martes, 13 de octubre de 2015

Cuando pienso en ti


Entras, sales, me vapuleas, me desconcentras, enmudezco, lloro, río, me excito, me masturbo, no duermo, me activo, pienso, dejo de pensar, siento, me palpita el pecho, ensordezco, mi corazón se detiene, hiperventilo, dejo de respirar, salgo a correr, voy a nadar, dejo de sentir, te odio, te quiero, te echo de menos, escribo, leo, hago crucigramas y gano a todos los juegos, menos al tuyo.

Como un jinete cabalgas por mi pensamiento, a galope, sin freno….

Cuando pienso en ti no pienso.

Cuando pienso en ti soy ciega, sorda y muda; cuando pienso en ti me paralizo.

Cuando pienso en ti me abandonan las palabras, y el sueño y la cordura y el sosiego.

Cuando pienso en ti vives en mí y siento que todavía yo vivo en ti.

Cuando pienso en ti mi estomago se hace contorsionista y mi corazón baila ritmos africanos.  

Cuando pienso en ti veo cerezos en flor, universos de emociones, tostadas con mantequilla y mermelada de melocotón,

Cuando pienso en ti subo a la montaña y me quedo en la orilla del mar y vuelvo al borde de mi cama y allí espero encontrarte, cuando duerma.

Cuando pienso en ti pienso en mis posibles y en tus imposibles. En tus fronteras y en mi  horizonte.

Cuando pienso en ti quiero entenderte, pero no lo consigo.

Cuando pienso en ti tú me miras en silencio y después de mi nombre añades, “yo te quiero”.

Cuando pienso en ti escucho tu risa y la mía y siento mis manos caminar sobre tu cuerpo…

Cuando pienso en ti pienso en tu boca y mi boca en la tuya.

Cuando pienso en ti cierro los ojos y a veces lloro y otras sonrío.

Cuando pienso en ti lloro en silencio y a veces se me escapa un grito que no parece mío.

Cuando pienso en ti subo a los cielos y me adentro  en los infiernos.

Cuando pienso en ti la tristeza me seduce y las lágrimas abren la manguera.                                                                                         

Cuando pienso en ti me envuelvo con el silencio para dejar gritar a mi cuerpo. 

Cuando pienso en ti siento tu abrazo en calles ajenas y tus manos enredadas en el vuelo de mi falda.

Cuando pienso en ti pienso que no eres digno de mí y sin embargo te quiero.

Cuando pienso en ti el pasado se hace presente en mi boca y en mis manos y en mi sexo… El futuro no está, como no estás tú.

Cuando pienso en ti creo que tú también estás pensando en mí.

Cuando pienso en ti tu cuerpo es mi territorio, mi país y la ciudad donde yo habito.

Cuando pienso en ti secuestro el dolor para que no me duela. Busco bocas, oídos y manos para dejar de sentirte, para no pensarte. 

Cuando pienso en ti controlo el impulso de escribirte, de llamarte y empezar a quererte de nuevo.

Cuando pienso en ti no quiero saber cómo estás, ni dónde, ni si quiera con quién.

Mi estomago necesita que deje de pensar en ti, y mi garganta,  y mis ojos, y mi cabeza y mi sueño y mis dias necesitan que deje de pensar en ti.

Cuando pienso en ti se que dejaré de hacerlo, cuando yo quiera, pero ahora no quiero.


Fdo. Raquel Díaz Illescas.

2 comentarios:

terapia de pareja dijo...

Delicioso poema¡ Refleja bastante bien cómo nos sentimos cuando pensamos en una persona que deseamos que esté con nosotr@s.

Igualmente, delicioso y excelente blog, con mucha información muy interesante y pertinente.

Felicidades¡

Raquel Díaz Illescas dijo...

Gracias. Me alegra que te haya gustado y que sigas mi blog. Vuestros comentarios me estimulan a seguir escribiendo.
Un abrazo.