sábado, 1 de agosto de 2015

Desvinculándonos: 10 tips que debes evitar en tu proceso de desvinculación



Duele la tripa, duele el estómago, los ojos, el sexo,  duelen los dientes, duele el corazón…

Más que las actitudes o comportamientos que no debemos tener para esto o aquello, yo prefiero hablar sobre lo que “nos es favorable”. Estoy convencida que hablar en positivo rentabiliza nuestras acciones, pero en este caso vamos a hacer una excepción y vamos a hacer un “mix”. Daremos unas pinceladas sobre aquellas cosas que no son recomendables hacer cuando nos encontramos en un proceso de desvinculación. 

Las individualidades, individualidades son, de manera que intentemos no coger el rábano por las hojas.

Desvincularse no es fácil, esto lo sabemos, pero no lo tenemos interiorizado. Además de no ser fácil, duele. Produce sufrimiento y en la mayoría de las ocasiones provoca conductas de  “búsqueda”  de la persona amada.  Nadie que ame está libre de pasar las fases de este proceso, aunque podemos intentar que sea lo menos doloroso posible.

Te doy 10 tips que debes tener en cuenta si estás en un proceso de desvinculación amorosa:
1.      Una mancha tapa otra mancha: no es cierto. Es verdad que cuando se está en un proceso de desvinculación, hay momentos y días en que la necesidad de la persona amada es tan grande y tan intensa que uno intenta calmarlo a cualquier precio y busca otros brazos, otros labios y otro cuerpo donde olvidar a la persona amada, Sin embargo, como un bumerán  vuelven los recuerdos y las comparaciones. Porque debes tener en cuenta que a no ser que tu ex pareja no mereciera nada la pena (que en este caso cualquiera será mejor) lo más normal es que el recuerdo de esa persona venga con más fuerza y el dolor se acentúe.  ¿Con esto quiero decir que no te acuestes con nadie? No. Solo que seas consciente que o la persona que te abraza entre las sábanas supera muy por encima a quien para ti era tu chica o tu chico, o te sentirás hecho una mierda. Sugerencia: cuando te acuestes con alguien, que te guste y si es posible que estés sobrio.

2.      Está en línea: El whasapp es el mayor destructor de estómagos en los procesos de desvinculación. Antes la tentación estaba en llamar por teléfono, ahora está en ver si está  en línea”. De manera compulsiva y automática los dedos se deslizan sobre su nombre y los ojos solo quieren ver la palabra mágica: “en línea”. Paradójicamente, estar en línea o no, no siempre se vive de manera positiva o negativa.  Es una gran tentación eso de mirar para ver si habla o lo hace durante mucho tiempo, aunque cuando se ama lo que uno mira no es para “controlar” estas cuestiones, sino para sentir que en ese mismo instante está ahí y tú crees que cuando le ves él también te está mirando. Y a veces esto es cierto, pero no siempre es así. ¿Tienes forma de saberlo? ¿Para qué te sirve hacer esto? sugerencia: es duro y difícil, ya empezábamos diciéndolo.  Elimina su conversación. Sí, sé que puedes seguir entrando, pero te costará un poco más y cuando entres en tu whasapp no verás su imagen.  Y si no quieres que él o ella se ponga en contacto contigo, y  te sientes con fuerzas: bloquéalo, pero esto tiene sus pros y sus contras. ¿Cuánto tiempo serás capaz de tenerlo bloqueado?

3.      Redes sociales: Otra de las tentaciones negativas. Su Facebook, Twitter  o cualquier otra red social donde él o ella pueda estar no debe ser un sitio de peregrinación para ti. Sugerencia: lo ideal sería que lo elimines de tus amigos. Sí, aunque le quieras, aunque sea buena persona y todos los “aunques” que se te vengan a la boca. Ahora lo importante eres tú. Cuando estés fuerte nuevamente, que lo estarás, podrás rescatarlo otra vez.

4.      Hablar de él o ella: En los primeros días, y a veces semanas, es altamente tentador hablar de la persona amada con otras personas cuando nos sentimos mal, ya que de alguna manera necesitamos traerla a nuestro lado y convencernos de que lo que ha ocurrido era lo mejor, o quizá escuchar que nos digan que seguro que volveremos a estar juntos. Necesitamos calmar el dolor que sentimos por la ausencia y todo lo que nos haga sentir mejor lo acogemos. Sugerencia: habla hasta que te hartes los primeros días (no digo semanas) luego aunque te apetezca hablar de ella, cuando vayas a quedar con alguien, ten en mente algunos temas de los que puedes hablar, que no sea el dolor que sientes y lo mucho que la echas de menos. Hablar de la persona que aún amas reforzará y estimulará el amor que aún sientes por ella. ¡Puedes hacerlo!

5.      Ir a sitios que has compartido con frecuencia con él o ella: ¡Error! La costumbre y el hábito nos lleva a acudir a sitios donde íbamos con nuestra pareja,  unas veces por inercia y muchas por el deseo de encontrarse con ella. Sugerencia: Esto es evitable. Hay muchos sitios donde puedes ir que no sean a los que ibas con tu ex. Antes de salir piensa dónde vas a ir. Mira en internet  locales  nuevos que hayan abierto, da igual el sitio. Nunca te plantes en la calle sin saber el destino. Avisa a tus amigos de este cambio.

6.      Que los demás te den información de él o ella: Muy tentador, lo sé. Los primeros diez segundos crees que eso te calma, e incluso te gusta, pero pronto comprobarás el malestar que sientes. No olvides que es como una droga, de las duras y sus efectos son muy similares.  Sugerencia: Avisa a tus amigos de que no quieres que te den ningún tipo de información de tu ex, por muy suculenta que sea…No te hará bien, nunca.  Reflexiona esto.


7.      Planificar, organizar, etc.: Es difícil aceptar e interiorizar que tu vida debe seguir sin él o ella.  Es difícil y además duele.  Cuando tenemos algún evento, actividad o por ejemplo las vacaciones, las seguimos imaginando con ella. Es momento de empezar a soltar. Sugerencia: a partir de aquí, cualquier actividad que vayas a hacer, piensa con quien lo harás, tu ex está fuera de la lista. Posiblemente tendrás que hacer algunas pequeñas variaciones  en tu planificación, pero nada que no se pueda solucionar con imaginación y ganas (ambas se pueden trabajar).

8.      Traer a la memoria: recordar conversaciones habladas, revisar las del whasapp, pensar en los  momentos compartidos, sus besos, sus abrazos, sus cuidados, sus afectos, sus caricias y las tuyas entre las sabanas…Todo esto es peligroso, de alto voltaje, máxime si para ti fue especial e importante. Es tan grato recordarlo como doloroso. Sugerencia: cuando sientas que estos pensamientos se empiezan a deslizar en tu mente, páralos.  Levántate y Ponte a hacer otra cosa. Pon música por ejemplo, pero no balada…

9.      Fantasías sexuales: Ni en tus fantasías debes acogerle o acogerla. Hay muchos hombres y mujeres estupendas, maravillosas, malvadas o malvados, canallas o como las quieras para que te erotices. Sugerencia: antes de empezar piensa quien será “la o él agraciado de tus perversiones”.

10.  Sentirse culpable: Sentirse culpable  no hará sino alimentar y prolongar este duro proceso. Ha dejado de quererte, no eres la persona que quiere para su vida, ha encontrado a otra o a otro… da igual, el caso es que no quiere seguir contigo, o eres tú quien ha decidido no continuar vuestra relación.  Esto conlleva asumir, que no quiere decir entender, que vuestra relación no es posible.  Sugerencia:  la culpa es una gran mochila que pesa demasiado para caminar con soltura, si no vas liberando peso llegará un momento que no veas nada más que el barro de tus zapatos. El sol sale todos los días, te lo aseguro.
El problema de siempre: “el listón está muy alto”. Pues si, posiblemente si, pero es que quizá no le necesites tan alto, ¿o si? Si es así búscalo.

Si te encuentras en un tiempo de reflexión, estas sugerencias, al menos no todas son para ti. Tampoco para quienes tienen dudas. Estas sugerencias son para quienes saben que deben desvincularse, y aunque esto se dude, sabemos cuándo debemos hacerlo, de manera que dejo a tu buen criterio e inteligencia saber si esto es para ti o no, pero guárdalo, quizá algún día te sirva. 

Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

1 comentario:

Mar Ramos dijo...

Muy interesante. seguiré leyendo tus posts!

Un saludo!