de respuestas a tu dolor, sino  alguien que te haga sentirte escuchado. 

A veces no necesitas a alguien que te diga “te estás equivocando”,  sino a alguien que te permita equivocarte. 

A veces no necesitas a alguien que te quiera siempre fuerte, sino alguien que te siga queriendo cuando te sientas más vulnerable.

A veces no necesitas a alguien que te diga “te quiero”, sino alguien  que te abrace y al hacerlo cierre los ojos contigo.

A veces no necesitas a alguien que te suba a los cielos, sino alguien que te quiera, sin más.
A veces no necesitas la presencia de alguien,  sino alguien que te diga: estoy aquí. 

A veces no necesitas a alguien que te endulce tus oídos, sino a alguien a quien sientas cuando te mira.

A veces no necesitas a alguien para completar tu media naranja, sino a alguien que desee caminar a tu lado como dos naranjas enteras. 

A veces no necesitas a alguien para no sentirte  solo, sino a alguien con quien compartir tus sueños.

A veces no necesitas a alguien a quien besar, sino a ese alguien a quien besar sin tiempos.
A veces no necesitas hablar con “diferentes alguien”, sino hablar con alguien.

A veces no necesitas a alguien que te haga promesas, sino a alguien que las  cumpla.

A veces no necesitas a alguien que te diga lo guapa y estupenda que estás, sino a alguien que se sienta orgulloso de estar a tu lado.

A veces no necesitas a alguien que te desee, sino alguien a quien desear.

A veces no necesitas a alguien que te haga olvidar, sino alguien que no te haga recordar.

A veces no necesitas  a alguien con quien follar sin más, sino a alguien a quien desees follar su mente.

A veces nos olvidamos de lo que necesitamos y nos quedamos con lo que no necesitamos.

Y tú ¿Qué necesitas?

Fdo, Raquel Díaz Illescas

2 comentarios:

Muakas dijo...

A veces es necesario volver a sentir mariposas en el estómago

Raquel Díaz Illescas dijo...

Sentir "mariposas en el estómago" es maravilloso, por supuesto.