sábado, 22 de enero de 2011

Factores que condicionan la conducta sexual en la vejez

…una sexualidad sin exigencias, sin metas; una sexualidad para ser disfrutada.

Los factores que condicionan la conducta sexual están sujetos a cambios dependientes de la época, desarrollo socioeconómico, cultura e ideología de cada sociedad. En las personas mayores, además, intervienen los prejuicios, los mitos e inhibidores sociales.

Los factores que condicionan la conducta sexual en la vejez son muy variados y no se dan de la misma manera ni en la misma medida de unas personas a otras.

Influirán:

  • La interpretación que haga la persona mayor del modelo de deterioro en este período de la vida.
  • La importancia de un modelo joven de la sexualidad.
  • Los cambios fisiológicos, psicológicos y sociales propios del proceso de envejecimiento.
  • La ausencia de compañero/a sexual, ya sea por viudez, soltería o enfermedad grave de la pareja. El hecho de perder la pareja es un factor determinante del cese de la actividad sexual en esta etapa de la vida.
  • Dificultad de la recuperación de la actividad sexual, cuando el período de abstinencia ha sido prolongado.
  • Existe una crítica feroz cuando una persona mayor muestra interés por aspectos relacionados con la sexualidad, o que busque pareja después de haber enviudado. Se los suele catalogar como actos improcedentes, de “viejos verdes” y en muchas ocasiones haciendo sentirse ridícula a la persona mayor.
  • Las residencias y muchos profesionales no favorecen que las personas mayores puedan mantener encuentros sexuales con alguien que les guste y se sientan bien, cosa que sería muy normal en un joven o un adulto. 
  •  Profesionales de la salud que consideran que las personas mayores son asexuadas.

La persona mayor suele resistirse a la idea de vivenciar nuevamente encuentros sexuales con una pareja distinta a la que antes tenía, especialmente cuando la convivencia con la persona fallecida fue prolongada y satisfactoria. A las personas mayores les cuesta iniciar relaciones sexuales con personas nuevas. Esto se manifiesta más en las mujeres, por razones que ya en otras ocasiones hemos comentado; asimismo, es indiscutible la tradición religiosa que aún conservan nuestros mayores con respecto al matrimonio.

La pérdida del cónyuge lleva en muchas ocasiones a la depresión de la persona mayor, sobre todo en el caso de los hombres. Por esto es importante favorecer el hecho de que se fomenten nuevas parejas, en especial cuando uno de los miembros fallece y el otro expresa la necesidad o el deseo de tener compañero o compañera. Sabemos la negativa de muchos hijos a que sus padres inicien nuevas relaciones y menos aun sexuales, pero esto debemos entenderlo como parte de la vida, de la necesidad que tiene el ser humano del contacto y la vinculación y sentirse menos solo, más acompañado.

Es importante que la persona mayor no pierda el interés por la sexualidad, por los afectos, pues esto es bienestar para su vida. La mayoría de las veces es miedo al fracaso sexual. No debemos olvidar que el cerebro es nuestro principal órgano sexual. Lógicamente, la sexualidad en el hombre y la mujer mayor sufren modificaciones que son generadas por el propio envejecimiento fisiológico, y exigen una adaptación de la conducta sexual de la pareja que propicie una sexualidad gratificante, libre de frustraciones y ansiedades, que podrían llevar a la interrupción innecesaria de la actividad sexual.

La edad, muchas veces, lesiona la autoestima, por lo que la sexualidad en esta etapa de la vida depende menos de lo orgánico que de lo social. Sería importante que se trabajase desde las diferentes instituciones en ofrecer información sobre los cambios que se irán produciendo en este período.

Quien vive una sexualidad activa y saludable en las diferentes etapas de su vida, no debe pensar que en la vejez no disfrutará de su sexualidad, pues la pérdida de deseo o desinterés por la sexualidad no se relaciona con la edad, sino con cómo haya vivido cada cual su vida sexual.

El hombre que desarrolla una vida sexual activa y no pierde la confianza en sí mismo, será capaz de lograr erecciones y orgasmos hasta edades muy maduras.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

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