martes, 31 de agosto de 2010

Día Mundial de la Salud Sexual. Sábado, 4 de septiembre.


DÍA MUNDIAL DE LA SALUD SEXUAL(WORLD SEXUAL
(WORLD SEXUAL HEALTH DAY)
4 DE SEPTIEMBRE DE 2010

La WAS es una organización mundial integrada por 82 organizaciones miembros que representan un amplio espectro de Sociedades de profesionales, ONG, Universidades y Personas individuales. Incluye diferentes ámbitos: Medicina, Psicología; Educación Sexual y Promoción de la Salud; Sociología; Antropología; y Organizaciones Humanitarias. Está oficialmente relacionada con la OMS (Organización Mundial de la Salud), OPS (Organización Panamericana de la Salud), y la Federación Internacional de Planificación Familiar. También tiene vínculos con la UNESCO, UNFPA y otras organizaciones internacionales. Su objetivo es promover la salud sexual y defender los derechos sexuales en todo el mundo, fomentando la participación de todas las personas, sin discriminación, ni prejuicios.

La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) propone el 4 de septiembre como DIA MUNDIAL DE LA SALUD SEXUAL. Con esta iniciativa se pretende propiciar un debate abierto y respetuoso en materia sexual. La información y el conocimiento conducen a una sexualidad sana y alientan las relaciones positivas. Y una sexualidad positiva repercute en el bienestar y la salud global.


La Academia Española de Sexología y Medicina Sexual (AESMES) y los organizadores del XV Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación se adhieren a esta iniciativa.


La Asociación Mundial para la Salud Sexual, la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y los organizadores del XV Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, promueven la salud sexual y los derechos sexuales para mejorar el bienestar y la salud de todos. Por eso proponen la participación de todas las personas, sin discriminación, ni prejuicios en esta iniciativa.


La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) invita a toda la comunidad a formar parte de las actividades por el 1º Día Mundial de la Salud Sexual, que se llevarán a cabo el sábado 4 de septiembre en más de 27 países alrededor del mundo.


El interés por la salud sexual es creciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que dedica el 7 de abril como día Mundial de la salud, cada año escoge un aspecto específico. Por primera vez, en el año 2009, la OMS escogió la Salud Sexual como tema principal del día mundial dedicado a la salud. La WAS pretende que cada año tengamos la ocasión de incidir en la importancia de la Salud Sexual.


La WAS apoya de manera especial el dialogo entre generaciones sobre los derechos sexuales y la sexualidad y ha escogido este tema para el día Mundial de este año. El conocimiento y el debate, favorecen la libertad personal para hacer elecciones y tomar decisiones informadas y responsables. Aprender a conocer, valorar y respetar a los otros, fortalece las relaciones interpersonales y contribuye a un mundo más armonioso.


El lema para este año es:


Diálogo entre generaciones: Hablemos de... Salud Sexual

Algunas cuestiones que se proponen para la reflexión:

¿Cuáles son las similitudes y diferencias sobre sexualidad con las que crecieron madres, padres, abuelos y nietos?

¿Cómo conviven las visiones que tienen de la sexualidad las diferentes generaciones?

¿Tiene la juventud una vida sexual más saludable que generaciones anteriores?


¿En qué medida reconocen jóvenes y adultos la importancia de la salud y el bienestar sexual?


¿Qué pueden hacer jóvenes y adultos para promover la salud sexual?


La Asociación Mundial para la Salud Sexual organiza actividades en 27 países que representan los 5 continentes, para celebrar la sexualidad feliz, saludable y presentar mensajes positivos. En esta misma línea, la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual, colectivo de profesionales largamente comprometidos con la sexología, la salud sexual y los derechos sexuales en nuestro país, anima a la participación de la sociedad española.


Para más información sobre los países participantes, póngase en contacto con:

Coordinador de la campaña en España:


Dr. Juan José Borrás Valls
Presidente de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual (AESMES)
Chair of the Sexual Rights Watch Committee of the World Association for Sexual Health
Director del Instituto Espill Valencia www.espill.org.

Fdo.: Raquel Díaz Illescas

17 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Diálogo entre generaciones? ¿Sobre salud sexual? ¿Los jóvenes siguen alguna directriz marcada por la experiencia de los mayores?

El día 4, sábado... muchos jóvenes se dirán aquello de "sábado sabadete... y que digan lo que quieran los vejetes"...

Javier dijo...

No, afortunadamente no. Si por seguir la directriz marcada por la experiencia de los mayores entendemos que han de continuar generando frustraciónes, miedos, ideas erroneas y culpas, es saludable que no la sigan.
Diálogo, por definición, es conversar con el fin de manifestar las ideas o los afectos, y no plegarse a las ideas y creencias ajenas, aunque estas sean perniciosas, solo porque provengan de quienes han vivido más años pero, concretamente en el tema de la salud sexual, ni son más expertos ni más sabios.

Anónimo dijo...

Hola, Javier.

Parece que tus comentarios van ligados a las preguntas que me hago en mi anterior entrada. No sé si serás joven o mayor. Por tu “No, afortunadamente no” sin ninguna duda te incluyo en el primer grupo. ¡Afortunadamente! Así de tajante, ¡afortunadamente no! ¿Sabes una cosa? (Antes de nada, perdona el tuteo; estamos a la recíproca) A mí me gusta mucho viajar. Cuando charlo con alguna persona que ya ha hecho ese viaje que proyecto, me encanta que me dé el máximo de detalles… sobre su experiencia. ¡Nadie dice que yo vaya ir a los mismos sitios! Pero no tropezaré con los mismos inconvenientes que él sufrió. Esa persona no me va a obligar a hacer el viaje lo mismo que él lo realizó…

Dices que las ideas o creencias ajenas pueden ser perniciosas… pero ¿quién las califica de tales? ¿El mayor-asesor-informante o el joven-inexperto-juez?

Siempre se ha dicho que la experiencia es un grado, y en este tema mucho más. A las pruebas me remito: La WAS apoya de manera especial el dialogo entre generaciones sobre los derechos sexuales y la sexualidad y ha escogido este tema para el día Mundial de este año. El lema de este día se basa en ese diálogo que para ti parece que sobra, que es inútil y que es generador de frustraciones, miedos y no sé cuántas cosas más…

Un cordial saludo.

Javier dijo...

Hola Andrés.
¿joven... mayor...? ¿cual es la línea exacta que separa a unos y a otros? ¿la edad, la mentalidad, la vitalidad o la salud?
Si nos ceñimos a la edad, te diré que la década a la que estoy más próximo es la cincuentena, por lo que no me considero lo que se suele entender como joven, pero... todo es relativo.
Con todo mi afecto hacia ti y sin ánimo de polemizar (entiendo que es otro el propósito de este blog) creo que no has leido mi comentario con atención.
Yo no he escrito la frase “afortunadamente no” entre signos de exclamación, y ha sido con premeditación, con la intención de no trasmitir excesiva vehemencia y rotundidad a mi comentario a tu pregunta “¿Los jóvenes siguen alguna directriz marcada por la experiencia de los mayores?
Tergiversar la palabra escrita es una osadía que me cuesta comprender.
¿soy yo quien ha dudado de la utilidad del diálogo entre generaciones? ¿de mis palabras se deduce que soy yo quien desconfia de la actitud de diálogo de los jóvenes? Por favor, relee tu primer comentario.
Las ideas ajenas, evidentemente, no son perniciosas per se, ni considero haber hecho tal afirmación. Lo que digo es que (concretamente en el ámbito de la salud sexual) ese que tu llamas “mayor-asesor-informante” durante años nos ha contaminado con directrices como: “la masturbación produce ceguera y en el futuro podeis tener hijos con retraso mental (frase de un antiguo profesor mio), que sirve como ejemplo de las incontables directrices similares que, sin duda, ya que entiendo que te hayas en el grupo de los mayores y, por consecuencia, expertos, habrás escuchado reiteradamente.
A ese tipo de directriz es a la que digo no. ¡Afortunadamente no!

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Amigo Javier:

Efectivamente, auto clasificarse en la escala de la vida es muy subjetivo. Si lo dejamos en manos ajenas dirían que tú eres de mediana edad y a mí me tildarían de anciano irremediable, pues parece que nací unos 20 años antes que tú…

No estoy de acuerdo con tu suposición cuando afirmas que polemizar no es el objetivo de este blog; mi pensamiento es justo lo contrario: es una alegría inmensa ver que las entradas de un blog tienen comentarios y más, si entre ellos surge cierta polémica, sana, por supuesto, constructiva. En muchos periódicos da pena ver cómo se insultan…

¿Llamas tergiversar un texto al hecho de escribir entre signos de afirmación tu frase? ¿Un poco exagerada tu apreciación, no? ¿Qué pasa? ¿Que cuando dices No, afortunadamente no, no lo enfatizas, lo dices por lo “bajinis”? Creo que la frase, por sí sola, tiene suficiente énfasis, con signos y sin ellos…

Dices que relea mi primer comentario, ¿el mío o el tuyo? No lo entiendo, pues creo que ambos están claros. La única duda que puede aparecer es cuando calificas como perniciosa la información, que implica de antemano que lo es… y al final parece que te refieres a informaciones, directrices… específicas, provenientes de ciertos entornos que no se pueden generalizar.

Por ejemplo: La masturbación produce ceguera y tendrás hijos retrasados mentales… Esta frase no la he leído en ninguna parte ni me la han dicho nunca ni la he comentado con hijos propios o ajenos… y ¡realicé todos mis estudios en un colegio de frailes… y ¡te puedes suponer en qué años!...

No, no todo lo que viene de los mayores es pernicioso, ni se impone… Termino con mi frase: La experiencia es un grado. Y en el terreno sexual, la experiencia no sólo se ha de referir a la masturbatoria.

Te mando un cordial saludo.

Javier dijo...

Venerable amigo Andrés.
Como diría Jack el destripador... vayamos por partes (disculpa la broma, pero es que el final de tu último comentario me ha parecido divertido aunque, eso si, muy instructivo; ignoraba que en el terreno sexual, la experiencia no solo se ha de referir a la masturbatoria.
Bueno, dejando las bromas a un lado, quiero que sepas, si es que mis anteriores comentarios te han hecho creer lo contrario, que estoy de acuerdo contigo en que no, no todo lo que viene de los mayores es pernicioso y que en general yo también pienso que la experiencia es un grado.
Sigamos recorriendo la “anatomía” de tu último comentario...
Cuando afirmé que tergiversabas mis palabras no lo decía sólo por el hecho de añadir los signos de exclamación a la consabida frase, si no, y sobre ello, por atribuirme pensamientos y frases que yo no expresé en momento alguno: “...diálogo que para ti parece que sobra, que es inútil y que es generador de frustraciones, miedos y no sé cuántas cosas más…”
Insisto... lo que para mi sobra no es el diálogo, sino determinadas directrices.
Permiteme que retorne al “organo” “No, afortunadamente, no.” Y proceda a su extracción definitiva del cuerpo argumental.
Mi intención, al no signar la frase, no era, claro está, decirla por lo “bajinis”. Sólo pretendía, simplemente, expresar mi satisfacción ante los cambios, en dirección a la libertad, que se han ido produciendo en la sociedad española en las últimas décadas, en ámbitos como el de la sexualidad.
Ya nos estamos acercando al final...
Cuando puse el ejemplo de directriz perniciosa (la frase de mi antiguo profesor, en referencia a las consecuencias lesivas de la masturbacion) creo que dejé claro que era un ejemplo; no se trataba de mostrar un catálogo de frases memorables, pero si te empeñas puedo mencionar algunas (no textuales, claro está) de las que me vienen a la memoria sin tener que hacer ningún alarde nemotécnico:
“Se peca al cohabitar sin el propósito de tener descendencia”
“La fornicación es pecado mortal”
“Una mujer decente ha de llegar virgen al matrimonio”
“Maricón” (al querer insultar a alguien)
“No se deben utilizar anticonceptivos”
La Iglesia Católica enseña que no se debe permitir nada que bloquee la transmisión natural de vida y por tanto condena los métodos anticonceptivos como la píldora o los preservativos.
Sólo aprueba las prácticas naturales de planificación familiar, como el método Ogino, en el que las parejas se abstienen de tener relaciones sexuales durante el periodo fértil de la mujer.
Para qué seguir...
¿Tampoco te suena ninguna de estas frases, estimado Andrés?
Para terminar quiero decirte concretamente cual es, por mi parte, el origen de toda esta controversia que nos traemos entre manos.
De tu primer comentario a la entrada de Raquel extraje dos cuestiones que en esencia son con las que no estoy de acuerdo:
1º. El tono irónico de tus preguntas y el chascarrillo final dejaba claro tu desconfianza en la capacidad de diálogo de los jóvenes (como tu bien dices... es un error generalizar).
2º. Dabas a entender que para que exista un diálogo entre generaciones es imprescindible que los jóvenes sigan la directriz marcada por la experiencia de los mayores.
Yo opino que el diálogo entre generaciones debe iniciarse tabula rasa; con el corazón y mente abiertos. Ya habrá tiempo, a lo largo del debate, de ir adquiriendo como propio lo positivo que cada parte proponga.

Javier dijo...

Para concluir, déjame recordarte la definición de salud sexual.
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha definido la salud sexual como "la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad."
Ambos organismos consideran que, para que pueda lograrse y mantenerse la salud sexual, deben respetarse los derechos sexuales de todas las personas. En efecto, para lograrla, la OMS asegura que se requiere un "enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia."
He destacado las palabras “social” y “sociocultural”
Dime Andrés, habiendo escuchado a lo largo de siglos, hasta un pasado no lejano e incluso en el presente, las diatribas de algunos de los “pilares” de nuestra sociedad actual...¿de verdad te extraña que los jóvenes actuales abominen de las directrices marcadas por la experiencia de sus mayores en cuestión de sexualidad?
Disculpa lo extenso del comentario y si en algo he podido ofenderte o te has sentido agredido, te pido disculpas; ho era mi intención.
Por mi parte el tema está zanjado.

Un sincero y afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Veo dos comentarios suprimidos por su autor... ¿Javier? Me gustaría que dijera su última palabra. La mía, después de ver que Raquel le da la razón, es que sigo sin estar conforme con la afirmación de echarle toda la culpa a la educación judeo-cristiana, en el problema sexual de la juventud... Yo me pregunto ¿Cuántos años hace que los niños no van (muchos) a una catequésis? ¿Ni reciben clase (muchos) de Religión? (En ambos casos, naturalmente, de esa educación judeo cristiana...)

Insisto, no debemos centrarno en la masturbación. La sexualidad es más. Dos ejemplos: ¿Qué hacemos con las enfermedades de transmisión sexual? ¿Y con los embarazos no deseados?

¿No tienen nada que decir, padres y educadores, al respecto?

Como sería largo el tema, como digo al principio, ésta es mi última palabra.

Nos vemos.

Raquel Díaz Illescas dijo...

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Raquel Díaz Illescas dijo...

(he tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar).

Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….

Raquel Díaz Illescas dijo...

(He tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar. Perdonar las molestias).
Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….
En fin mis queridos comentaristas, aquí os espero. No me abandonéis, el blog no es lo mismo sin vosotros.

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Raquel Díaz Illescas dijo...

(He tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar. Perdonar las molestias).
Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….
En fin mis queridos comentaristas, aquí os espero. No me abandonéis, el blog no es lo mismo sin vosotros.

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Raquel Díaz Illescas dijo...

(He tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar. Perdonar las molestias).
Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….
En fin mis queridos comentaristas, aquí os espero. No me abandonéis, el blog no es lo mismo sin vosotros.

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Raquel Díaz Illescas dijo...

(He tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar. Perdonar las molestias).
Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….
En fin mis queridos comentaristas, aquí os espero. No me abandonéis, el blog no es lo mismo sin vosotros.

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Raquel Díaz Illescas dijo...

(He tenido que volver a colgar este comentario por un error que no merece la pena comentar. Perdonar las molestias).
Llevo días queriendo contestar a los comentarios que ha suscitado esta entrada, pero el tiempo ha estado en mi contra. Pues bien, voy a intentar reflexionar con vosotros.
Lamentablemente mi querido Andrés, muchas de las conductas sexuales que llevan a cabo los jóvenes, siguen siendo producto de la herencia judeo cristiana que tanto daño ha hecho a hombres y mujeres. Éstos siguen compartiendo, muchos de los prejuicios que tienen sus padres e incluso sus abuelos/as (sentimientos de culpa, miedos, etc.). Afortunadamente los jóvenes están empezando a vivir su sexualidad desde otra mirada, gracias a la información y formación que éstos van adquiriendo.
El diálogo es necesario, pues éste nos permite no solo ver los posicionamientos de cada generación, sino ver dónde nos encontramos, y qué medidas o políticas son necesarias poner en marcha.
Es muy probable mi estimado Andrés, que “el sábado sabadete…” siga estando en el lenguaje de nuestros jóvenes, y yo te pregunto: ¿esta frase es suya?, ¿qué lleva consigo ésta?
Coincido con Javier en que la experiencia de los mayores no tiene por qué ser siempre válida, y menos cuando de sexualidad se trata. Ellos son simples trasmisores de una educación sexual basada en la represión del placer, el placer como sucio, pecaminoso…
El diálogo, como ya he indicado anteriormente, permitirá a unos y otros conocer experiencias vividas, pero sin que estas sirvan, ni a unos ni a otros, para ser secundadas.
A veces mi estimado Andrés, no podemos extrapolar unas situaciones a otras. Viajar es una experiencia maravillosa, al igual que lo es la sexualidad, pero mientras que cuando alguien te cuenta lo que ha visto o dejado de visitar, tú te puedes hacer una idea conforme lo que tenías establecido, pero con la sexualidad no ocurre esto, porque te olvidas de los prejuicios, que lo queramos o no, en mayor o menor medida nos acompañan, a nosotros o a la pareja en cuestión. La sexualidad no es comparable.

La experiencia es un grado, efectivamente Andrés, pero no en la sexualidad. Lo que sabe de sexualidad tu generación es lo que ha estado contaminado por la culpa; por roles muy marcados a hombres y mujeres, por responsabilidades erróneas. Te recuerdo que hasta mediados del siglo XX, las mujeres éramos consideradas seres asexuados.

Sigo…

Yo estoy encantada de que se practique el dialogo en mi blog, llámese como se quiera, y en el caso que nos ocupa creo que de personas inteligentes, aunque se encuentren en posiciones aparentemente distintas.

La verdad Andrés es que has debido ser de las pocas personas a las que nunca les han dicho o leído aquello de las cosas que te podría producir la masturbación. Lee a Tissot con su “Onanismo” y me cuentas. Yo personalmente he escuchado decirle a una señora haciendo referencia al acné de su hijo, la sospecha que tenía del motivo que lo podría estar causando….
En fin mis queridos comentaristas, aquí os espero. No me abandonéis, el blog no es lo mismo sin vosotros.

Primero decirte Andrés que quien ha suprimido las dos entradas he sido yo, ya que habían salido repetidas por tres veces la misma.
No te quedes solo en el asunto de la masturbación. La cultura judeo cristiana fue más allá. Es cierto que el tema da para el debate extenso, y lamentablemente los tiempos no nos permiten extendernos como sería deseable. De cualquier forma, aunque no comparta en esta ocasión tus opiniones, sabes que me gusta que intervengas en el blog, y la verdad te ha salido un estupendo comentarista. Gracias Javier por tu interesante aportación.

Javier dijo...

Gracias por tu recibimiento Raquel. Para mi es un placer participar en este blog tuyo, en el que tanto aprendo ( no sólo de sexualidad) y que me permite intercambiar opiniones con personas tan interesantes como el amigo Andrés; con quien, en futuros comentarios, estoy convencido de ello,confluiré en ideas y pareceres muchas más ocasiones que las que disentiré.
Saludos.

Raquel Díaz Illescas dijo...

Es un lujo tenerte en mi blog Javier, solo espero que os animéis a opinar de otras entradas. Andrés es un hombre muy interesante, de quien se puede aprender mucho. Es verdad que en temas de sexualidad no coincidimos mucho, pero sinceramente, resulta siempre enriquecedor leer sus comentarios. Un abrazo.